El escándalo Dieselgate sigue salpicando al Grupo Volkswagen. ¿Cuál es el problema? Que los vehículos oficiales de muchas autoridades y ministerios alemanes, así como de la policía estatal y federal provienen del grupo alemán, bien de Volkswagen, Audi, SEAT o Škoda, por lo que se han visto afectados por el trucaje de motores diésel.
Según informa el diario alemán 'Frankfurter Allgemeine Zeitung', el estado de Baden-Wurtemberg ha demandado a Volkswagen de nuevo -la primera demanda se inició hace más de dos años- y no será el único. Renania del Norte-Westfalia también está pensando en demandar a varios fabricantes por daños y perjuicios.
"Una obligación presupuestaria"
Según una portavoz del Ministerio de Finanzas en Stuttgart, la decisión de demandar a Volkswagen responde a una "obligación presupuestaria", ya que no han recibido compensación alguna por lo que consideran un engaño intencional.
La cabecera local explica que Baden-Wuerttemberg había tratado de llegar a un acuerdo con Volkswagen, pero se había vencido el plazo antes de alcanzarlo. Según recoge Reuters, desde el grupo alemán no tienen conocimiento de las reclamaciones.
Como el escándalo afecta a casi todo el país, incluyendo a la policía, se ha pedido a todos los ministerios que determinen la cantidad de vehículos involucrados, de forma que se pueda calcular la cantidad con la que el estado alemán debería ser compensado.
Hasta ahora, Volkswagen siempre ha defendido que los vehículos cumplen con la normativa, técnicamente son seguros y son aptos para conducir. Con este argumento, el grupo alemán se ha librado de asumir en Europa una factura que le está saliendo muy cara en Estados Unidos, aunque este verano la Fiscalía de Braunschweig condenó a la firma a pagar un total de 1.000 millones de euros de multa por la manipulación de emisiones.
Se trata de la primera sanción impuesta a Volkswagen en Europa, que la marca ha aceptado admitiendo su responsabilidad.
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