La escudería Williams Martini Racing puede hoy estar feliz y triste al mismo tiempo. El tercer puesto de Valtteri Bottas, echándole el aliento en la nuca a los dos Mercedes, le permitirá mañana ejercer presión (todo la que los alemanes le permitan) durante el Gran Premio de Rusia de Fórmula 1.
Pero la alegría de unos se convierte en tristeza para otros ya que, en un circuito en el que el Williams ha demostrado potencial desde los primeros entrenamientos libres, una avería en el sistema de combustible de Felipe Massa le ha impedido pasar de la Q1. La falta de potencia era tan evidente que mañana saldrá desde la posición décimo octava.
La última vuelta de Valtteri Bottas en la calificación hizo que desde el box de Mercedes, mirasen los monitores con los ojos entrecerrados. Con el mejor tiempo en los tres primeros sectores, tiró demasiado con lo que se quedaba sin neumáticos de cara al último sector.
Las pérdidas de adherencia en las tres últimas curvas fueron más que evidentes, sobre todo en la última cuando se fue largo derrapando desde el vértice con los cuatro neumáticos. Él mismo declara que los Mercedes estaban muy fuertes en el último sector y que serían difícil haberlos batido pero que aun así le hubiese gustado saber dónde se encontraría respecto a ellos.
Al menos, mañana saldrá desde la parte limpia. En un circuito nuevo, salirse de la trazada buena es tener que encomendarse a todos los santos debido a la falta de goma y la gran cantidad de suciedad que se acumula. Nico Rosberg, que partirá segundo, puede encontrarse mañana con una desagradable sorpresa en la primera curva.
En Motorpasión F1 | Gran Premio Rusia