Bernie Ecclestone: "No conozco a ninguna mujer que sea capaz de conducir un Fórmula 1". Con estas palabras se coronaba el gestor de los derechos comerciales de la Fórmula 1 en un congreso en Londrés. El octogenario vuelve a incendiar las redes con sus palabras y en esta ocasión, en referencia a las mujeres. A pesar de que trata de suavizar su mensaje con algún pequeño halago hacia el género femenino, viene a decir que una fémina nunca estará a la altura de la máxima competición.
Aunque en los últimos años pilotos (¿o pilota?) como María de Villota, Susie Wolff- mujer del director del equipo Mercedes Toto Wolff-, Carmén Jordá y Simona de Silvestro han tenido la oportunidad de pasar a formar parte del gran circo, todas ellas lo han hecho como pilotos de pruebas. Tan solo Susie consiguió la oportunidad de rodar en cuatro sesiones de entrenamientos libres y obtener la superlicencia.
El debate acerca de si una mujer podría estar a la altura físicamente del reto de formar parte de una parrilla de Fórmula 1 lleva abierto unos cuantos años. A lo largo de estas temporadas se han hecho numerosas propuestas tanto integradoras, como de competiciones paralelas a la Fórmula 1 exclusivamente de mujeres, pero ninguna ha salido adelante.
La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) creó en 2010 la Comisión de Mujeres y Deporte Motor. Gestionada por Michèle Mouton y dirigida hacia mujeres ya presentes en el mundo de las carreras con el objetivo de promover su papel. En esta asociación destacan nombres como el de Monisha Kaltenborn, actual directora del equipo Sauber.
La batalla de la equidad de género parece prácticamente ganada en los garajes. Además de Monisha los fines de semana de carreras podemos ver a ingenieras en los boxes haciendo su trabajo sin inconvenientes, el problema viene cuando una piloto quiere entrar a formar parte de la hermética parrilla masculina.
En los últimos años hemos visto a varias mujeres en la Fórmula 1. La primera de la época moderna- detalle importante dado que en el pasado sí que hubo mujeres en las carreras de F1- en intentarlo fue María de Villota. La piloto española se embarcó en la Fórmula 1 como piloto de pruebas del equipo Marussia pero no consiguió una superlicencia que le permitiese tomar parte en una sesión oficial.
La superlicencia viene a ser como el carnet de conducir de la Fórmula 1. Este permiso de obtiene en base a los méritos deportivos que los pilotos han tenido a lo largo de su carrera deportiva. También es necesario haber conseguido superar algún test con un Fórmula 1 y que el equipo con el que lo lleves a cabo te certifique tus aptitudes al volante.
En la primera sesión de entonamientos libres del Gran Premio de Gran Bretaña Susie Wolff abandonaba el box del equipo Williams a manos del FW36 de Valtteri Bottas. Fue una primera toma de contacto para la británica que se estrenaba ante su público, tras un test en 2013. Junto a esta, fueron cuatro las sesiones que llegó a disputar en sesión oficial. Al final de la pasada temporada anunció su retirada sin haber llegado a debutar en carrera, pero habiendo conseguido llegar más lejos que cualquiera otra mujer en los últimos años.
Susie Wolff es, de hecho, una de las impulsoras más activas del papel de las féminas en las carreras. Cuando Bernie Ecclestone la pasada temporada propuso, con Cármen Jordá como madrina, una categoría de mujeres que viajaría junto a la Fórmula 1, la piloto del equipo Williams aseguró que cualquier mujer podría conseguir el nivel físico necesario para enfrentarse a un Fórmula 1.
"No conozco a ninguna mujer que físicamente sea capaz de conducir un coche de Fórmula 1 de forma rápida; no deben ser tomadas en serio" Bernie Ecclestone
Es de hecho en ese punto en el que disiente Bernie Ecclestone. El octogenario no cree que haya ninguna mujer capaz de ser veloz en un Fórmula 1. De ahí, probablemente, sus numerosos esfuerzos por dar a luz una categoría paralela, obviando los atractivos comerciales que esto supondría.
Lo cierto es que a día de hoy no hay mujeres en la parrilla, pero sí en categorías inferiores, como es el caso de Beitske Visser (Fórmula V8 3.5) o Tatiana Calderón (Euroformula Open y GP3). Otras, desde el karting (como es el caso de la española Marta García) está luchando por cumplir un sueño que, aunque se les antoja lejano y difícil, nunca abandonarán.
