Audi anunció hoy en la junta de accionistas de la empresa las grandes líneas de su estrategia para los próximos años. De forma predecible, la apuesta es para el coche eléctrico y la reducción de su huella de CO₂. Así, para 2025, la cartera de producto de Audi incluirá más de 30 modelos electrificados, de los cuales 20 serán completamente eléctricos. Y eso significa dejar de fabricar los modelos que ya no sean rentables. Uno de los modelos en desaparece es el Audi TT.
En la junta de accionistas de Audi celebrada hoy en Neckarlsum (Alemania), el CEO de la compañía, Bram Schot, explicó que a medio plazo quieren disponer de la gama más amplia y fuerte de coche eléctricos con respecto a sus rivales premium. Inicialmente con modelos basados en la plataforma del grupo MEB del grupo Volkswagen y posteriormente con modelos con arquitectura PPE, que Audi ha desarrollado junto a Porsche (estarían disponibles a comienzos de la próxima década). El primero de ellos, sería la versión de serie del espectacular Audi e-tron GT.
Para Schot, una estrategia tan enfocada a la sostenibilidad y que requiere tanta inversión pasa por** eliminar de la gama modelos que ya no tienen sentido económico**. El emblemático Audi TT es uno de ellos. Dentro de unos años, Audi lo sustituirá por un nuevo y “emocionante” modelo cuyo precio sería similar al de TT.
Y no es el único cambio que podríamos ver en la gama de Audi. “La próxima generación de Audi A8 bien podría ser 100 % eléctrica. Todavía no hay nada decidido, pero me la imagino muy bien”, dijo Schot, añadiendo que el sucesor del actual buque insignia de la marca (lanzado en 2017) podría ser “un concepto totalmente nuevo”.
Hablando de coches de poco volumen, Schot emitió dudas acerca de si el Audi R8 y su V10 tendría un hueco en esta nueva apuesta por el coche eléctrico. Sin embargo, si bien el caso del Audi TT se puede entender, pues sus ventas no son lo que fueron en las dos primeras generaciones del modelo, el Audi R8 tiene otra razón de ser.
El Audi R8 sirvió para asentar definitivamente a Audi en lo alto de la pirámide de los fabricantes premium. Pero también sirvió y sirve para diluir la inversión de Lamborghini a la hora de desarrollar el Gallardo en su día y el Huracán más recientemente. Desconocemos cómo se repartió el peso de la inversión, pero genera dudas en cuanto al desarrollo del sustituto del Huracán.
Coche eléctrico y descarbonización como motor económico
El objetivo de Audi es vender coches, obvio, pero no solamente. Para Alexander Seitz, el director financiero de Audi, limitarse a ver los coches eléctricos como un producto caro y que deje poco margen de beneficio con respecto a un coche gasolina o diésel, sería un error.
Cada coche eléctrico podría generar otro tipo de valor, como el los supercréditos de CO₂ que ayudarían a Audi a rebajar su media de emisiones de CO₂, en Europa y sobre todo en California y China. “Los créditos de CO₂ es dinero en efectivo en el mundo actual”, dijo a los accionistas.
En ese sentido, Audi asegura que sus factorías en Alemania, Hungría y México serán neutras en términos de CO₂ en 2025, es decir cinco años antes de lo que habían inicialmente previsto.