Si antes pedimos a quien tengamos que pedir que el R29 sea un monoplaza que nos permita ver a Fernando Alonso luchando nuevamente por el título, me encuentro en el Marca una entrevista a Pedro García, ingeniero aerodinámico en Renault, que habla del R29 que ya está recibiendo soplos del túnel del viento de Enstone. Por el momento, el mensaje que envía Pedro es de optimismo total:
"Lo que puedo decir es que todo lo que estamos poniendo en el coche tiene muy buena pinta. Que nadie piense que por haber desarrollado el R28 hasta el final hemos dejado de lado el nuevo. La solución para rendir en ambos terrenos fue trabajar el doble de horas, de 8 a 16 muchos días, y visto lo visto hay mucha ilusión en Enstone. Vamos a ver cositas interesantes el año que viene".
Es un alivio saber que Renault no desvió recursos del R29 para mejorar hasta el último instante el R28, sino que lo que hizo fue doblar las horas de trabajo (¡si me oyen decir esto los sindicatos!). Aunque el KERS sea uno de los grandes nombres para 2009, no es ni mucho menos lo que más preocupa en el diseño del monoplaza del año que viene: "el verdadero gran reto del R29 consiste en recuperar el apoyo aerodinámico que los planteamientos iniciales de la FIA reducían al 50 por ciento y adaptarse a la vuelta a la competición de los neumáticos lisos".
Para ayudar a lograr el coche que todos esperamos, sobre todo Fernando Alonso, en Renault confían ciegamente en el recién comparado super ordenador Xtreme-X de Appro, capaz de calcular 38 billones de operaciones por segundo, y que lleva trabajando en el R29 hace ya unos meses: "Desde luego está dando sus frutos, porque es el más poderoso de la Fórmula 1 y aquí el tamaño sí importa, cuantos más procesadores trabajan juntos más casos y supuestos puedes probar y desechar".
Por lo menos, parece que la cosa pinta bien de inicio. El problema es que a lo mejor piensan lo mismo en Ferrari, McLaren, Honda, Toyota...
Vía | Marca