Una explosión revienta un supercargador de Tesla en el enésimo ataque vandálico contra la marca de Elon Musk. El FBI ya lo trata como "terrorismo doméstico"

Una explosión revienta un supercargador de Tesla en el enésimo ataque vandálico contra la marca de Elon Musk. El FBI ya lo trata como "terrorismo doméstico"
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Hace dos días, de madrugada, una estación de Supercargadores de Tesla acabó reventada por una supuesta explosión. Se está investigando, pero las autoridades dan por hecho de que se trata del enésimo acto de vandalismo contra Tesla en la escalada de odio hacia Elon Musk, que continúa guadaña en mano dejando a empleados públicos en la calle.

Esta batalla contra Musk y Tesla ya es asunto de Estado: el FBI ha creado un departamento específico para dar caza a los que perpetren ataques contra concesionarios, instalaciones de la firma o a los propios coches.

Una escalada de odio que no cesa

Según informa el Departamento de Policía de Lacey varias personas alertaron sobre las 1:34 am de un "fuerte ruido" que podría ser una explosión cerca de unos grandes almacenes Target en Sleater Kinney RD, en Lacey (Washington). En su aparcamiento se ubica una estación de Supercagardores de Tesla. Varias patrullas acudieron a la zona, y se toparon con varios elementos de la instalación destrozada.

La Policía de Lacey lo señala directamente como "vandalismo" ("malicious mischief" en inglés), aunque detalla que lo están investigando junto al FBI. Por los daños que se ven en la foto en uno de los convertidores, así como en uno de los cargadores y sumado al ruido denunciado por los vencinos, se entiende fue provocado por un pequeño artefacto explosivo. En todo caso, no dan más detalles.

Terrorismo doméstico. Hace un par de semanas, el Departamento de Justicia de EEUU anunció la creación de un grupo de trabajo específico del FBI, dedicado exclusivamente a investigar y detener a quien ataque las instalaciones de la marca de Elon Musk. "Se acabaron los días de cometer delitos sin consecuencias: si se unen a esta ola de terrorismo doméstico contra las propiedades de Tesla, el Departamento de Justicia los pondrá tras las rejas", señaló Pamela Bondi, la Fiscal General.

Diez personas conforman este departamento formado por agentes especializados en antiterrorismo. Son los que están investigando los hechos y, de concluir que se trate de un ataque intencionado contra la estación de carga, dar con los culpables. El departamento de Supercadores de Tesla asimismo colabora en la investigación, como han confirmado desde su cuenta de Twitter. También con la eléctrica Puget Sound Energy para restablecer el servicio cuanto antes.

Este departamento ha sido la respuesta del Gobierno de EEUU, tras la masiva ola de ataques contra las dependencias de Tesla: solo en marzo se contabilizaron cerca de 50. Se anuncian penas de cárcel entre cinco y 20 años para los que firmen estos ataques de "terrorismo doméstico".

Expertos en libertades civiles han advertido de que tratar como tal actos vandálicos podría exceder las competencias del FBI y las fuerzas del orden, pues las penas son mayores. También de que puede derivar en una suerte de caza de brujas.

Además del vandalismo, este departamento del FBI también investiga a los promotores del movimiento 'Tesla Takedown', que promueve actos de protesta pacíficos contra Tesla. Por ejemplo vender acciones de la marca para no seguir haciendo aún más multimillonario al hombre más rico del mundo. El FBI califica su web de "blog anarquista". Este movimiento fue impulsado por el actor Alex Winter y una profesora de la Universidad de Boston.

Tesla Cybertruck vandalizada
Una Cybertruck con una esvástica pintada en Manhattan. Fuente: r/CyberStuck en Reddit

Miles de empleos dependen de lo que decida Elon Musk. El odio hacia Elon Musk es lo que motiva estos ataques. Donald Trump ha colocado al dueño de Tesla al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un organismo recién creado para determinar qué departamentos federales son prescindibles. Esto supone dejar sin trabajo a no pocos funcionarios de instituciones como Defensa del Consumidor o de la NHTSA (la DGT en EEUU), entre otros muchos. Igualmente está cancelando programas de ayuda humanitaria o recortando el gasto en investigación científica.

Musk ya se ganó el rechazo de muchos de sus clientes demócratas por financiar la campaña de Donald Trump. Que ahora tenga poder para despedir a funcionarios estatales ha sido la guinda. No ayudan sus posturas políticas de ultraderecha, que tampoco gustan en Europa. Especialmente en Alemania.

Tesla está sufriendo esta escalada de odio viendo caer sus ventas estrepitosamente. Aunque no es lo único que motiva esta debacle, ya hay accionistas de Tesla que piden la dimisión de Musk porque está arrastrando al desastre a la que hoy sigue siendo la marca de coches más valiosa del mundo. Pero también lo están pagando dueños de los Tesla, ya sea con sus coches o sin poder cargarlos por estaciones destrozadas como esta.

Imágenes | Departamento de Policía de Lacey

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