Éste no está siendo un gran año para ninguno de los pilotos subidos a los considerados coches punteros (McLaren y Ferrari, básicamente), pero si hay un piloto que se lleva la palma en rendir muy por debajo de lo esperado, ése es sin duda el finlandés Heikki Kovalainen. No es normal que con un McLaren esté 7º en la general, superado por los dos BMW y por el Renault de Alonso.
Kovalainen sólo ha sido capaz de conseguir subir al podium en tres ocasiones con el pepino que lleva entre las manos, pero lo peor de todo es que en muchas carreras nos ha recordado al Kimi Raikkonen de su época gafe en McLaren. Sea por lo que sea, siempre hay un pinchazo, un toque absurdo, una rotura de llanta o cualquier otra avería misteriosa que deja a Kovalinen sin opción a hacer nada. Como le pasaba a menudo a Kimi vestido de plata.
Pero es que la cosa viene de más atrás. Las desgracias de los finlandeses en McLaren empezaron con la temporada de despedida del bicampeón del mundo de 1998 y 1999, Mika Hakkinen. Ese año fue de lo más desafortunado para el finlandés, y la imagen que inevitablemente me viene a la memoria es el McLaren humeante de Hakkinen deteniéndose en la última vuelta del Gran Premio de España por un problema de embrague. Mika había dominado toda la carrera, y era el Ferrari de Schumacher el que iba con un escape tocado y rodando muy lento, pero la victoria cayó en manos del alemán.
En 2002, el testigo de los finlandeses en McLaren lo cogió el prometedor Kimi Raikkonen. Fiel a la herencia dejada por Hakkinen en 2001, Kimi Raikkonen llenó su paso por la escudería británica de abandonos. Muchos de ellos llegaban siempre en el momento menos oportuno, y la temporada 2005 fue el ejemplo más claro de la desgracia del por aquel entonces rompecoches Kimi. Imágenes como la del reventón de su delantera derecha cuando entraba liderando la última vuelta en el Nurburgring con Alonso achuchando ya forman parte de la historia de la Fórmula 1.
Y ahora parece que le toca el turno a Heikki Kovalainen, que este año ya acumula unas cuantas historietas que contar. La diferencia con los otros dos, es que Heikki todavía no se ha mostrado capaz de brillar cuando la mala suerte no aparece en escena. Hay quien dice que Kovalainen quiere irse de McLaren porque no se encuentra cómodo, y desde luego, visto lo visto, a lo mejor es lo que más le conviene.