De cara a 2016, FIA y ACO estaban trabajando en una nueva reglamentación para los GT que permitiera a los fabricantes contener los costes y darles la oportunidad de con un sólo desarrollo, abarcar el mayor número de clientes posibles. De esta forma, las actuales clases GTE y GT3 dirían adiós dando paso a una especie de clase común que tendría como uno de sus principales objetivos controlar los costes.
Las clases GT y GT+ se habían pensado para sustituir a los GT3 y GTE respectivamente. Contarían con un desarrollo de chasis único que serviría para ambas categorías y se buscarían las diferencias prestacionales en motor y aerodinámica. De esta forma, se establecerían dos escalones dentro de los GT, uno con mayor evolución y pensado para equipos oficiales y otro inferior enfocado a equipos privados.
A pesar de contar con el más que fundamental apoyo de las marcas, el principal escollo para este cambio ha sido Stéphane Ratel. El fundador de SRO no tiene intención de renunciar a los GT3 y teniendo en cuenta que las Blancpain GT Series (Endurance y Sprint) son el principal acomodo de estos vehículos, se corría un riesgo de desarrollar una reglamentación sin un campeonato en el que participar. De momento, la próxima reunión para tratar este asunto tendrá lugar el próximo 6 de junio, veremos si son capaces de dar algún paso adelante.
