Titula David Plaza en su columna de opinión en la revista Grand Prix: "No eran seis, eran ocho", en referencia a las famosas décimas de las que tanto se habló si llevaba o no llevaba Fernando Alonso en su chistera, y desde luego, no le falta razón. Este tramo final de temporada ha sido una muestra más que contundente de que Renault ha sido capaz de evolucionar el flojísimo R28 de principio de año, y de que Alonso es mucho más que un simple piloto cuando se le deja marcar el camino para desarrollar un coche.
Pero ahora que ya sabemos que el año que viene Fernando Alonso seguirá en Renault, cabe preguntarse cuántas de esas décimas que ha mejorado en el tramo final el R28 han sido a costa de "robarle" otras tantas al R29. O lo que es lo mismo, por el bien de la próxima temporada, a la que le iría estupendamente bien tener a Alonso luchando por las victorias en un R29 competitivo, esperemos que la escudería francesa no tenga que pagar el haber seguido evolucionando el R28 cuando a lo mejor tocaba centrarse a tope en el R29.
Este debate ya surgió en su día, y el principal problema que la escudería francesa tenía sobre la mesa era básicamente que si daba por pérdido al R28, podrían estar dano por pérdido a la vez a Fernando Alonso, y otra cosa no, pero en Renault son conscientes que si existe un piloto que puede guiarles nuevamente a la cima ese no puede ser otro que no sea Fernando. Y sólo por eso seguro que ha valido la pena volcarse en mejorar el R28.
Y ya que insisten en hacernos creer que ya casi es Navidad con la iluminación de las calles ya preparada, pues me empaparé del espíritu e iré preparando la carta a los reyes: para 2009, quiero un Mundial con Ferrari arriba, McLaren arriba, BMW Sauber arriba, y, sobre todo, un R29 que permita a Renault y Fernando estar también arriba. Si es así, podemos divertirnos de lo lindo.
