A pesar de que Tesla ha ido reduciendo el uso del cobalto en sus baterías de iones de litio a lo largo de los años, va a necesitar suministros para su esperada batería del millón de millas, formada por una aleación de níquel-cobalto-aluminio.
Según ha publicado el Financial Post, Tesla ha llegado a un acuerdo con la minera británica Glencore, que podría suministrale hasta 6.000 toneladas de cobalto al año.
'Combustible' para las fábricas de China y Alemania
Según las fuentes de la cabecera económica, el contrato ayudará a Tesla a apuntalar su suministro del llamado 'oro azul' para nuevas plantas en Alemania, aún en construcción, y China.
Además, la empresa capitaneada por Elon Musk ha renovado su acuerdo con Panasonic durante otros tres años para el suministro de baterías en la Gigafactoría de Nevada.
Para hacernos una idea de la necesidad de suministro, si la nueva factoría de Shanghái consigue producir a un ritmo de entre 1.000 y 3.000 coches eléctricos a la semana, harían falta alrededor de 1.200 toneladas de cobalto al año.
Glencore ya suministra cobalto a BMW desde su mina en Australia, y también a Volkswagen, que prepara una gran ofensiva eléctrica.
La necesidad de reducir el cobalto en las baterías
Esta fiebre del cobalto, que lleva implícita el incumplimiento de derechos humanos básicos en países productores como la República Democrática del Congo (RDC), está provocando escasez y la búsqueda de alternativas que eviten la escalda de precios en la producción.
De hecho, la ONG estadounidense International Rights Advocates emprendió a finales de 2019 una demanda colectiva, tras años de investigación, contra Tesla, Apple, Google Alphabet, Microsoft y Dell por la muerte de niños en minas de la RDC.
Por citar uno de los muchos casos que se investigan, en junio de 2019 más de 40 mineros murieron trabajando ilegalmente en terrenos de la minera Glencore en la provincia de Lualaba, en el sureste de la RDC, cuando se derrumbó una mina, según publicó la BBC.
En este escenario, el plan B de la compañía californiana pasa desde hace tiempo por la tecnología de níquel-cobalto-aluminio, que requiere menos de un tercio de la cantidad de cobalto, a diferencia de las baterías de níquel-manganeso-cobalto preferidas por la mayoría de los fabricantes de vehículos, que contienen alrededor del 20 % de cobalto.
De hecho, en los últimos años, la empresa de Elon Musk ha estado reduciendo significativamente la cantidad de este mineral. Según Benchmarck Mineral Intelligence, durante la era del Roadster y del Model S (2009-2012), la cantidad de cobalto por vehículo era de 11 kg.
Ya desde 2016 hasta la actualidad, esa cantidad se ha visto reducida a 7 kg por vehículo con el nuevo Model S y en el Model X, y para el Model 3 el cobalto se ha reducido a 4,5 kg.
Muchos fabricantes también están empezando a dar importancia a la trazabilidad de sus materias primas, de forma que sea posible conocer su origen y si han sido extraídas de forma ética.
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