Este DeLorean es una verdadera cápsula del tiempo sin necesidad de condensador de fluzo. Desde que salió de fábrica solo ha tenido dos propietariosque lo han preservado en un estado de conservación impecable. Tanto es así, que ha pasado sus días como coche de exposición y apenas tiene 280 km en el odómetro.
Ahora está buscando un nuevo garaje donde le den cariño y saldrá a subasta el próximo 27 de enero en un evento que llevará a cabo la casa de subastas RM Sotheby´s en Arizona (EEUU). Los expertos esperan que esta máquina del tiempo tan especial alcance un precio de entre 80.000 y 105.000 euros.
Como recién salido “del pasado”
Este deportivo de diseño característico firmado por el gran Giorgetto Giugiaro solo estuvo dos años en producción. De no ser porque se convirtió en la piedra angular de la saga cinematográfica de 'Regreso al Futuro' dirigida y escrita por Robert Zemeckis, es muy probable que el DeLorean DMC-12 habría acabado cayendo en el olvido.
Pero su suerte cambió cuando Marty McFly lo usó para viajar en el tiempo. Gracias a esta saga, el DeLorean se ha convertido en modelo icónico que resucitará en forma de modelo eléctrico.
La historia del DeLorean DMC-12 está directamente relacionada con la de John Z. DeLorean. Este ingeniero, inventor y empresario estadounidense nació en Detroit en el seno de una familia de origen rumano. En la década de 1950 irrumpió en el sector de la automoción con el mismo descaro con el que Elvis Presley le robó los focos a Frank Sinatra en la misma época y su ascenso fue absolutamente meteórico.
Primero fue contratado por Chrysler, después por Packard y poco más tarde le reclutó General Motors (GM) por una suma indecente en la época. A los mandos de Pontiac dio vida al brutal Pontiac GTO con el que la compañía quería batir a Ferrari. Sin embargo, su llamativo estilo de vida no encajaba con la cultura conservadora de la alta dirección de GM.
Viendo que la presidencia global de la compañía no estaba a su alcance DeLorean dejó GM en 1973 para perseguir su sueño de construir su propio coche deportivo. Así nació la DeLorean Motor Company. Fiel a como se mostraba en los bocetos del maestro Giugiaro, el DMC-12 se fabricó en Irlanda del Norte.
Con sus puertas de ala de gaviota y paneles exteriores de la carrocería en acero inoxidable cepillado el DeLorean DMC-12 parecía un adelantado a su tiempo. El chasis y la suspensión se basaban en gran medida en el Lotus Esprit, mientras que el motor era un V6 PRV de 2.8 litros que nunca fue muy potente (130 CV). Se fabricó entre 1981 y 1983, periodo durante el cual se estima que se produjeron unos 9.000 ejemplares.
La unidad que ahora busca nuevo dueño salió de fábrica en noviembre de 1981 con el interior en color gris y una transmisión manual de cinco velocidades.
Fue enviado a Estados Unidos a bordo del Orange Ace con destino al puerto de entrada de Wilmington (Delaware) y fue trasladado hasta el concesionario oficial de DeLorean, “Tomsic Oldsmobile & Cadillac Inc.” en Canonsburg, Pensilvania, donde no encontró su sitio hasta un año después.
Ya en 1982 le añadieron entre otros elementos las rayas laterales, las alfombrillas, la funda del coche y un kit para su cuidado que elevaron su coste por encima de los 26.000 dólares de la época.
Pero pasaban los meses y como era extremadamente caro y no encontraba dueño, le aplicaron una rebaja sustancial. Su primer propietario, Vaughn Crile no dudó en aprovechar la oferta y, según la documentación oficial que acompaña al coche, lo compró el 4 de noviembre de 1982 por apenas 13.034 dólares, menos de la mitad del precio original.
Quizá en la generosa oferta tuviera algo que ver que en ese momento John Z. DeLorean estuviera enfrentándose a graves y rocambolescos problemas legales y que su empresa se acabase declarando en quiebra.
El afortunado Sr. Crile fue el propietario del coche hasta abril de 2009, cuando fue adquirido por su segundo y último propietario cuando apenas contaba con 56 km en el odómetro (lo justo para moverlo en su traslado). En la actualidad este DeLorean DMC-12 se mantiene tal y como salió del concesionario, con apenas 280 km en su odómetro y habiendo pasado toda su vida como coche de exposición de coleccionistas privados.
Con elementos como elevalunas eléctricos, aire acondicionado, radio de fábrica con casete y neumáticos modernos Falken ZE912 (aunque se entrega con su juego original de neumáticos radiales Goodyear NCT HR60), el DeLorean va acompañado de su documentación original, el manual del vehículo e incluso el folleto promocional de los 80.
También se entrega el curioso portaequipajes original con el que salía de fábrica que aún está guardado en su caja sellada esperando ser utilizado en algún gran viaje a épocas pasadas... o futuras.
Fotos: RM Sotheby's
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