Cuando hablamos de superdeportivos, los mantenimientos y reparaciones, si se hacen en el servicio oficial, tienen precios astronómicos. Al dueño de un Bugatti Veyron le pedían más de 11.000 euros por cambiar un botón del mando de ajuste de los espejos. En un taller independiente fue tan barato que el mecánico le dijo "me invitas a una cerveza y listo".
El periodista Harry Metcalfe compró un McLaren 650S Spider hace seis meses, y analiza en un vídeo los pormenores del mantenimiento y las reparaciones del superdeportivo inglés. Y de nuevo saca los colores a los servicios oficiales: te pueden cobrar hasta siete veces más de lo que lo haría un taller independiente.
"Si sigues yendo a un concesionario oficial, te va a salir carísimo"
Metcalfe acaba de publicar un vídeo en su canal de Youtube 'Harry's garage' en el que detalla cuánto cuesta mantener un superdeportivo de McLaren. En su caso se hizo con los servicios del 650S Spider y ha tenido que hacer algunos arreglos y mantenimientos, pues ya cumplía los diez años cuando lo compró. Le costó poco más de 100.000 euros y tenía 160.000 km recorridos. A sus mandos en estos seis meses le ha hecho menos de 5.000 km.
Empezando por el simple mantenimiento anual, según investigó, cada servicio en un taller de McLaren oscila entre unos 7.200 euros a 8.500 euros al cambio (entre 6.000 libras y 7.000 libras). Esto para recambios, fluidos y ajustes menores, como suele ocurrir en estas inspecciones. Así que optó por llevarlo a un taller independiente: dada la edad del McLaren 650S Spider, además de los mantenimientos, iba a tener que reemplazar varios elementos. Sin duda, ha sido la decisión correcta, aunque sigue sin ser barato.
Por hacerle un cambio de aceite, cambiarle la escobilla del limpiaparabrisas, y recalibrar un sensor de la suspensión un mecánico independiente le cobró 1.236 euros al cambio, que ya está bien. En todo caso está muy alejado de esos hasta 8.500 euros del servicio oficial de McLaren.
Cambiar toda la transmisión o la amortiguación en vez de la pieza que falla. Pero más allá de los mantenimientos periódicos, en un coche hay componentes que deben sustituirse cada cierto tiempo. En un McLaren son unos cuantos y, al ser un superdeportivo, tiene elementos bastante caros. Por ejemplo la batería de 12V. En el caso del 650S Spider es de litio, para no sumar mucho peso al conjunto. Y cuesta entre 2.000 euros y 2.220 euros más o menos.
Esto en realidad es peccata minuta si lo comparamos con otros mantenimientos del McLaren. Metcalfe señala que hay una junta de la transmisión que suele corroerse y tener fugas. En el servicio oficial no la arreglan: cambian toda la transmisión y listo. Metcalfe no indica el precio de una transmisión completa de esto modelo, pero dado que la batería cuesta más de 2.000 euros nos podemos hacer una idea. En cambio en un taller independiente sí que reparan la junta, saliendo mucho más económico.
Otro ejemplo es la suspensión: los resortes de los amortiguadores se oxidan con el uso y el paso del tiempo. Si en el servicio oficial detectan una grieta o corrosión en el muelle, sustituyen todo el conjunto del amortiguador. Esto es así porque es más sencillo que desmontarlo para sacar el resorte. "Si sigues yendo a un concesionario oficial, te va a salir carísimo, porque esa unidad de suspensión es muy cara".
Y otro ingrediente de la avanzada suspensión adaptativa y predictiva del McLaren 650S Spider son los acumuladores de gas, que hay que cambiarlos cada tres o cuatro años también por desgaste. Cada uno cuesta unos 300 euros, lo que supone unos 1.500 euros sustituir todos.
Son algunos ejemplos de lo que supone un mínimo mantenimiento y cambiar algunas piezas concretas por desgaste en un McLaren 650S Spider, que incluso en un taller que no sea de la marca ya suponen buenos montantes. Pero en el servicio oficial pasa a otro nivel, esencialmente por ser habitual que cambien un elemento completo en vez de reparar una pieza concreta. Esto no es exclusivo de McLaren.
A vueltas con los servicios oficiales de las marcas de altos vuelos. En el caso del mencionado Veyron, en el taller oficial de Bugatti justificaban los 11.000 euros de arreglar el botón de ajuste de los retrovisores porque tenían que cambiar el motor que mueve el espejo y prácticamente la puerta entera. El mecánico independiente no tuvo que hacer semejantes tareas y la pieza en cuestión le costó poco más de un euro, de ahí lo de saldarlo con una cerveza y ya. Era el mismo botón que el de una Volkswagen Transporter, por cierto.
Y en cuanto a mantenimientos, el cambio de aceite en un Bugatti Veyron cuesta lo que un SEAT León: nada menos que unos 25.000 euros. En un taller oficial alegan que hay que desmontar prácticamente medio coche para hacer este sencillo mantenimiento: desde las ruedas traseras, a los paneles de la carrocería pasando por las defensas y paneles del suelo plano. Ah, y un total de 16 tapones de drenaje.
En definitiva, tener un superdeportivo no solo supone un estupendo desembolso al comprarlo. Y si hablamos de una coche de segunda mano que exige aun más recambios por desgaste, hacerlo en un taller oficial no es la mejor de las ideas. Metcalfe dice que de momento, y tras este primer servicio y recambios varios en mecánicos independientes, está contento con la compra. Aunque critica que el McLaren tiene bastantes pormenores y exigencias: por ejemplo hay que cambiarle los tornillos de las ruedas cada dos años.
