Honda va a llamar a revisión a 437.763 coches en el mercado americano y japonés, pero ninguno en suelo europeo. El motivo es que se ha detectado que el airbag frontal del conductor, en caso de desplegarse, podría tener un problema de inflado no en defecto, sino en exceso.
El culpable seríe el gas que se encarga de producir el inflado ultra-rápido de la bolsa, podría haber un exceso de presión que causase la ruptura del airbag y producir daños a los ocupantes. Esta incidencia está ligada de momento a una muerte y 11 heridos en Estados Unidos, sin más noticias en el resto del Mundo.
Esta llamada a revisión se remonta a noviembre de 2008, cuando 4.200 Accord y Civic americanos fueron al taller por ese motivo. En junio del año pasado se extendió la revisión a 510.000 unidades en todo el Mundo. El origen de la pieza es Takata Corp, afincada en Estados Unidos.
Están afectados los modelos Accord, Civic, Odyssey, CR-V y Pilot de 2001 a 2002, y en el mercado japonés los Inspire, Saber y Lagreat. Todos se han fabricado en Estados Unidos o en Canadá. Lo malo de esta llamada a revisión es que viene en un momento realmente malo y sensible para la industria, más bien de histeria colectiva.
Su principal rival, Toyota, afrenta una tormenta mediática por diversos problemas de fiabilidad en sus coches. Esta llamada a revisión de Honda, aunque “sólo” cargue con un muerto, va a suponer un nuevo golpe a la inmaculada leyenda de fiabilidad de los coches japoneses, aunque hablemos de componentes auxiliares.
Según un portavoz de Honda, no se tiene constancia de que los airbags fabricados por Takata Corp vayan a salpicar a otras marcas. En principio no cabe esperar que se anuncien problemas en coches europeos, deberían estar exentos y es lo que creo firmemente. Japón, quién te ha visto y quién te ve…
Fuente | Honda, El Economista