Pese a quien le pese, España sigue siendo el país preferido de los equipos de Fórmula 1 para hacer sus test. Otros países han intentado en los últimos años albergar las pruebas de pretemporada, incluso Baréin lo consiguió, pero no fue igual. De hecho, podríamos decir que fue un desastre. Un año más tarde, los test invernales volvieron a la Península, de donde no se han movido desde entonces.
1. El clima mediterráneo les ahorra sustos
Suena a tópico, pero es que España tiene un clima envidiable. Teniendo en cuenta que tienen solo dos días de filming day -de test privados encubiertos- con el coche de la temporada vigente y justo el día que han reservado el circuito diluvia. El plan de trabajo previsto, evidentemente, se va al traste.
También tenemos que tener en cuenta que la lluvia es un factor de riesgo más. Todos sabemos que las posibilidades de sufrir un accidente se multiplican exponencialmente y que en pretemporada, cuando los equipos tienen un solo coche para los test y no tienen recambio de todas las piezas, un pequeño golpe es una tragedia.
Esto en lo que a los test privados y jornadas de grabación respecta, pero qué decir de los test colectivos de pretemporada. Actualmente, disponen de dos tandas divididas en dos semanas con cuatro días de trabajo en cada una de ellas.
Antes de llegar al Gran Premio inaugural de la temporada en Australia, los equipos tienen ciertas comprobaciones que hacer y sobre todo, muchas piezas nuevas que poner a prueba. Del número de horas trabajo disponibles en pista, puede depender la posición que ocupen sus pilotos en las primeras carreras de la temporada.
2. Altas temperaturas para los neumáticos
Además de poner a prueba los coches que han construido, los equipos tienen que poner a descubrir durante la pretemporada cómo reaccionan también los neumáticos de Pirelli. Esto resulta imposible en lugares en los que las temperaturas extremandamente bajas impidan que los compuestos rindan de forma adecuada.
Aunque las temperaturas del mes de marzo en Barcelona, no son las mismas que en mayo, suelen ser lo suficientemente altas como para que los equipos puedan recoger datos fiables y que les resulten útiles a lo largo del año. Aunque ya sabemos que este año una ola de frío está complicando la vida a los equipos.
3. La calidad y cantidad de circuitos
A pesar de que Montmeló es el circuito elegido por los equipos -son los equipos de Fórmula 1 los que contratan el trazado- porque forma parte del calendario oficial, en España hay varios trazados más con homologación FIA para acoger test de Fórmula 1.
Jerez, por ejemplo, fue sede de los entrenamientos de pretemporada hasta hace relativamente poco tiempo. Que en el mes de febrero se pudiese pasear tranquilamente por la ciudad andaluza en manga corta, cuando en el norte de Europa la nieve aún predomina en los paisajes, seguro que era uno de sus grandes puntos a su favor.
Fernando fires up and heads down the pitlane. A proud moment for the team as our #MCL33 lays rubber for the first time. #BeBrave 🔊 pic.twitter.com/FwOnnGeDMw
— McLaren (@McLarenF1) 23 de febrero de 2018
Los circuitos de Navarra y Aragón aunque no han acogido test oficiales de Fórmula 1 por el momento, es escenario habitual de sesiones privadas.
4. Cercanía a la fábrica
Es habitual que durante los test de pretemporada los equipos reciban mejoras directamente de la fábrica a medida que van pasando las jornadas de test. La accesibilidad del circuito y la cercanía con las sedes es esencial en el desarrollo activo de los coches.
Además en caso de accidente si son necesarios recambios que no tengan a su disposición en el circuito, en unas horas pueden recibirlos sin grandes problemas.
Este fue el principal inconveniente con el que se encontraron en Baréin. El clima y la temperatura no eran problema, pero Europa estaba demasiado lejos como para que las piezas llegasen a tiempo.
5. Experiencia previa
El Circuit de Barcelona-Catalunya no es un desconocido para equipos y pilotos. Allí ya han trabajado antes. Han recopilado en años anteriores miles de datos que les permiten saben, antes incluso de ir, cómo deberían reaccionar sus monoplazas.
Esto les ahorra muchísimo tiempo y no olvidemos que con los pocos días de test que hay, cada minuto vale su peso en oro.