El alumbrado en el coche es un elemento clave en varios sentidos: gracias a las luces, podemos ver por dónde vamos en condiciones de baja visibilidad y pueden vernos los demás conductores, y por ello puede considerarse un sistema de seguridad activa (o sea, un sistema que evita los accidentes). El problema es que en los últimos tiempos podemos enumerar una serie de problemas generales en relación al uso y mantenimiento de las luces.
Hoy vamos a detallar por completo el sistema de alumbrado del coche, con las funciones que realiza cada juego de lámparas y cómo y cuándo se utilizan. Así que prepárate para saberlo todo sobre el sistema de alumbrado del coche.
Enciende las luces
En nuestros coches disponemos de una serie de luces que sirven para cada ocasión concreta, y que podemos resumir en:
- luces de posición
- de cruce
- de largo alcance
- intermitentes
- luces antiniebla
- luces de freno
- luces de emergencia
Estas luces se accionan mediante los mandos específicos, que pueden variar en cada coche, pero que se concentran en las palancas que acompañan al volante, y a un selector de tipo de luz (posición, corto alcance y las antiniebla) que suele estar al alcance de la mano, pero fuera del entorno inmediato del volante.
El primer paso es conocer exactamente qué luces tenemos al alcance (todas en los vehículos más modernos) y dónde se accionan. A partir de ahí, solo nos queda encender las luces cuando es necesario, y para eso tenemos las siguientes claves (que deberías saber, pero que no está de más recordar).
Usos de las luces en el coche
Hoy en día, las luces de posición se encienden a la vez que las luces de corto alcance (por eso, cuando veas un coche al que le ha fallado una lámpara de corto alcance, verás una luz más tenue). Las luces de posición de por sí sirven, exactamente, para mostrar la posición del coche en un caso de oscuridad completa. El código dice que, si aparcamos en una travesía de noche, debemos dejar encendidas las luces de posición. Con eso señalizamos nuestro coche, pero honestamente, parece raro que vayamos a estacionar en una travesía.
El uso de las luces de cruce, o corto alcance, es bastante intuitivo, también: se pueden accionar de día (aunque para eso existen las luces de conducción diurna, pero las de cruce hacen las veces esa función), se activan cuando nos metemos en un túnel (por muy iluminado que esté, se encienden), cuando anochece, cuando llueve... y sirven perfectamente mientras la visibilidad no sea muy escasa.
Las luces de largo alcance son otra historia. Con esas lámparas tendremos una visibilidad muy interesante, podremos ver lejos de noche, apreciar detalles, e ir muy seguros a velocidades legales. Se usan en conjunto con las de cruce, o bien de forma independiente. Las luces de largo alcance deben usarse siempre que sea posible cuando conducimos de noche, es decir, siempre, menos cuando:
- no esté justificado (visibilidad suficiente como para salir del paso con las luces de cruce).
- podamos deslumbrar a otro conductor, tanto los que van en sentido contrario, como los que vamos a alcanzar.
- circulemos en zona urbana (porque no está justificado su uso debido a la iluminación presente).
Las luces largas se utilizan también mediante ráfagas para avisar de determinadas acciones, como por ejemplo, un adelantamiento. Con ráfagas de corta duración, avisamos al conductor que nos precede de que vamos a iniciar una maniobra de adelantamiento. De esta forma trataremos de evitar el clásico caso en el que iniciamos una maniobra y el vehículo que nos precede nos "tapa", ya sea por despiste, o en el peor caso, por mala fe.
Las luces de freno son autoexplicativas, son aquéllas luces que permiten que los conductores que van detrás nuestra sepan que estamos iniciando una frenada. Es un sistema de seguridad activa en sí mismo. Junto a las luces de emergencia (las cuatro intermitencias activadas) nos sirven para avisar de que realizamos una frenada de emergencia, aunque muchos coches ya incorporan un sistema de luces de freno que parpadea insistentemente cuando frenamos a fondo.
Los intermitentes también son autoexplicativos, aunque su uso general deja mucho que desear. Hay que usarlos para informar de nuestra intención de realizar una maniobra, la que sea, y por supuesto no nos dan prioridad: no sirven para avisar de que estamos haciendo una maniobra, sino de que tenemos la intención de empezar la maniobra cuando sea seguro. Es una luz informativa, y precisamente por eso debemos utilizarla para que los conductores sepan qué vamos a hacer, y actuar en consecuencia.
No tiene sentido utilizar un intermitente si circulamos completamente solos, pero sí tiene sentido hacerlo cuando conducimos en compañía.
Por último, pero no menos importante, están las luces antiniebla. como ya hablamos de ellas de forma extensa, te recomendamos que eches un vistazo al post en cuestión, todo lo que necesitas saber sobre las luces antiniebla.
Continuaremos este interesante tema en otro artículo sobre el mantenimiento del sistema de alumbrado en el coche.
En el Espacio Toyota:
- Las luces antiniebla: cómo y cuándo usarlas para conseguir máxima visibilidad
- Todo lo que necesitas saber sobre los frenos
- Todo sobre los frenos: detección de problemas
- Los sistemas de seguridad pasiva más utilizados en el coche
- Los diez sistemas de seguridad activa del coche más conocidos
- Cómo conducir bajo la lluvia con total seguridad
- El tiempo de reacción y la seguridad en el coche