A día de hoy, la cuota de mercado del vehículo enchufable en España es muy pequeña y que haya grandes zonas en el territorio nacional en las cuales no haya ni un solo cargador por kilómetro cuadrado, es un gran impedimento para que la población de esa zona se decida por un automóvil con baterías.
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el coche eléctrico es la escasez de cargadores. Según los últimos datos del Barómetro de Electromovilidad de ANFAC, España registra un total de 11.847 puntos de recarga a lo largo de todo el territorio. Esto supone un crecimiento de apenas 330 nuevos puntos de recarga en el segundo trimestre de 2021.
Pero pese a este crecimiento, España sigue muy lejos de otros países europeos en cuanto al número de cargadores, lo cual puede ser una de las causas principales por las cuales la penetración del coche eléctrico todavía no es muy grande.
Cómo están distribuidos los puntos de carga en España
Claramente, las zonas con más cargadores coinciden con las grandes ciudades españolas, pero el principal problema es la conocida España vaciada.
En las zonas más pobladas y las costeras, no se ve tanta escasez de cargadores como si se aprecia en las zonas del interior, como Aragón, Castilla-La Mancha o Castilla y León.
Pero, como se puede observar en el mapa de ElectroMaps, la zona con menos cantidad de puntos de recarga coincide con la parte más despoblada del país. Donde, en muchas zonas, no se observa ni un solo cargador por kilómetro cuadrado.
Otro problema que hay en las carreteras. Por ejemplo, en la A-2 que une Madrid y Barcelona, si no contamos los puntos de carga que hay en los diferentes municipios, hay alrededor de 10 cargadores en carretera en los 626,3 km que unen ambas ciudades.
Si bien es cierto que en las grandes urbes que hay en el camino también hay cargadores donde poder realizar la recarga del coche eléctrico -Guadalajara, Zaragoza y Lleida-, si te alejas demasiado de estas puedes correr el riesgo de quedarte sin batería y no tener un cargador cerca. Sobre todo si te desvías de la A-2.
Ya que, si hablamos de carreteras secundarias, es muy difícil encontrar puntos de recarga, a no ser que llegues a un municipio donde cuenten con cargadores que te permitan recargar el vehículo. Y no lo hay en todos.
El caso de la A-3 es algo mejor, ya que en los 359,8 km que unen Madrid y Valencia, hay unos 17 puntos de carga que, unidos a los Tarancón y Requena, hacen que la infraestructura de carga en esta autovía sea mejor.
Esta escasez de puntos de carga en las carreteras españolas es un gran inconveniente a la hora de fomentar el vehículo eléctrico, puesto que en algunas ocasiones puede hacerse muy difícil poder llegar al destino, ya que puede no haber cargadores por el camino o incluso ninguno en la zona en la cual se va a estar.
Planes de aumento de infraestructura de carga
Durante este año, se ha instalado nuevos puntos de recarga en el territorio español. Este se ha dado en niveles de potencia entre 50 kW y 150 kW, pero el 96 % de estos son de 50 kW.
Aunque el aumento de la infraestructura sigue en progreso, el nivel de desarrollo sigue siendo lento. Y otro de los problemas es que, el 86 % de la red actual de acceso público en España es de potencias de hasta 22 kW, lo que supone tiempos de recarga mínimos de 3 horas.
De hecho, España tiene solo el 3,3 % de todos los cargadores que hay en Europa, el séptimo país en el ranking europeo llevado a cabo por Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).
En España existen, desde hace varios años, planes de creación de espacios de carga a lo largo la geografía del país en los próximos 5 años. Iberdrola cuenta con un plan para ampliar la red a 150.000 estaciones de carga para desplegar este tipo de servicio.
La asociación de fabricantes de vehículos y camiones (Anfac) y la de concesionarios (Faconauto) proponen crear una compleja estructura de puntos de recarga públicos, con hasta 340.000 puntos de recarga públicos para 2030.
Teniendo en cuenta que, a día de hoy, solo hay 11.847 puntos de carga disponibles para los conductores de coches eléctricos, queda mucho camino por recorrer para conseguir alcanzar la cifra óptima que se han propuesto las asociaciones. Y el ritmo de crecimiento aún es lento.
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