La patronal de fabricantes Anfac ha presentado ante el nuevo Gobierno su plan "Automoción 2020-40 – Liderando la movilidad sostenible", que fija la hoja de ruta de acciones estratégicas de cara al mercado y la industria en los próximos 20 años, para asumir la "mayor transformación" que ha sufrido el automóvil en su historia y en consonancia con los objetivos fijados por Europa.
El mismo contempla una "regulación inteligente" en esta etapa de transición de cara al mercado, proponiendo IVA reducido para eléctrificados o la sustitución del impuesto de matriculación por uno de uso en función de las emisiones de CO₂, así como incentivos a la compra para ayudar a fomentar la renovación del parque, haciendo hincapié en el papel fundamental de los vehículos híbridos y de gas durante estos años.
Para ello, los fabricantes consideran esencial que el Gobierno ayude a reducir la incertidumbre de los consumidores con la vista puesta en el mercado automovilistico español, que ha sufrido su primera caída en 2019 tras seis años al alza y que, previsiblemente, mantendrá la tendencia a la baja este 2020.
De igual manera, Anfac traza un plan de acciones en lo que respecta a la industria automovilística a fin de que mantenga su competitividad en la transformación hacia la electromovilidad.
Todo ello en base a que en estos 20 años irán desapareciendo paulatinamente del mercado español los automóviles térmicos, en especial el diésel: la patronal estima que en 2040 estarán en torno al 0 y 2 % del mix de ventas.
Mensajes de certidumbre para mantener el mercado y atraer inversores
La hoja de ruta hasta 2020 del plan "Automoción 2020-40" se articula en cuatro puntos a corto, medio y largo plazo. El primero y más inmediato es del conseguir unificar los mensajes de todos los actores para crear una base sólida sobre la que "construir de forma coordinada el nuevo ecosistema de movilidad".
Así, será necesario "generar mensajes positivos de certidumbre respecto al futuro de la automoción que atraigan inversiones y potencien el mercado interior".
A corto plazo y hasta 2025, el programa de Anfac, contempla que hasta 2025, la industria debe centrarse avanzar en la competitividad de la industria, mediante la atracción de inversiones en las fábricas españolas a fin de no perder el tren de cara a la descarbonización.
Y es que según datos de la asesoría KPMG, recogidos en el estudio de Anfac, la industria automovilística española en la tercera más competitiva del mundo, sólo por detrás de Alemania y República Checa, estando por delante de China, Francia o Reino Unido.
El tercer punto, con el horizonte puesto en 2030, Anfac determina que España debe lograr una adecuación del mix productivo a la demanda. Por ello, la patronal fija que la industria española debe ser capaz de fabricar, como mínimo 700.000 vehículos electrificados, a fin de mantener la cuota de mercado en Europa o incluso incrementarla hasta el 15 %.
Por último, el cuarto punto y a largo plazo, en 2040 y habiendo cumplido los anteriores, el sector debe ser capaz de hacer efectivo el "despliegue del ecosistema español de movilidad".
Todo esto será posible, según lo recogido en el plan, gracias a potenciar inversiones tecnológicas, atraer nuevos perfiles de alto contenido tecnológico o construir alianzas estratégicas con agentes clave para el desarrollo del este nuevo ecosistema basado en la descarbonización.
Marco fiscal integral y más incentivos a la compra, incluyendo híbridos no enchufables
Todo ello, según Anfac, debe ir acompañado de una "regulación inteligente" en diferentes ámbitos de actuación, que desde la administración debe ser "homogénea, estable, simplificada y proactiva", atendiendo a las necesidades de la industria y siendo capaz de "mantener la certidumbre en consumidores e inversores".
Entre las propuestas para este marco regulatorio, Anfac propone un marco fiscal integral en el que se elimine el impuesto de matriculación y se sustituya por uno de uso graduado en función de las emisiones de CO₂. También defiende la introducción del IVA reducido y deducciones en el IRPF en la compra de vehículos alternativos.
Unas medidas que vienen de la mano del cambio de fiscalidad sugerido por el Gobierno para con el automóvil y en el que se ha barajado subir el impuesto de matriculación en automóviles térmicos (incluyendo híbridos). Una medida que desde Anfac, así como marcas como Jaguar Land Rover, han tachado de desacertadas y perjudiciales para el sector.
Asimismo, contempla ayudas e incentivos a la compra que permitan la renovación del parque automovilístico, que "deben ser estructurales y con suficiente dotación para el vehículo eléctrico", así como ayudas centralizadas para la instalación de puntos de carga, además de sugerir la simplificación de los trámites administrativos necesarios para su consecución.
Asimismo, la patronal incide en que la regulación debe favorecer la electromovilidad pura, pero haciendo hincapié en estos años de transición en otras como las mecánicas híbridas o de gas que "deben tener un papel relevante".
Y es que el último plan estatal de incentivos a la compra, si bien incluía eléctricos, híbridos enchufables y modelos a gas, dejaba fuera a los híbridos, que son de los electrificados los más numerosos a día de hoy en la oferta del mercado. También son los más vendidos, situándose en lo que llevamos de 2020 en 14.519 unidades comercializadas muy por delante de eléctricos puros, PHEV y de gas natural y autogas.
Un nuevo Plan MOVES ya ha sido anunciado, con una inversión de 65 millones de euros respecto a los 45 millones de euro asignados en el anterior y que contempla tanto incentivos de compra, como para infraestructuras, así como a implantación de planes basados en movilidad alternativa. La nueva edición será asimismo gestionada por las Comunidades y se espera que responda a los mismo criterios que el activado en 2019.
Anfac también defiende que se aprovechen e impulsen las nuevas formas de uso, como el carsharing o el pago por uso, así como nuevas estrategias de venta como la compra por kilómetros o compartida.
Además, de cara al consumidor, señala que la compra de un vehículo electrificado supone de media una inversión inicial un 60 % más elevada en comparación a los de mecánica térmica. A ello hay que sumarle que sólo el 7 % de los consumidores, según Anfac, tiene interés real en comprar un coche eléctrico, lo que se debe no sólo al precio, sino también a la baja autonomía de los mismos y a la aún incipiente infraestructura.
En 2040, dejarán de venderse coches diésel
Según las previsiones de Anfac y en base a los análisis de KPMG, en 2040, momento en el que se había propuesto la supresión en el mercado de los coches de combustión según lo recogido en el Anteproyecto de Ley de Cambio Climático, aún el 50 % de los vehículos del parque seguirán sin ser enchufables.
En lo que respecta al mix de mercado, los coches electrificados ganarán cuota de forma exponencial, pasando al 50 % en 2040. Unas previsiones que contrastan con la regulación propuesta por la administración que contempla que sólo se vendan 0 emisones dicho año. En definitiva, Anfac señala que será muy complicado, sino imposible, cumplir dicho objetivo.
De nuevo, las mecánicas híbridas son defendidas como la mejor alternativa para la transición a la electromovilidad pura, que deberán tener "un papel cada vez más señalado".
Respecto a la distribución del mercado por tipo de combustible, las estimaciones de KPMG estiman que en 2025 los modelos de gasolina sigan copando entre el 40 y el 45 % del mercado en España, mientras que los diésel rondarán el 22 y 28 % del total. Aunque en el caso de los gasolina, también se está incluyendo a los híbridos no enchufables en esta estimación.
Los electrificados, que en su caso incluye eléctricos, de hidrógeno e híbridos enchufables, supondrán ese año entre un 16 y un 21 % del mix de ventas, mientras que los de gas entre un 11 y un 18 %.
Entre 2030 y 2040, se prevé que las mecánicas diésel dejarán de comercializarse casi por completo, entre un 2 y un 5 % en 2030 y entre el 0 y el 2 % en 2040, mientras que las de gasolina, incluyendo opciones híbridas, se reducirán al 25-26 % y al 1-3 % del total.
A día de hoy, y según los últimos datos de matriculaciones de Anfac, el mix del mercado se sitúa en un 54,8 % para la gasolina, un 27,8 % para el gasóleo, y en un 17,4 % para los alternativos, que en su caso sí incluye híbridos no enchufables.
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