El Williams es un coche competitivo en seco pero se hunde cuando el agua aparece. ¿Cuántas veces lo hemos oído, este año? Muchas, empezando por el primer fin de semana en Melbourne, donde la percepción general era que sin la lluvia del sábado, hasta un podio habría sido posible en carrera. Hoy, Williams se ha enfrentado con éxito contra sus problemas bajo la lluvia, con ambos coches en la Q3 y con resultados satisfactorios.
Felipe Massa saldrá desde la sexta posición y Valtteri Bottas lo hará desde la séptima. Casi parece imposible que el brasileño, casi universalmente percibido como un mal piloto en agua, termine por detrás de un compañero de equipo que tiene la reputación opuesta. Demostración clara de que el brasileño no es tan inútil cuando el líqudo elemento cubre el asfalto de un circuito. Aunque está lejos de ser el mejor, claro.
Estar en tercera y cuarta fila bajo la lluvia tiene un significado importante para Williams, y es que poco a poco vayan superando esa hidrofobia que parece sufrir el FW36 y que les ha lastrado en 2014 (tres de las cuatro sesiones clasificatorias han sido en mojado). Puesto que de cara a mañana se espera que la carrera sea en seco, los coches de Frank y Claire Williams podrían tener alguna cosa que decir en la lucha por el podio.
Williams empezó con un coche considerablemente más competitivo que el de 2013 pero aún así los resultados no acaban de llegar por varias circunsancias. Pero aún así, uno de los mayores méritos del equipo durante este 2014 es ver como poco a poco van mejorando su situación a pesar de lo fácil que era caer en el desánimo de no llegar tan lejos como quizás esperaban tras las pruebas de pretemporada en Baréin. Esto demuestra el poderío de la nueva Williams.
El corazón del equipo sigue latiendo más fuerte que en los últimos años y poco a poco los resultados merecidos van llegando. Es posible que mañana Williams saque un buen bagaje de puntos si no pasa nada raro. Podrían incluso salir de China por delante de Ferrari o Red Bull si uno de sus coches no termina la carrera. Esto sería ya mucho especular pero lo que está claro es que entre las partículas de agua en suspensión, Williams va encontrando el camino.
