Como cada mes de mayo, desde hace mucho tiempo, la Fórmula 1 llega al Gran Premio de Mónaco. La cita con más glamour y VIP de la temporada que tiene en las calles de Montecarlo su razón de ser. Un gran premio creado en 1929 por Anthony Noghes, que da nombre a la última curva del trazado (aquí encontrarás un buen puñado de información sobre el mismo), con el objetivo de atraer a los turistas. Y vaya sí lo consiguió.
Pero las curiosidades del Gran Premio de Mónaco no acaban en las fiestas, el champán y los yates del puerto. Se trata de la única carrera de la temporada en la que los entrenamientos libres se celebran los jueves en lugar de los viernes, y aquí tienes la razón del cambio. Así que si no eras consciente de este detalle, lo mejor es que te pases por los horarios y no perderte nada el sábado y el domingo.
El hecho de que ayer se celebrasen las dos primeras sesiones de entrenamientos libres hace que podamos tener una imagen algo más clara de lo que nos espera. Y es que a pesar de que en Montecarlo el motor pasa a un segundo plano, los Mercedes AMG siguen teniendo todas las papeletas a llevarse la victoria.
Pero los factores externos, podrían darnos algo de interés. El miércoles, Fernando Alonso reconocía que no esperaba sorpresas en esta carrera, salvo presencia de la lluvia. Dicho y hecho, tras ver como Lewis Hamilton y Nico Rosberg dominaban la primera sesión, el líquido elemento hacía acto de presencia unas horas después permitiendo que Fernando Alonso consiguiese el mejor tiempo de la sesión. Eso sí, dando poco más de una decena de vueltas lo que nos dice que la sesión no sirvió demasiado para el trabajo de cara a la carrera.
Pero no nos engañemos, el sábado, si el cielo respeta la carrera, los Mercedes AMG parten con todas las opciones de alzarse con la sexta pole de la temporada. Y ya sabemos que en las calles de Montecarlo, salir desde las primeras posiciones equivale a hacerse con muchas papeletas para ganar la carrera. El domingo, saldremos de dudas.
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