Quitemos el ritmo impresionante de Mercedes, los abandonos de Lewis Hamilton y Sebastian Vettel y la sorpresa de Daniel Ricciardo y Kevin Magnussen para quedarnos con lo verdaderamente importante: carrerón de Valtteri Bottas. El finés ha sido con diferencia el mejor del Gran Premio de Australia de Fórmula 1 y seguro que su sexto puesto final le ha sabido a poco visto el potencial del Williams-Mercedes.
Saliendo desde la décimo quinta posición tras la penalización de ayer por el cambio de la caja de cambios, en la vuelta seis ya se encontraba en la séptima posición presionando a Kimi Räikkönen y en la diez nadie daba un duro euro por Fernando Alonso ya que el Williams venía enchufado.
Sin embargo, un pequeño error como golpear contra el muro que a veces se ha saldado con un leve susto para otros pilotos ha supuesto el pinchazo y pérdida de la rueda trasera derecha izquierda del coche de Valtteri Bottas. Por suerte, tener que ralentizar el ritmo al ir a tres ruedas le permitió entrar en el pit-lane bastante rápido aunque perdiendo unos preciados puestos.
Sin embargo estaba claro que ahí dentro había ritmo más que suficiente para volver delante, como efectivamente fue. De nuevo y con un recital de adelantamientos en pista, a veces por méritos propios y otros por errores provocados, alcanzaba el sexto puesto que había perdido antes, a 47 segundos del ganador y doce de Fernando Alonso.
¿Hasta donde habría llegado el finés? Pues difícil de saber, pero viendo el ritmo mostrado y las diferencias finales entre Daniel Ricciardo y Fernando Alonso, podio con casi con toda seguridad pues a excepción de Jenson Button, el más listo de clase, el resto no tuvo un ritmo tan fuerte y consistente como el de Valtteri Bottas.
Y ojo con Felipe Massa, que nos hemos quedado con las dudas de su verdadero potencial a los mandos del Williams-Mercedes.
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