Según ha publicado eldiario.es a raíz de unos documentos a los que ha tenido acceso, el Gobierno de España está presionando a la Comisión Europea en dos sentidos: conseguir que los motores de gasolina tengan unos mayores niveles permitidos de partículas y lograr una moratoria para la entrada en vigor de los nuevos ciclos de consumo, que en principio deberían llegar el año que viene.
El documento correspone a una reunión del Comité Técnico de Vehículos a Motor celebrada el 3 de octubre, en la que los Estados miembros de la Unión Europea expresaron sus pareceres sobre el nuevo marco normativo regulador de los motores de gasolina y la emisión de partículas contaminantes a la atmósfera.
Con esta posición oficial, España respalda unas peticiones similares que formuló la patronal europea del sector del Automóvil a la Comisión Europea el pasado mes de julio, y además sigue la línea abierta hace ahora un año, cuando el Ministerio de Industria pidió a la Comisión Europea, en plena cascada de consecuencias a raíz del escándalo de Volkswagen más manga ancha con las emisiones de NOx.
En el borrador que prepara la Comisión Europea, la nueva regulación con que se medirían los compuestos químicos contaminantes en "condiciones reales de circulación" sería un 50 % más permisiva en cuanto a las partículas de diámetro inferior a 2,5 micras (PM2.5), las más peligrosas para la salud. Ahora ese nivel está en 6x10¹¹ partículas por kilómetro, y aumentaría hasta las 9x10¹¹ partículas, siempre de acuerdo con la información publicada por el rotativo.
Con una mayor permisividad, se hacen menos necesarios los filtros específicos para partículas
Hace unos meses conocimos los filtros para PM2.5, que, desarrollados en la Universidad de Standford, debían llegar hasta allí donde los filtros actuales y los catalizadores no consiguen reducir la emisión de estas partículas contaminantes. Sin embargo, en el momento en que los motores de gasolina puedan emitir más PM2.5, la instalación de filtros como este no será exigible a los fabricantes.
Nuevamente, la petición de España va en la misma línea que la patronal europea del sector, que en sus comentarios afirmaba que "con la mejor tecnología posible, el filtro hace que las emisiones de partículas estén por debajo pero ¡cerca del límite!". Aquí se trataba de decidir si valía la pena aumentar los costes y montar un filtro que cumpliera por la mínima, o bien optar por aumentar los límites de manera que el filtro pasara a ser innecesario. Según Transport & Enviroment, el filtro conseguiría disminuir las partículas no hasta "¡cerca del límite!", como aducen los fabricantes, sino bastante más: hasta 100 veces, de hecho.
Las nuevas pruebas de homologación se anunciaron en 2011 y llegarán en 2017, 2018, 2019... o cuando sea
El mismo borrador recoge la fecha de entrada en vigor de los nuevos tests de emisiones, llevados a cabo en unas condiciones de circulación más realistas que las de NEDC. Ya no sería 2017 sino 2018... o más tarde, porque la intención de España y Suecia es retrasar ese momento hasta el año 2019. Defienden de esta manera los dos Estados a sus respectivos sectores del Automóvil, que de esta manera dispondrían de un mayor plazo para adaptarse a los cambios.
No está claro, sin embargo, que estos países consigan su objetivo, ya que la Comisión Europea recuerda que el cambio de metodología se dibujó por primera vez en 2011. Veremos en qué queda la cosa. Por otra parte, los fabricantes piden que las gasolinas que se empleen en los tests no sean cualquiera de las que se venden legalmente en la Unión Europea, ya que aunque todas cumplan con los requisitos necesarios, "el mercado de los combustibles juega un papel importante en el comportamiento de los vehículos a la hora de medir sus emisiones reales". Esto permitiría, a la práctica, que cada fabricante pudiera elegir el carburante que más le conviniera, entre un grupo cerrado de proveedores.
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