Nico Rosberg, el hombre que consiguió superarse a sí mismo
Tras 206 Grandes Premios -en 11 temporadas-, 30 pole position, 57 podios y 23 victorias; Nico Rosberg se ha hecho en el Gran Premio de Abu Dabi con su primer Campeonato del Mundo de Fórmula 1. Tras una intensa temporada en la que la lucha con Lewis Hamilton ha durado hasta a última vuelta, el alemán ha salido victorioso convirtiéndose en el segundo hijo de Campeón del Mundo en llegar a lo más alto.
Nico Rosberg nació en Wiesbaden, Alemania, el 27 de junio de 1985. Su padre, Keke Rosberg, era piloto de Fórmula 1 por aquel momento y, por tanto, viajaba por el mundo junto al gran circo. Con su madre, Sina Rosberg, pasó gran parte de su infancia en Mónaco. Llevaba la velocidad en los genes por lo que cuando, prácticamente, acaba de empezar a andar se subió en un kart, no sorprendió a nadie.
Sus primeros pasos los dio a mediados de los noventa en Francia, donde se alzó con varios títulos en las categorías que participó subido a un kart. Por aquel entonces corría con la bandera finlandesa, país de origen de su padre. A principios del nuevo siglo, dio el salto a la Fórmula BMW, campeonato de iniciación que desafortunadamente ya ha desaparecido. Se llevó el Campeonato logrando nueve victorias de la veintena de carreras disputadas -¿os suena?.
Danke Mama und Papa ❤️❤️ pic.twitter.com/2h9qZLbjve
— Nico Rosberg (@nico_rosberg) 27 de noviembre de 2016
Sus logros deportivos se sumaban a los recursos que Keke tenía en el momento y que le allanaron el camino en su camino a la Fórmula 1. De hecho, en el 2002 se subía por primera vez a un Williams en el Circuito de Jerez, convirtiéndose en uno de los pilotos más jóvenes de la historia en hacerlo con tan solo diecisiete años.
Tras pasar por la Fórmula 3 Euroseries, donde no obtuvo grandes éxitos, dio el salto en 2006 a la recién fundada GP2 con el equipo ART. Más aún, se convirtió en el primer campeón de la categoría de promoción más valorada a día de hoy tras ganar a otro hombre con el que coincidiría después, Heikki Kovalainen. Esa temporada compaginó su trabajo en el equipo francés con el de piloto probador del equipo Williams.
Demasiadas victorias sin título
El salto definitivo a la Fórmula 1 llegó en 2006 de la mano de Williams Cosworth. Como compañero de equipo que Mark Webber, Rosberg debutó en el Gran Premio de Baréin con una satisfactoria séptima posición. Su primer año estuvo marcado por el numeroso número de abandonos que tuvo.
Con un poco más de experiencia y después de que Williams comenzase a montar motores Toyota, los resultados del alemán mejoraron. A pesar de tener un inicio de temporada complicado, terminaron el año en los puntos en 2007. Su primer podio llegó en el Gran Premio de Australia de 2008. Rosberg subió al tercer cajón junto con Lewis Hamilton y Nick Heidfeld en un gran premio inaugural en el que tan solo seis pilotos terminaron la carrera.
Por desgracia, la temporada no fue reflejo de su inicio. A pesar de haber puntuado en varias carreras y de la segunda posición lograda en el primer Gran Premio de Singapur -el del famoso crashgate- tan solo pudo ser 13º en el Campeonato.
En 2009, los resultaron mejoraron notablemente y Rosberg consiguió atraer la atención de Mercedes. Un año después, con la vuelta del fabricante alemán a la Fórmula 1 -de forma oficial- Nico fichaba por el equipo de Toto Wolff como compañero de nada más y nada menos que Michael Schumacher.
A pesar de que los resultados no llegaron en los primeros años, con el fin de la era Red Bull y la llegada de la nueva generación de unidades de potencia y monoplazas, Mercedes consiguió dar con el botón mágico que les aupó a lo más alto. Entre 2010 y 2013, Nico se "conformó" con superar a Schumacher en la clasificación general de cada año. Tras la retirada del Kaiser, Rosberg coincidió con otro antiguo amigo, Lewis Hamilton.
Lo que seguro que no se esperaba cuando le dijeron quién sería su nuevo compañero de equipo, era que iba a ser su mayor quebradero de cabeza. Con un Mercedes ganador, Rosberg estuvo a la altura del ahora tres veces Campeón del Mundo en varios momento pero los dos primeros títulos se decantaron del lado del británico.
2016 era su año
En 2015 estuvo realmente cerca de su compañero de equipo... aunque no lo suficiente. Los ceros de Italia y Rusia pesaron demasiado a la hora de la verdad, pero el final de temporada de Rosberg fue impresionante. Tres victorias consecutivas que convirtió en siete con las tres primeras posiciones en Australia, Baréin, China y Rusia en 2016. Las estadísticas decían que quien ganaba más de tres carreras consecutivas en un inicio de temporada estaba destinado a llevarse el Campeonato. Y así ha sido, pero no sin sufrir antes.
El incidente en la primera curva del Gran Premio de España supuso un punto de inflexión. La tensión entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg comenzaba a afectar gravemente al equipo completo que se dividía en dos. El británico culpaba del mal inicio de temporada a la decisión de la directiva del equipo de intercambiar el equipo de mecánicos.
Las siguientes carreras se complicaron para el ya Campeón del Mundo hasta tal punto de terminar cediendo la primera posición del campeonato a Hamilton. De hecho, el británico mantuvo el liderato hasta el Gran Premio de Singapur, después de tres nuevas victorias consecutivas del alemán.
Un fallo de motor dejaba fuera de juego a Lewis Hamilton en Malasia cuando cabalgaba hacia una nueva victoria. Con los quince puntos que sumaba en esa carrera, Rosberg conseguía una cómoda ventaja que tan solo tenía que conseguir administrar con cabeza hasta el Gran Premio de Abu Dabi.
Y así era. Hamilton se llevaba la victoria de las cuatro últimas carreras del año. Aunque al igual que le sucedía a Rosberg en 2015, los puntos logrados no eran suficientes.
Familia de campeones
Nico Rosberg se ha convertido en el segundo piloto de la historia hijo de Campeón del Mundo, en llegar a lo más alto. Keke Rosberg ganó su primer y único título en 1982, con tan solo una única victoria. Hace ya 34 años de este momento, pero seguro que hoy ambos lo han tenido muy presente.
Keke, en un segundo plano desde hace ya varias carreras para no perjudicar a su hijo, veía su victoria desde Dubai, a una hora del circuito. Y aunque el reencuentro se hacía de rogar, finalmente la familia al completo se reunía para celebrar el ansiado título.
Antes que ellos, Damon Hill se proclamó Campeón del Mundo en 1996, veintiocho años después del último título de su padre, Graham Hill, en 1968. En este caso Hill padre -único poseedor de la Triple Corona del Automovilismo- desgraciadamente no pudo vivir este momento con su hijo.