El ataque sobre Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941, llevó a Estados Unidos a entrar en guerra contras las fuerzas del Eje. Esa es la gran historia, pero la Historia también está hecha de pequeñas historias, como la del primer coche blindado usado por un presidente de los Estados Unidos a consecuencia del ataque sobre Hawai. Esa limusina blindada que fue recuperada de la organización del mafioso más famoso de todos los tiempos, Al Capone.
Horas después de Pearl Harbor, el Servicio Secreto se encontró en un aprieto. El presidente Franklin D. Roosevelt iba a pronunciar su discurso del Día de la Infamia ante el Congreso al día siguiente y, aunque el trayecto entre la Casa Blanca y el Capitolio era corto, los agentes no estaban seguros de cómo transportarlo de forma segura. Especialmente, porque a Roosevelt le gustaba ir en descapotable.
Restricciones presupuestarias y Al Capone
La Casa Blanca ya contaba con una limusina especialmente construida para el presidente que éste utilizaba habitualmente, pero no era a prueba de balas, y el Servicio Secreto se dio cuenta de que esto podría suponer un grave problema ahora que el país iba a entrar en guerra. El discurso de Roosevelt iba a tener lugar a mediodía del 8 de diciembre, y el tiempo se agotaba. Tenían que conseguir un coche blindado. Y lo necesitaban ya.
En ese momento, el Servicio Secreto se enfrentaba a dos problemas insuperables. Por una parte, las normas de la época restringían la compra por parte de los organismos federales de cualquier vehículo que costara más de 750 dólares (10.455 dólares de hoy). Y por otra parte, sólo tenían menos de un día para conseguir un coche blindado.
Aunque los agentes encontrasen un coche que encajara en el presupuesto (algo imposible, pues un Cadillac 75 Imperial Sedan de serie costaba ya entre 1.300 y 3.000 dólares), era bastante obvio que no iban a conseguir un modelo blindado en menos de un día.
Sin embargo, según recuerda en sus memorias el agente Michael F. Reilly, el gobierno federal ya tenía en su poder un coche que podría servir, un Cadillac de 1928 que perteneció a Al Capone. Confiscado tras su condena por evasión fiscal, había estado aparcado en las premisas del Departamento del Tesoro desde el juicio, según cuenta.
El vehículo disponía de una capota, menos recomendable que las berlinas cerradas, y contaba con un parabrisas y cristales de las ventanillas de 25 mm de espesor. Sin embargo, la carrocería del vehículo seguía siendo la de serie y no contaba con blindaje.
Se dice que cuando al presidente Roosevelt le contaron de donde provenía el coche, Roosevelt habría contestado: «Espero que al Sr. Capone no le importe».
¿Story telling o realidad?
Es una bonita historia, sin duda, pero lo más probable es que sea todo una invención de Michael F. Reilly y que el Servicio Secreto mantenga porque sencillamente es una historia de promoción impagable. Es story telling del bueno.
¿Qué nos hace dudar de la veracidad de esta historia? De entrada, porque en el libro de Reilly, la anécdota de Roosevelt viajando en un coche de Al Capone ocurrió el 9 de diciembre, es decir, al día siguiente del discurso y el primer día de los EE.UU. en guerra.
Además, sorprende que alguien como Al Capone, con tantos enemigos, utilizase un descapotable como coche blindado. Pero lo más relevante es que el 8 de diciembre de 1941, cuando Roosevelt se dirigió al capitolio para dar el discurso que llevaría el Congreso a declarar la guerra a Japón, lo hizo en una berlina, no un descapotable.
Mike Sampson, de la Oficina de Asuntos Públicos del Servicio Secreto de EE.UU. en Washington DC, en respuesta al autor de The Capone Files, le confirmó que Roosevelt viajó ese día en una berlina, si bien hubo un descapotable en la comitiva, el presidente no lo utilizó.
Sampson acompañó su respuesta con tres fotografías (que no podemos reproducir aquí por cuestiones de derecho, pero consultables en el link superior) de ese día en los que se ven los coches de la comitiva. Y no hay ningún Cadillac de 1928.
¿Tuvo entonces Al Capone algún coche blindado? Es difícil de responder con certeza. Como todo criminal, la mayoría de sus propiedades no estaban a su nombre. Casi siempre a nombre de su esposa, Mae Capone, o de terceros de confianza.
Se sabe que la familia poseía varios coches de lujo (como dos Cadillac V16 confiscados por la justicia federal) y algún coche blindado, como el Cadillac V8 Town Sedan de 1928, sin duda el más famoso de todos, y que estaba a nombre de su esposa.
De color verde y negro, como los coches de la policía de Chicago, por aquel entonces, el coche tenían un blindaje completo, lunas y paneles de carrocería, que añadía más de 1.000 kg de peso. En principio, el V8 de 90 CV de origen no había experimentado un incremento de potencia para compensar el peso extra.
Sin embargo, no hay prueba de que Roosevelt haya en algún momento utilizado alguno de esos coches. El Cadillac V8 de 1928, por ejemplo, había sido comprado por un particular y estaba en el Reino Unido en 1941.
En cuanto al primer coche blindado nuevo entregado a un presidente de los Estados Unidos, este no llegaría hasta 1942, cuando Lincoln puso a disposición de la Casa Blanca una limusina blindada suiguiendo las recomendaciones del Servicio Secreto.