Puede que por el viejo continente la gente de Dodge no sea muy conocida, pero aún así debemos darles las gracias. La firma americana amparada por el Grupo FCA sigue manteniéndose fiel a unos principios muy tradicionales que nos regalan de cuando en cuando coches como el Dodge Charger SRT Hellcat Widebody.
Tomando como base la musculosa berlina americana de cuatro puertas, el Charger recibe no sólo el poderoso motor Hellcat del Challenger SRT con el mismo nombre, sino que además ahora también ha estrenado un nuevo traje más amenazante con un kit de carrocería ensanchado y numerosos detalles que le hacen un rara avis fuera de las fronteras americanas.
La carrocería Widebody llega también a los Hellcat y Scat Pack
Partiendo del Charger SRT Hellcat, Dodge ha incluido en su catálogo la versión Widebody, ensanchando casi 9 cm la anchura del conjunto con unos prominentes pasos de rueda, además de unos paragolpes de nueva factura que los unen a la carrocería.
Dentro de los huecos para las ruedas nos encontramos ahora con un nuevo juego de llantas de 20 pulgadas con unos grotescos neumáticos de 305 mm de anchura. El capó también es nuevo, con una gran joroba central ranurada para dejar que el enorme motor de la bestia respire a pleno pulmón.
Bajo el voluptuoso capó se encuentra el mismo propulsor HEMI V8 de 6.2 litros de cilindrada alimentado mediante un gran compresor que escupe sobre el tren posterior una potencia de 717 CV y 881 Nm de par motor. La eficiencia y la suavidad son adjetivos que no le son familiares pero precisamente por eso nos hace erizar todo el vello de nuestro cuerpo, siendo además la berlina de serie más poderosa del mundo.
Pero no acaban en el apartado estético los cambios porque también se ha afinado el chasis con nuevas barras estabilizadoras más gruesas, amortiguadores un 34% más duros que los del modelo del que deriva, frenos más grandes con pinzas de seis pistones y una nueva dirección asistida eléctricamente con dureza variable.
Inspirado en el mundo de la competición, el Widebody dispone ahora de cuatro nuevos gadgets: Race Cooldown (refrigeración del compresor con el motor apagado), Line Lock (para unos burnouts perfectos), Launch Control y Launch Assist (ambos gestionan el par para conseguir salidas de infarto).
Con todo esto, el Dodge Charger SRT Hellcat Widebody puede alcanzar lo 96 km/h desde parado en 3,6 segundos y abatir el cuarto de milla en menos de 11 segundos: 10,96 segundos según la marca para ser exactos. La velocidad máxima de esta bestia es de 315 km/h. ¡Casi nada!
Aparte, esta nueva generación que también estará disponible en variante Scat Pack (6.4 V8 HEMI de 492 CV) incorpora un alerón trasero distinto así como una tapicería diferente y un nuevo paquete de conectividad Uconnect 4C que es compatible con Apple CarPlay y Android Auto.