
La fiebre de los reboots y los remakes de series o películas también está muy de moda en los coches. Varias marcas han resucitado modelos míticos, o sus denominaciones, apelando a la nostalgia para ganarse al comprador. Algunos de forma más o menos acertada, otros directamente nadando en lo profano.
El problema es cuando el renacido se materializa en un coche que nada tiene que ver con el icono original, algo en lo que posiblemente estemos de acuerdo todos los que amamos los coches. También es de esa opinión el CEO de Volkswagen: "Es un error".
"Si no refleja el ADN del coche original, haz otra cosa"
Renault ha decidido resucitar al Renault 5 y al Renault 4, los dos como modelos eléctricos. De ambos sí que se puede decir que tienen el ADN de los originales, al menos se mantienen en su categoría. A lo que se añade un diseño retro con claras reminiscencias al primigenio. No es el caso de Ford o de Opel.
La del óvalo ya lleva dos sacrilegios en su haber en forma de SUV, ese segmento tan de moda pero tan poco amado por los puristas de las cuatro ruedas. Primero fue el Ford Mustang Mach-E, un SUV coupé eléctrico que gustará más a o menos, pero que nunca tendría que haber llevado el nombre del muscle car. La misma senda han seguido con otro todocamino eléctrico, el Ford Capri, que tiene cero del querido coupé deportivo setentero.
Opel ha hecho lo propio con el Frontera. Cuando oímos esa denominación es imposible no pensar en el indestructible todoterreno de los años 90 de diseño inconfundible. Ahora es el sustituto el Ford Puma. Otro SUV.
Si vuelve el Scirocco, será un Scirocco. Estos marketinianos movimientos pueden causar rechazo, como es lógico. "Según la opinión de los consumidores, es un error", reflexiona Thomas Schafer, director ejecutivo de Volkswagen en una reciente entrevista a Autocar. Lo hace a colación de volver a resucitar al Scirocco una vez más.
"Si llamas a algo por lo que no es, ten mucho cuidado. Si es un GTI, mejor que sea un GTI. Tiene que ser fiel a los genes", defiende. "Si no refleja el ADN del coche original de forma muy clara, entonces preferimos darle un nuevo nombre y hacer otra cosa".
Volkswagen, que atraviesa un mal momento por su errada estrategia con sus coches eléctricos, no ha optado por esta vía. Del ID.3 se dijo que seguiría la esencia del Volkswagen Beetle por lo de "coche del pueblo" pero en clave eléctrica. No lo ha sido, pero al menos no ha portado esa denominación que sí llevó el New Beetle, claramente basado en el original.
Schafer ha dejado claro que, de resucitar de nuevo al Volkswagen Scirocco, tendrá que ser fiel al nacido en los años 70. El relanzando en el siglo XXI, lo hizo al menos, de nuevo más o menos. Prueba de ello es que solo duró una década, pero más por su elevado precio para ser en esencia una suerte de Golf pero más caro.
Se señala que Volkswagen estaría barruntando volver a resucitarlo por tercera vez, como compacto coupé eléctrico, basado en la nueva plataforma PPE del grupo y con un diseño inspirado en el de primera generación. La misma en la que van asentarse los Porsche 718 en clave eléctrica, Boxster y Cayman, que se esperan para 2026. Aunque podrían retrasarse: Porsche no acaba de dar con la clave con la batería que equiparán.
En todo caso, y aunque se baraja el regreso del Scirocco como 100 % eléctrico, no lo hará pronto. Schafer ha señalado a Autocar que la gama de Volkswagen se mantendrá "verdaderamente básica" hasta que superen las dificultades que atraviesan. Al final el Scirocco sería un modelo de nicho como ya lo fue el anterior que no fue ni mucho menos rentable. Pero al menos sabemos que de volver, mantendrá su ADN. Se agradece.
Imágenes | Ford, Volkswagen