Australia ha decidido moverse 1,8 metros hacia el norte. No es una broma ni un adelanto del fin del mundo. La deriva de los continentes, sin embargo, tiene mucho que ver en esta decisión.
La placa australiana se mueve unos 7 cm hacia el norte cada año. Este movimiento se fue acumulando a lo largo de décadas, lo que ha provocado una notable discrepancia entre las coordenadas locales en los mapas y los navegadores GPS que usan los satélites para determinar la posición.
Resolver el problema a tiempo
En la actualidad, esta diferencia supone ya un error de 1,5 metros en los GPS australianos. Puede no parecer una diferencia muy grande, pero en realidad supone un problema importante para todo sistema que use un GPS en Australia, desde los móviles hasta los vehículos.
"Si queremos empezar a usar coches autónomos, un mapa preciso es primordial", explicaba Dan Jaksa, miembro de la Geoscience Australia a la BBC. Algunos granjeros australianos empiezan a usar tractores de conducción autónoma de forma experimental "y si la información acerca de la granja no coincide con las coordenadas que llegan del sistema GPS habrá problemas".
Sin precisión en las coordenadas, no hay coche autónomo que valga
Así, para evitar que un futuro tractor autónomo que esté sembrando los campos acabe sembrando también en el cobertizo de las ovejas, las coordenadas locales de todo el país se van a mover hacia el norte. Empezaron al inicio de 2017, y para 2020, debido al movimiento de las placas, las coordenadas digitales y analógicas del país coincidirán por primera vez desde 1994.
Para después de 2020, se implementará un sistema -del que no han dado detalles- que permitiría ajustar ambas coordenadas en tiempo real, para que no vuelva a haber un desfase. Y es que Australia se mueve realmente de forma rápida. 7 cm al año no es mucho a escala humana, pero las otras placas tectónicas se mueven a velocidad media de 2,5 cm al año.
En 2020 llegarán los primeros coches autónomos
Muchos son los fabricantes, por no decir todos, que apuestan por alguna forma de coche autónomo en el futuro. BMW, por ejemplo, lo tendrá listo en 2021. Incluso, ahora mismo, estos coches son una realidad. En las calles de Pittsburgh, Uber está probando un servicio de taxi autónomo. El fabricante de componentes Delphi pondrá en marcha una iniciativa similar en Singapur.
No solamente son los fabricantes de automóviles o camiones interesados en la conducción autónoma. Google es uno de los mayores impulsores de esta tecnología y su rival, Apple, se ha propuesto también tener un coche autónomo en un futuro cercano. Y todos coinciden que a partir de 2020, los coches autónomos serán una realidad comercial. Por supuesto, este nuevo tipo de vehículos sin conductores supone nuevos retos éticos (como qué pasa si un coche mata a una persona) y urbanísticos para la sociedad.