Mientras Alemania sigue negociando con la Unión Europea la creación de una nueva categoría legal de coches de gasolina que puedan funcionar con carburantes sintéticos, o e-fuels, Italia sube la apuesta y pide ahora que también se incluya la posibilidad de funcionar con biocarburantes.
Italia ha advertido a la Comisión Europea de que sólo apoyará una solución para desbloquear la retirada progresiva de los coches de combustión prevista por la UE para 2035 si permite la venta de coches que funcionen con biocombustibles después de esa fecha.
La medida estrella del plan de neutralidad carbono de la Unión Europea es la prohibición después de 2035 de la venta de coches nuevos que emitan CO₂, volviendo ilegal de facto cualquier coche con motor de combustión interna, funcione con gasolina, e-fuel o biocarburante. De ahí, la necesidad reivindicada por Alemania de crear una categoría legal sólo para los coches que funcionen con e-fuel.
Italia es uno de los países, junto con Polonia y Chequia, entre otros, que apoyan a Alemania y han exigido a la UE que permita la venta de coches nuevos con motor de combustión a partir de 2035 si funcionan exclusivamente con combustibles sintéticos neutros en carbono.
Esta medida tien por objetivo ayudar a los fabricantes de coches y piezas de motores de combustión, la industria auxiliar, a sobrevivir. Se calcula que se podrían perder en la transición al coche eléctrico más de medio millón de puestos de trabajo directos.
Pero ahora, en una carta enviada esta semana a la Comisión Europea, Italia afirma que la oferta debe incluir también los biocombustibles, es decir, los derivados de biomasa.
Alemania e italia: negocia despacio que llevo prisa
"Italia no aceptaría una interpretación indebidamente restrictiva por parte de la Comisión de la expresión 'combustibles neutros en CO₂', que incluya sólo los carburantes sintéticos y no los biocarburantes", afirmaban tres ministros italianos de Transporte, Medio Ambiente y Empresa en la carta fechada el 21 de marzo.
Mientras tanto, Alemania sigue negociando la inclusión de los carburantes sintéticos, pero sin prisas, a pesar de que la próxima cumbre de gobiernos de los estados miembros está prevista en breve.
“Estamos hablando de una normativa para el año 2035. No entiendo por qué no podemos tomarnos ahora nuestro tiempo para analizar las cosas más de cerca", declaró Wissing al diario Augsburger Allgemeine.
En su opinión, Alemania necesita una "solución jurídicamente limpia" mediante un procedimiento que no fracase ante el Parlamento de la UE. "Antes de tener un sí, tenemos que tener un respaldo ... Antes teníamos un compromiso de la Comisión Europea y luego no pasó nada", dijo.
Recordemos que en el último Consejo Europeo se pidió a la Comisión Europea que buscará una forma legal de poder incluir los coches e-Fuel, cosa que no hizo como se pudo ver en el último texto votado por el Parlamento Europeo.
Así, la propuesta de la Comisión Europea de eliminar la venta de coches nuevos con motor de combustión se complica aún más. De momento, la propuesta de Italia no goza de apoyos, a diferencia de la propuesta alemana.
En la mayoría de normas, para que un decisión del Consejo Europeo sea aprobada tienen que votarla a favor al menos el 55% de los Estados siempre y cuando representen al menos el 65% de la población de la UE, pero basta con que cuatro países miembros de la UE voten en contra para que no se apruebe la norma. De ahí la importancia de recabar apoyos.