Aún sin haber dejado atrás del todo el problema de los semiconductores, un nuevo murmullo de crisis circula entre los grandes despachos de los fabricantes de automóviles: no habrá suficientes baterías para todos los coches eléctricos que pueden fabricar.
Este futuro, que permanece en la mente de Elon Musk y que recientemente aventuró el fundador de Rivian RJ Scaringe, es ya también una realidad a corto plazo para el CEO de Stellantis Carlos Tavares, quien advierte que esta escasez puede convertirse en un problema serio a partir de 2025.
Una revisión de todo el panorama
Tavares ha dejado esta oscura profecía duante su aparición en la conferencia 'Future of the Car 2022' organizada por Financial Times. Desde su punto de vista, los problemas en el suministro de baterías ya pueden deducirse fácilmente de los actuales problemas que sus proveedores (como LG o CATL) están experimentando para obtener los minerales que las componen.
Así, el encarecimiento del litio, el níquel y el manganeso es el primer paso de una amenaza que ya está encima de la mesa, si bien para Tavares sus efectos se manifestarán con toda su intensidad en 2025 o 2026. En ese momento, según su visión, la escasez de estas 'tierras raras' se consumará.
Y si por alguna razón no se cumple, añade que "habrá una dependencia significativa del mundo occidental con respecto a Asia", aludiendo al hecho de que este continente concentra la mayoría de la producción mundial de baterías.
Y es que, para el máximo responsable de Stellantis, la extracción de las materias primas tiene lugar a un ritmo demasiado elevado como consecuencia de la alta demanda de vehículos eléctricos. Algo que, en su opinión, puede conllevar incluso conflictos geopolíticos a largo plazo: "Es posible que no nos guste la forma en que se obtendrán esas materias primas en los próximos años".
Por todo ello, Tavares cerraba su intervención preguntándose si los agentes responsables de la electrificación del automóvil habían reparado previamente en este riesgo: "¿Dónde está la energía limpia? ¿Dónde están las materias primas? [...]. ¿Quién está mirando el panorama completo de esta transformación?". Una forma sutil de solicitar una revisión en profundidad de la transformación que está asumiendo la industria automotriz.
Así las cosas la dependencia de terceros, sean proveedores o países, para el suministro de baterías es un quebradero de cabeza que sólo puede hacerse más grande para las marcas. De ahí que algunas como Tesla traten de anticiparlo asumiendo sin intermediarios esta parte de su cadena productiva: antes incluso de meterse en el negocio de la minería, ya han sido capaces de adquirir por su cuenta el 95% del litio que emplearon en 2021.