No es la primera vez que durante una crisis, como la de 2008, las grandes petroleras aprovechan para aumentar sus márgenes de beneficios, y está volviendo a pasar. El precio del crudo está en mínimos históricos pero la telaraña económica y geopolítica que lo sostiene impide que los consumidores se beneficien de una bajada del precio de los productos derivados del petróleo.
En este sentido, la Federación Nacional de Asociaciones de Transportistas de España (FENADISMER) ha pedido al Gobierno intervenir para que "reestablezca durante el estado de alarma la regulación de precios máximos existente hasta 1998 para controlar una actuación insolidaria y abusiva de las principales petroleras españolas".
Una "elevación artificial e indecorosa" de los precios
El carácter esencial del transporte de mercancías ha hecho patente la necesidad de proteger a este sector, que garantiza el suministro de bienes y alimentos y que está viendo cómo los precios de los carburantes apenas se han reducido.
😡😡 Sabías que aunque el precio del #petroleo ha bajado un 60% en los últimos meses, la gasolina y gasóleo sólo han bajado un 13%??? Es urgente que el Gobierno intervenga el #preciodeloscarburantes además los principales afectados son los #transportistas https://t.co/b2zFJLJzqb
— FENADISMER (@fenadismer) April 5, 2020
Según la patronal, "pese a la espectacular caída del precio del petróleo a nivel internacional en más de un 60 %, el precio final de la gasolina y el gasóleo en España tan sólo se ha reducido en menos de un 13 %".
Y no les falta razón. Estamos en un escenario en el que los productores acumulan reservas (y pagan el almacenamiento a precio de oro) mientras ven caer el precio del barril de brent -y de West Texas- a cifras que no se veían desde la Guerra del Golfo (el día 22 de marzo tocó fondo cuando llegó a los 22,7 dólares).
Es decir, ahora importa más en términos económicos dónde está el petróleo que lo que cuesta producirlo, pero los consumidores no estamos viendo repercutir la situación a la hora de llenar el depósito. Sí es cierto que en muchas gasolineras de España el precio del litro de diésel ha bajado de la barrera de un euro, pero seguimos pagando demasiado.
Según datos de FENADISMER, en el caso de la gasolina el precio medio de venta en las estaciones de servicio sólo ha caído un 12 %, y en el caso del diésel es de tan sólo un 13 %. Este sector tacha de "elevación artificial e indecorosa" los precios de los carburantes.
Debemos mirar en este punto hacia los márgenes de comercialización y distribución que cada empresa establece.
Para hacernos una idea, según datos del RACE, por cada 50 euros de combustible pagamos 18 euros por la materia prima, 25 euros en impuestos, 6 euros por coste de logística y comercialización y un euro del margen bruto para el mayorista.
"Como ya sucedió en 2008, lejos de reducir sus márgenes de comercialización en los carburantes que suministraban en sus estaciones de servicio, las petroleras los aumentaron espectacularmente, lo que motivó que fueran sancionadas en su día por la Comisión Nacional de la Competencia, pese a lo cual, [...] parece que ahora su actuación va dirigida en la misma dirección", denuncia el sector.
Veamos qué dice el Gobierno.
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