Tesla está consiguiendo sus objetivos poco a poco. Ha logrado calar en una industria en la que eran nobeles, han conseguido revolucionar el hasta su llegada casi inerte avispero de los coches eléctricos e incluso han demostrado ser fiables. Ahora, por fin, están empezando a contener el coste de sus vehículos.
Aquellos que estaban buscando una berlina grande y eléctrica están de enhorabuena, porque el Tesla Model S ha rebajado su precio en 2.000 euros sin previo aviso.
El Tesla Model S se abarata mientras espera la renovación
Tras haber sido uno de los referentes en el sector de los coches eléctricos y uno de sus principales impulsores, el Tesla Model S está perdiendo fuelle. Las ventas en Europa de la berlina eléctrica de lujo se han mantenido más o menos estables entre 2015 y 2019 con entre 15.169 y 17.386 unidades vendidas respectivamente, salvo con un 2016 un poco flojo donde cayó a 11.564 unidades.
El pasado año 2019 sus cifras han sufrido un batacazo considerable quedándose en menos de la mitad de las conseguidas en 2018, con solo 8.635 unidades mientras las ventas de coches eléctricos se duplicaban en España. En 2020 sus ventas siguen cayendo en picado, incluso antes de la irrupción de la pandemia en el viejo continente. En Estados Unidos la pauta ha sido exactamente la misma.
Para revertir esta situación y sin renovación en el horizonte de un modelo cuya base data de 2012, Tesla ha decidido rebajar el precio de su Tesla Model S de acceso de manera sustancial. La firma americana ha recortado el precio de su berlina grande en 2.000 euros sin previo aviso.
Ahora el Tesla Model S Gran Autonomía con dos motores eléctricos y 610 km de autonomía según ciclo WLTP cifra su precio al contado en 80.970 euros (antes 82.990 euros con impuestos), mientras que el Performance de 593 km de autonomía se queda por debajo de los 100.000 euros con 97.970 euros. El Tesla Model S Plaid por su parte se mantiene inalterado en 140.970 euros para sus ingentes 1.100 CV y 840 km de autonomía.
Por otro lado, esta rebaja en el precio también podría estar motivada por una contención en los costes de fabricación en los coches de Tesla. Al fin y al cabo era uno de los objetivos marcados por la compañía de Elon Musk para agitar el mercado de los coches eléctricos y hacerlos paulatinamente más accesibles.
Los años no pasan en balde y si bien Tesla ha introducido mejoras en el Model S como la ampliación de la autonomía hasta los 610 km, mejoras puntuales en el chasis y actualizaciones constantes de software, la competencia está apretando cada vez más fuerte al coche eléctrico americano. Incluso la competencia interna, porque el Tesla Model 3 ha supuesto la llegada de una opción mucho más interesante y sobre todo razonable de cara al mercado.
Entre tanto seguiremos esperando a que Tesla se decida a renovar el Tesla Model S, cuya actualización estaba prevista para 2020 aunque los planes de toda la industria han sido trastocados debido al coronavirus.
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