Década nueva, vida nueva. El motor 1.6 turbodiésel del Grupo Volkswagen pasará a mejor vida en favor del nuevo 2.0 TDI EVO, que ya se ha incluido en los nuevos efectivos compactos del grupo germano como es el caso del Volkswagen Golf, el SEAT León o el Škoda Octavia. Una decisión lógica y que se suma a otras recientes con el abandono de las variantes alternativas de GNC, que dejarán de desarrollarse.
Este bloque diésel, que lleva años presente en compactos y utilitarios de las marcas del conglomerado germano, sigue ofreciéndose en varios modelos, aunque ya ha desaparecido de algunos, al menos en España, como es el caso del Polo o el Fabia, que limitan su oferta a propulsores TSI.
Pero Volkswagen irá eliminándolo poco a poco de las gamas y, con la llegada de las actualizaciones, es de esperar que el nuevo 2.0 TDI sea el único disponible. Ejemplo de ello es la República Checa donde, según publica Autorevue.cz, Volkswagen ha confirmado que dejará de ofrecerse en la oferta del Polo, el T-Cross y el T-Roc. La razón, las pobres ventas que supone esta variante de gasóleo del total de la gama.
También hará lo propio SEAT que, de nuevo según esta publicación, dejará de estar presente en los modelos pequeños y compactos de la firma, lo que incluye a los SUV Ateca y Arona. "Este propulsor no estará presente en la actualización del Ateca. El 1.6 TDI será reemplazado por un motor 2.0 TDI Evo con una potencia de 115 CV".
Por el momento, al menos en España, el 1.6 TDI sigue disponible en modelos como el SEAT Ibiza, el propio Ateca o el Arona, los Volkswagen T-Cross y T-Roc y, en el caso de Škoda, en los SUV Karoq y el llegado el año pasado Kamiq. De hecho en el recién estrenado T-Roc Cabrio ya no encontramos motores diésel en su oferta, aunque bien es cierto que esta versión todocamino, por ser de nicho, no es del todo representativa.
Más potencia, menos emisiones
Este motor de cuatro cilindros en línea de gasóleo y 1.6 litros (EA 189) se ofrece en la actualidad en versiones de 95 y 115 CV según modelo, aunque en su mayoría sólo está disponible en la variante de 115 CV. Por su parte, el nuevo 2.0 TDI EVO, que entra dentro de la normativa Euro 6D-Temp y conocido internamente como EA288 Evo, está presente en las nuevas generaciones de los compactos del grupo en entregas de 115 y 150 CV.
Una evolución que además viene marcada por una oferta diésel cada vez más reducida. En el caso de los nuevos Golf, Octavia y León es el único bloque de gasóleo disponible, aunque en los tres casos se ofrece en ambas potencias.
Según Volkswagen, este bloque de mayor cilindrada emite en torno a un 17% de CO₂ y hasta un 88 % menos de NOx, a lo que ayudan los dos catalizadores de reducción SCR AdBlue y el sistema de desconexión variable de cilindros, que le permite operar sólo con dos en situaciones en las que exige menor potencia.
Además, la inclusión de este bloque en modelo pequeños y medianos también responde a un ahorro de costes, no en vano en los modelos grandes de las marcas de Volkswagen se ha ofrecido por tradición el 2.0 TDI, normalmente partiendo de los 150 CV.
El nuevo 2.0 TDI EVO pertenece a la familia de este propulsor (EA288) pero ha sido sometido a una profunda revisión en lo que toca a la mayoría de sus componentes internos. Éste comparte núcleo con el ya conocido motor de dos litros diésel, pero muchas piezas han sido renovadas o rediseñadas en busca de una mayor eficiencia.
Entre las mismas se destacan los nuevos pistones de acero y con una carrera más larga, el cigüeñal, así como un nuevo intercooler. También se ha trabajado para reducir la fricción entre las piezas internas del motor y el sistema de refrigeración también ha sido renovado por completo, a fin de enfriar de forma más eficiente la culata.
Veremos además si este bloque también empieza a acompañarse en un futuro con sistemas mild-hybrid, aunque ha sido una senda que no se ha tomado en los nuevos Golf y compañía, que se limitan por el momento a los eTSI de 1.0 y 1.5 litros.
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