
El camino por recorrer se presenta escarpado y sinuoso para la industria del automóvil, que empieza a tomar la medida y a reaccionar ante los aranceles impuestos por Donald Trump, del 25% aplicable a todos los coches no fabricados en Estados Unidos. Se espera que los recargos afecten a 7,3 millones de vehículos importados. Un volumen enorme que representa más de la mitad de los coches vendidos al otro lado del Atlántico y que expondrá a los fabricantes a “muchos costes y caos”, en palabras de Jim Farley, CEO de Ford.
En medio de este caos, que afectará directamente a la industria alemana, así como a la industria de componentes española, los fabricantes chinos podrían salir ganando, especialmente BYD.
A río revuelto, ganancia de pescadores
En 2024, Ford importó algo menos del 20% de sus modelos en Estados Unidos, según S&P Global. Es decir, será el menos afectado y sin embargo avisa de un caos y de pérdidas. En el otro extremo del espectro, esta proporción se eleva al 80% en el caso de Volkswagen y Mazda, e incluso sube al 90% en el caso de Volvo. En respuesta a los aranceles, Stellantis ha paralizado la producción en sus factorías de Canadá y México, de momento. Ha empezado el caos.
Los fabricantes alemanes y europeos son los más expuestos a los aranceles de Trump. El grupo británico Jaguar Land Rover, muy expuesto a estas nuevas medidas porque no tiene fábrica en Estados Unidos, anunció el pasado fin de semana que detendrá las entregas de sus modelos en este país durante un mes.
Audi, por su parte, está reteniendo todos los vehículos ensamblados en México y en el extranjero en los puertos de EE.UU. hasta nuevo aviso, según Automotive News. BMW aún no ha anunciado ninguna respuesta específica, pero ya dijo el mes pasado que esperaba un impacto de 1.000 millones de euros en sus beneficios de 2025 como consecuencia de los aranceles. En cuanto a Mercedes, está considerando eliminar de su gama estadounidense los modelos más baratos.
Según S&P Global, se dejarán de vender más de un millón de coches al año en Estados Unidos por culpa de los aranceles. Las ventas podrían caer de 16 millones en 2024 a entre 14,5 y 15 millones de unidades en los próximos años. Esto representa una caída de hasta el 10%.
Y con menores ventas en Estados Unidos, casi todos los grupos europeos se verán necesariamente debilitados, sobre todo los fabricantes alemanes que no pasan por su mejor momento al tener que absorber la enorme caída de ventas en China. Así, BMW, Mercedes y el Grupo Volkswagen ven cómo se les complican mucho sus dos mercados principales. Y con menos ventas, habrá menos ingresos y por tanto menos inversión.
Frente a esta situación, las marcas chinas están siendo las ganadoras. No venden en Estados Unidos, pero sí en el resto del mundo. Y eso que están sujetas a aranceles en Europa. Los datos más recientes muestran un crecimiento significativo. Según la consultora Dataforce, las ventas de los fabricantes chinos en Europa aumentaron un 64% interanual en febrero, hasta 38.902 unidades, con lo que su cuota de mercado pasó del 2,5% al 4,1% en comparación con el año pasado.
Este crecimiento se produce frente a los importantes retos impuestos por la Unión Europea, que el pasado mes de octubre introdujo aranceles adicionales a los 10% de base de hasta el 35,3% sobre los vehículos eléctricos fabricados en China. Los aranceles, que se mantendrán durante cinco años, han empujado a los fabricantes chinos a adoptar diferentes estrategias para mantener su expansión europea.
Los datos de ventas revelan un giro en el tipo de coches que están vendiendo. Mientras que las ventas de coches eléctricos chinos descendieron un 3,4% en febrero, hasta las 11.116 unidades (frente a un aumento del 26% en las ventas europeas de eléctricos, hasta alcanzar las 164.600 unidades), las exportaciones chinas de híbridos enchufables PHEV se dispararon un impresionante 321%, hasta las 4.744 unidades.
Entre los modelos más vendidos están el BYD Seal U DM-i, el MG HS PHEV y el Jaecoo 7 PHEV. Estos modelos chinos suelen ser mucho más baratos y más eficientes que las propuestas similares de marcas europeas. Los vehículos con motor de combustión tradicional de las marcas chinas también tuvieron buenos resultados, con las marcas Jaecoo y Omoda, de Chery, mostrando resultados particularmente fuertes.
Pero sin duda quien más está ganando es BYD. Los resultados del gigante chino ilustran esta exitosa adaptación. Según Bloomberg, la empresa logró en enero un crecimiento interanual del 551%, el 734% y el 207% en el Reino Unido, España y Portugal, respectivamente, superando a Tesla en estos mercados. A pesar de los impactos arancelarios, la cuota de mercado de BYD en Europa sigue aumentando de forma constante. De hecho, BYD quiere duplicar sus ventas en el extranjero hasta las 800.000 unidades en 2025.
Para sortear las barreras arancelarias europeas, los fabricantes chinos están acelerando sus esfuerzos para fabricar in situ. Chery se ha asociado con EV Motors en España para establecer una planta de producción en Barcelona bajo la histórica marca española Ebro, convirtiéndose en la primera marca china de automóviles en fabricar vehículos en Europa.
BYD está invirtiendo en fábricas independientes en Hungría y Turquía, y se espera que la planta húngara empiece a funcionar a finales de este año con una capacidad anual de 350.000 vehículos. Y Leapmotor fabricará el futuro SUV B10 en España a partir de 2026.
Imágenes | BYD, BMW, Motorpasión