Dicen que el año que viene Sebatian Vettel solicitará que se corra en Le Mans, o en su defecto, que la F1 vuelva a tener un segundo gran premio en España, y que este se celebre en Motorland Aragón. De esta forma, podría aprovechar para visitar a Lourdes o la Virgen del Pilar y así pasar el agua, en vista de que el fantasma Mark Webber se ha quedado en la escudería Red Bull.
También dicen que la temporada pasada, cuando empezaron a diseñar el RB10 aun sin saber que Mark Webber ser iría, cometieron un pequeño error en el encarpetar los planos de uno y otro coche, y por error asignaron a Sebastian Vettel el coche que iba a ser para el australiano. El número 1 fue para el monoplaza que no debería.
Por H o por B, lo que está claro es que, como decíamos de pequeño, me rebota, me rebota y en tu culo te explota. Y de momento le sigue explotando ya que mientras Daniel Ricciardo parece ajeno a cualquier problema excepto el de los caudalímetros, el enésimo problema de Sebastian Vettel ha surgido hoy durante la clasificación cuando se ha quedado sin el ERS a mitad de la Q1.
El problema le impedía realizar la descarga eléctrica con la máxima potencia, pasando de ser un fallo intermitente a quedarse completamente sin él. Tras probar varias soluciones, dieron con un pequeño apaño para al menos tener algo más de empuje en aceleración.
Este fallo le costaba aproximadamente tras comparar los registros con los de Daniel Ricciardo durante la Q2, de unas cuatro décimas por vuelta, impidiéndole según sus declaraciones estar más cerca de Mercedes y por delante de su compañero.
Veremos mañana en carrera si el Trasgu está de resaca y no la lía...
En Motorpasión F1 | Gran Premio de Mónaco