A la hora de diseñar asientos infantiles para coche lo principal es la seguridad, pero es necesario tener en cuenta otros aspectos para que verdaderamente resulten útiles, como la facilidad de instalación y colocación de las sujeciones para el niño o la comodidad. De nada sirve una silla mal colocada o si el niño no está correctamente sentado en ella.
Volvo es una marca muy implicada en la seguridad, no es sólo una fama que se creó hace décadas y de la que esté viviendo todavía. Sí, en algunos test de Euro NCAP salen mejor en la foto vehículos que aparentemente (y realmente) son más inseguros qeu un Volvo comparable, pero eso es sólo una foto, una prueba muy concreta con la que medir a todos por el mismo rasero. Un accidente real es muy diferente y ahí es donde Volvo tira de su experiencia, como sucede con las sillitas de niño.
Lo primero sería educar a los padres y hacerles conscientes de que lo ideal es que los niños viajen en sentido contrario a la marcha hasta los 3 o 4 años de edad y que utilicen sillas especiales o elevadores hasta medir 140 cm. Esto puede incluso llegar a ser fácil, pero si la silla es incómoda, da mucho calor o no deja espacio para que el niño estire las piernas, la seguridad puede irse al garete.
Volvo Cars presenta su última generación de asientos infantiles en los que el diseño no sólo se basa en la seguridad, también en comodidad para sus ocupantes y practicidad. Cuenta con tapicerías más cómodas y traspirables (80% de lana textil), mejores para climas fríos y cálidos. Su diseño es más estilizado para dejar más espacio libre para las piernas.
La gama se compone de asientos para bebés, infantiles y elevadores, se ha desarrollado junto con la marca Britax-Römer y los primeros mercados en recibirlas lo harán en el próximo mes de junio.
