El pasado jueves 25 de junio tuvo lugar en el Hipódromo de la Zarzuela de Madrid la segunda edición de Autobello, el Certamen de los coches y motos más bellos del año. Hasta allí se acercó Motorpasion para saber que máquinas participaban y poder contároslo de primera mano.
La realidad es que en Autobello había un poco de todo, desde auténticas joyas como un Ferrari Dino o un Lamborghini Espada hasta coches modernos como un precioso Porsche 911 GT3 RS en color blanco y con las llantas negras que ponía los pelos de punta.
También destacaban los Porsche 911 Turbo, con más de cuatro unidades. Nos llamó la atención los pocos Ferrari que había, simplemente un par de F430, el citado Dino y un par de Testarossa. Y precisamente un Testarossa fue el coche que posiblemente más desentonaba en todo el certamen.
Se trataba de un Testarossa completamente tuneado, en color blanco y con el interior en color blanco y negro, una auténtica aberración a la vista que nunca debería ser admitido en un concurso que pretende premiar la elegancia y el glamour de los coches que en el participan.
Pero ahí no acababa todo, ya que detrás del citado Testarossa un mastodóntico Audi Q7 en color verde mate también había pasado por las manos de algún desalmado preparador de tuning, al igual que el Porsche Cayenne Gemablla en color blanco e interor rojo chillón que lucía a su lado. Lo peor de este último llegó cuando lo encendieron y pudimos escuchar el ruido que hacía, más parecido al de la máquina que corta el cesped del recinto que al de un auténtico Porsche.
Dejemos de darle importancia a esas desafortunadas unidades que estuvieron en Autobello y centrémonos en los que realmente valían la pena. Llamaba mucho la atención también un precioso Renault Clio V6 fase II en color azul.
No faltaban otros como el nuevo Ford Focus RS en color verde, que destacaba con su imponente alerón entre el elenco de reliquias que a su lado estaban aparcadas. Siguiendo con los coches modernos, un Aston Martin Vanquish en color blanco con las llantas negras también hacía acto de presencia allí, despertando la admiración de los amantes de los coches británicos.
Y siguiendo con Aston Martin, uno de los más espectaculares era un Zagato Volante, una unidad muy poco habitual y complicada de ver en persona. Un KTM X-Bow y un Cobra (una réplica) completaban parte de las maravillas que allí se pudieron ver.
En el apartado de motos el nivel era bajísimo. Un par de Can-Am Spider que realmente no son motos y alguna custom debidamente tuneada también en color blanco. Ni una sola Ducati, MV Agusta, Benelli y maravillas por el estilo.
No pudimos quedarnos hasta el final del evento para ver que coche era el ganador, pero justo cuando nos íbamos, entraba hacia la zona dónde se estaba celebrando el acto de entrega de premios un Lamborghini Countach negro. Algo me dice que ese fue el elegido…
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