Después de posponerlo en dos ocasiones, Tesla ha celebrado por fin esta pasada madrugada el 'Battery Day', el esperado evento en el que la marca ha anunciado sus novedades y la hoja de ruta que seguirá en los próximos años... y lanzar un coche eléctrico a precio de uno combustión ya se contempla en los planes a medio plazo.
Elon Musk, CEO y fundador de la marca, ha sido como no podía ser de otra forma el director de orquesta del evento y el encargado de anunciar las dos principales novedades: la llegada del poderoso Tesla Model S Plaid y la fabricación de sus propias baterías con el objetivo de abaratar su producción y, por ende, poder lanzar un coche eléctrico por 25.000 dólares (21.385 euros al cambio actual) dentro de tres años.
Respecto al segundo punto -puedes desgranar todos los detalles del Tesla Model S Plaid aquí-, Musk ya avisó a los inversores de que la compañía californiana no tendrá éxito si no logra hacer coches eléctricos más baratos que los actuales, y ahora esa afirmación ya se ha hecho pública, oficial.
El magnate californiano, no obstante, no ha facilitado datos sobre qué tipo de coche podemos esperar ni mucho menos sobre sus características. Recientemente se especuló con una versión hatchback compacta del Tesla Model 3, aunque a comienzos de año se filtró un boceto de un coche compacto y hecho en China para todo el mundo. No queda claro, por tanto, qué coche será, pero sí parece evidente que el coche más barato de Tesla será más pequeño que los actuales modelos.
Baterías más potentes, duraderas y baratas
Para hacer plausible la producción de un coche eléctrico más asequible, Tesla empezará a fabricar una nueva generación de baterías para vehículos eléctricos que prometen ser más poderosas, duraderas y costar la mitad que las celdas actuales. Este último aspecto, el del precio, es un factor determinante para abaratar el coche eléctrico pues las baterías suponen actualmente alrededor de un tercio del coste de su producción.
En concreto, las nuevas celdas cilíndricas más grandes de Tesla, bautizadas como 'Celdas 4680' por su diámetro (46 mm) y por su altura (80 mm), proporcionarán cinco veces más energía, seis veces más potencia y un 16% más de autonomía, aseguró Musk.
La reducción de costos, según ha explicado Musk, pasa por reciclar las celdas de la batería en su Gigafactory de Nevada y reducir el uso de cobalto, uno de los materiales más costosos, a prácticamente cero.
Una decisión que contrasta con el acuerdo alcanzado con la minera británica Glencore, que podría suministrale hasta 6.000 toneladas de cobalto al año, necesario para su esperada batería del millón de millas, formada por una aleación de níquel-cobalto-aluminio.
Sea como fuere, Tesla ha ido reduciendo el uso del cobalto en sus baterías de iones de litio a lo largo de los años y parece que irá a más. Ya desde 2016 hasta la actualidad, esa cantidad se ha visto reducida a 7 kg por vehículo con el nuevo Model S y en el Model X, y para el Model 3 el cobalto se ha reducido a 4,5 kg.
En lugar del cobalto, los elemento químicos que ganarán peso en la composición de las nuevas baterías serán el níquel y el silicio.
Ambos son más fáciles y económicos de extraer, pero además las propiedades fisicoquímicas del segundo, unidas al nuevo diseño de los electrodos, consiguen reducir la degradación que experimentan las baterías al ir sumando ciclos de carga y descarga. Tesla prevé que la vida de la batería aumente así un 20%.
Otra de las principales innovaciones que, al parecer, van a hacer posible que sus nuevas baterías sean más fáciles de fabricar, y también más baratas, consiste en eliminar el componente que actúa como interfaz entre las celdas y el dispositivo al que transfieren la energía. Además, han rediseñado las celdas para reducir la trayectoria que deben seguir los electrones con el propósito de evitar fallos por sobrecalentamiento.
Pero no solo eso. Eliminar elementos supone reducir peso y volumen y, en consecuencia, lastrar menos la autonomía del coche eléctrico, que a día de hoy se ve mermada considerablemente por este aspecto.
La capacidad de producción se multiplicará por 85 en tres años
Tesla producirá las nuevas celdas de batería inicialmente en una nueva línea de ensamblaje cerca de su planta de vehículos en Fremont, California, con una producción planificada que alcance los 10 gigavatios-hora al año para finales de 2021.
Por ponerlo en contexto, Tesla y su socio Panasonic ahora tienen una capacidad de producción de alrededor de 35 GWh en la macrofábrica de baterías de Nevada, si bien la firma espera que esas cifras se multipliquen por 85 en solo tres años hasta 3 teravatios-hora al año, o 3.000 gigavatios-hora.
Lograr estas cifras pasa, entre otras cosas, por conseguir hacer las fábricas de baterías actuales y futuras mucho más productivas.
Por lo pronto, Tesla ha comenzado la producción de sus nuevas baterías en una línea piloto cerca de su planta de vehículos en Fremont, pero a un ritmo de producción todavía bajo.
Tesla actualmente produce baterías en asociación con Panasonic en su fábrica de Nevada, mientras que LG Chem y CATL suministran celdas a su fábrica de Shanghai, y la firma que capitanea Elon Musk seguirá trabajando con todos ellos pese a crear sus propias baterías... al menos por el momento.
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