Tras acometer una primera fase de preparación, fabricación de componentes y pruebas de impacto incluidas, el Volkswagen ID.3, el coche eléctrico "para millones y no para millonarios", tal y como lo definió la propia marca alemana, ya ha arrancado su fase de producción en serie y culmina así el último paso antes de que podamos verlo en las carreteras. Se lanzará de forma casi simultánea en mercados en toda Europa en verano de 2020, según la marca.
En concreto, la primera unidad en salir de la planta de montaje de Zwickau (Baja Sajonia, Alemania), que acogerá además a otros cinco modelos cero emisiones de la marca, fue un ID.3 blanco en un evento de inauguración al que acudieron la canciller Angela Merkel y, como no podía ser de otra forma, Herbert Diess, CEO del Grupo Volkswagen.
Y es que se trata de un punto de inflexión determinante para el fabricante de Wolfsburgo principalmente por dos motivos. Uno es que el ID.3 es el primer integrante de la nueva familia de vehículos libre de emisiones de Volkswagen y, por ende, el encargado de estrenar la nueva Plataforma Modular de Propulsión Eléctrica (MEB) creada por el grupo para los automóviles con este tipo de tecnología, la cual también usará Ford.
Como buen retoño primerizo, Volkswagen ha tratado también de nutrir del mayor número de novedades posibles al ID.3 a fin de convertirlo en su gran escaparate de lo que está por venir, mecánica aparte, por lo que de igual forma estrenará un nuevo airbag lateral en el centro del habitáculo además de lucir el nuevo logo de la firma como estaba previsto.
Saldrán al día 150 coches eléctricos de Zwickau
El otro gran motivo es que con la salida de fábrica de la primera unidad del compacto eléctrico, se pone en el foco mediático a la planta de Zwickau, que jugará un papel determinante en el viraje hacia la electrificación del Grupo: por primera vez, una gran planta de producción de automóviles se ha convertido íntegramente para la movilidad eléctrica, con inversiones que alcanzan los 1.200 millones de euros, según cifras del fabricante.
La instalación está actualmente en proceso de reestructuración y, una vez se alcance la fase de ampliación final a partir de 2021, producirá seis modelos MEB de tres marcas del Grupo gracias a los 8.000 empleados que allí trabajan en consonancia con más de 1.600 robots que desarrollan labores de ensamblaje.
Está previsto que esta fábrica de salida a cerca de 100.000 coches eléctricos el próximo año y, a partir de 2021, hasta 330.000 ejemplares saldrán de la línea de montaje cada año (150 al día), convirtiéndose en pionera de la transformación de la red de producción global de Volkswagen. Una cifras en consonancia con la magnitud de los planes del Grupo Volkswagen, que tiene previsto vender cerca de 22 millones de coches eléctricos en todo el mundo hasta 2028.
"El ID.3 realizará una importante contribución a la penetración de la movilidad eléctrica. Hace que la movilidad individual limpia sea accesible para millones de personas y supone un hito para nuestra compañía en el proceso de alcanzar la neutralidad en carbono en 2050”, explicó Herbert Diess durante la ceremonia en Zwickau.
En esta dirección, Volkswagen también fabricará motores eléctricos y celdas y sistemas de baterías en esta planta y en las de componentes en Brunswick, Kassel, Salzgitter y Wolfsburgo, mientras que próximamente se sumará a estas una nueva gran fábrica de celdas de batería en Salzgitter en cooperación junto con Northvolt.
Un coche eléctrico asequible con gran autonomía
Pero para cumplir con todos esos objetivos, Volkswagen tiene claro que la democratización del coche eléctrico pasa, entre otras cosas, por poner en el mercado modelos a un precio competitivo y eso es lo que busca con el ID.3, que ofertará una versión básica por menos de 30.000 euros, 10.000 euros más económica que la variante de lanzamiento, el ID.3 First Edition, con la que el fabricante inició las prerrersevas del coche eléctrico en mayo de este año.
Cabe recordar que el Volkswagen ID.3 estará disponible con tres opciones de batería. En la variante básica es de 45 kWh y promete una autonomía de hasta 330 kilómetros (según ciclo WLTP), pero también se ofertará otra con una batería de 58 kWh, que permite recorrer hasta 420 km entre cargas, y una tercera con una pila de 77 kWh y un rango de 550 kilómetros.
Además, a través de la función de carga rápida, es posible cargar el ID.3 lo suficiente para obtener 290 kilómetros en 30 minutos, utilizando una salida de carga de 100 kW.
Unas cifras nada desdeñables para el precio que promete la firma, lo que explica la gran acogida que ha recibido desde el principio por parte del mercado: antes incluso de su presentación en septiembre ya alcanzó las 30.000 reservas, y actualmente ya supera las 35.000 en todo el mundo, previo pago de un depósito de 1.000 euros reembolsables.
Por otra parte, Volkswagen explica que el coche se entrega a los clientes con una huella de carbono neutral gracias a que, por ejemplo, la producción de las celdas de batería de este modelo se utiliza exclusivamente energía de fuentes renovables. "Las emisiones que se producen durante todo el proceso de producción, que actualmente son inevitables, se compensan mediante inversiones en el proyecto climático 'Katingan Mataya Forest Protection', en la isla indonesia de Borneo, entre otros", culmina la firma.
En Motorpasión | Volkswagen Golf 8: toda la información sobre el esperado compacto de Volkswagen | Fabricar baterías de coche eléctrico conlleva un gran problema: la guerra por el cobalto