La petrolera Repsol ha anunciado que construirá, junto a Petronor y el Ente Vasco de la Energía, una instalación en Bilbao de generación de combustibles sintéticos a partir de hidrógeno verde, aquel generado con energía renovable y no a partir del reformado de gas natural (un proceso que emite grandes cantidades de CO₂ a la atmósfera).
También se prevé construir una planta de generación de gas a partir de residuos urbanos. Las instalaciones, que estarán situadas como primera opción en el puerto de Bilbao y su entorno, supondrán una inversión inicial de 80 millones de euros.
Agua y CO₂ procedente de una refinería
Según ha explicado Repsol, la principal característica de estos combustibles es que se producirán con agua y CO₂ como únicas materias primas, y podrán utilizarse en motores de combustión en vehículos, aviones, camiones y en otras aplicaciones.
El proceso de producción de hidrógeno a través de electrólisis estaría alimentado por energía eólica renovable y el CO₂ procedente de la refinería vasca, resultando en este nuevo combustible neutro en carbono.
La instalación, que podría estar totalmente operativa en un plazo de cuatro años, usará el CO₂ procedente de una refinería Petronor para generar el hidrógeno. Está previsto además que pueda realizar captura directa del aire, y este mismo año ya se empezará con la ingeniería conceptual del proyecto.
En una primera fase, escalable a una posterior etapa comercial en función de los resultados, se obtendrán 50 barriles al día de combustible sintético, con cero emisiones netas de CO₂ en todo su ciclo productivo, según la petrolera.
Para hacernos una idea, España tiene una capacidad de refino de 1.536.000 barriles diarios.
Según datos de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos en España hay 10 refinerías, situadas a lo largo de la costa excepto la de Puertollano que es la única situada en el interior pero muy próxima a uno de los principales centros de consumo: Madrid.
La Empresa Nacional del Gas, Enagás (con sede en Madrid), también tiene planes para producir hidrógeno renovable pero en Asturias para exportalo posteriormente a Alemania y Países Bajos. A diferencia de la planta de Repsol, este proyecto aún no tiene fecha puesto que está buscando financiación de la Comisión Europea.
Segundo proyecto: gas a partir de residuos urbanos
El segundo proyecto, que se ubicará junto al primero, en el puerto de Bilbao y su entorno, supondrá una inversión inicial de 20 millones de euros y su objetivo es sustituir parte del consumo de combustibles fósiles de la refinería Petronor.
Consistirá en una planta de generación de gas a partir de residuos urbanos.
En una primera fase, esta planta de pirólisis podrá procesar unas 10.000 toneladas al año de residuos urbanos y su capacidad podrá ampliarse en fases posteriores hasta 100.000 toneladas al año, aproximadamente, el equivalente a todos los residuos urbanos del entorno.
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