En la última semana han surgido diversas informaciones que apuntan al retraso en los trabajos sobre el nuevo monoplaza que Ferrari pondrá en pista la próxima temporada, y sobre el que hay puestas muchas esperanzas para acabar con el incontestable dominio de Mercedes en la categoría.
Se especuló con los días 19 o 20 de febrero como posibles fechas de la presentación del nuevo Ferrari, apenas un par de días antes de los tests de Montmeló, aunque en realidad aún no hay fecha oficial para que el nuevo monoplaza de la Scuderia vea la luz.
El retraso en el Ferrari de 2016 está confirmado
Lo que sí se ha comentado, e incluso el mismísimo Sergio Marchionne ha hablado sobre ello, es que en Ferrari pusieron demasiados recursos en seguir mejorando el SF15-T de 2015 y retrasaron algunas tareas del proyecto de 2016, hasta el punto de ir ahora con retraso en los plazos.
Sin embargo, según el propio Marchionne, estos retrasos están bajo control y no comprometerán la competitividad del coche para la temporada 2016. De hecho, el presidente de Ferrari no duda que el Ferrari de 2016 será un rival directo de los Mercedes.
La agresividad técnica en el diseño podría ser la causa
En la misma línea de información, La Gazzetta dello Sport ha filtrado informaciones según las cuales los retrasos se deben a que Ferrari estaría desarrollando un morro corto al límite del reglamento (y que traerá nuevamente una suspensión delantera push-rod).
El mensaje es claro: Ferrari quiere apurar hasta el último segundo para llegar a Australia con un coche que de guerra a los Mercedes, y parece ser que en la Scuderia están dispuestos a apostar fuerte en las interpretaciones técnicas del nuevo monoplaza.
Si la línea técnica iniciada en 2015 sigue su curso, 2016 puede ser un año en el que nos divertamos de lo lindo.
