Desde hace poco menos de un año, la Policía Foral de Navarra comenzó a utilizar una técnica para reforzar a los radares fijos. Conocida como radares en cascada, consiste en ubicar un dispositivo móvil detrás del fijo. Una práctica que evolucionó posteriormente a los radares anti-frenazo, siendo el principio el mismo, pero colocando el radar móvil antes del fijo.
Pero, ¿es legal este procedimiento nacido para cazar a los que sólo levantan el pie ante un cinemómetro fijo? ¿Deberían ir anunciados y señalizados como ocurre con éstos?
Ambas técnicas por el momento sólo se están poniendo en práctica en Navarra y su objetivo principal es combatir el exceso de velocidad y que los automovilistas circulen siempre a la velocidad que marca la vía independientemente de los radares.
Y es que es habitual que los conductores disminuyan la velocidad ante un radar fijo, en la mayoría de ocasiones con frenazo incluido, ya sea al ver la señalización o porque conocen su ubicación exacta. Pero, ¿estos dispositivos móviles deben ir anunciados?
Lo que dice la Ley
En el Real Decreto 596/1999, de 16 de abril, que rige el reglamento de desarrollo y ejecución de la Ley Orgánica 4/1997 y que regula la utilización de videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en lugares públicos, no se contempla la obligatoriedad de señalizar e informar a los ciudadanos de la ubicación de los radares móviles.
En el Capítulo V de la normativa, donde se recogen los derechos de los ciudadanos para con las videocámaras, en las que se incluyen los radares, los artículos 21 y 22 son claros al respecto en el caso de los dispositivos fijos.
Por un lado, el Artículo 21 que detalla la Información al público estipula que:
La información al público de la existencia de instalaciones fijas de videocámaras será responsabilidad de la autoridad que haya otorgado la autorización, y deberá ser efectiva desde el mismo momento en que se proceda a la utilización de las mismas, debiendo mantenerse actualizada de forma permanente.
Dicha información, que no especificará el emplazamiento concreto de las instalaciones fijas de videocámaras, deberá contener en todo caso una descripción genérica de la zona de vigilancia y de las autoridades responsables de la autorización y custodia de las grabaciones.
Por otro, en el Artículo 22, se especifica cuál debe ser el procedimiento de información:
Para informar al público de la existencia de instalaciones fijas de videocámaras se utilizará una placa informativa, en la cual figurará el pictograma de una cámara de vídeo, y un panel complementario con el contenido especificado en el artículo anterior.
El diseño y formato de la placa informativa y el del panel complementario se ajustará a lo establecido en el anexo al presente Reglamento.
En el mencionado anexo, se recoge que deberá tener el fondo azul y los caracteres o pictogramas en blanco, que es precisamente como son las señales que advierten de un radar fijo. Además, en el mismo se detalla que la "ubicación de una placa informativa significará que la zona está vigilada en un radio de 500 metros por videocámaras".
De esta manera, vemos como la regulación obliga a señalizar los dispositivos fijos, pero no hace alusión alguna a los móviles. En lo que se refiere a éstos, la ley se limita a contemplar los procediemientos para su solicitud y autorización, pero no incluye los mismos en los derechos de los ciudadanos. En definitiva: la ley no obliga a informar de la existencia de un radar móvil.
Lo que sí es cierto es que está técnica es bastante cara, según han confirmado fuentes de la policía navarra a El Economista, pues precisa de dos patrullas: una equipada con el radar y otra para sancionar. Por ello, tampoco se ha utilizado de forma indiscriminada.
¿Qué son los radares en cascada y los radares anti-frenazo?
En esencia, estas técnicas se basan en combinar un radar fijo con uno o varios móviles, aunque en cada caso varía la ubicación del segundo o segundos. En los radares en cascada el radar móvil va colocado varios metros, o incluso kilómetros, después del radar fijo: así, los conductores que vuelven a pisar de más el acelerador tras pasar el cinemómetro fijo, serán multados.
Meses después la Policía Foral de Navarra empezó a utilizar una técnica parecida, pero alterando en el orden de los factores. Y es que en los primeros meses, los radares en cascada dieron muy buenos resultados, pero los conductores, al conocer su funcionamiento, dejaron de acelerar unos kilómetros después de rebasar el radar fijo.
Por este motivo, desde el pasado mes de diciembre y petición del fiscal de Seguridad Vial, la policía navarra puso en marcha los radares antifrenazo, ubicando el radar móvil antes del dispositivo fijo. Así, no servirá de nada frenar justo antes del cinemómetro fijo, pues el móvil habrá denunciado previamente al infractor.
Asimismo, este segundo método también ayuda a evitar el frenazo antes del radar fijo, por lo que es aún más efectivo en materia de seguridad.
En la actualidad en España, y según los últimos datos de la DGT, que datan de este mes de febrero, hay un total de 736 radares dependientes de Tráfico en nuestras carreteras, de los cuales 653 son fijos y 83 de tramo. Todos ellos aparecen señalizados según la normativa. A ellos se suman 1.325 puntos susceptibles de ser vigilados por radares móviles.
En 2019, los dispositivos de la DGT formularon 2.933.089 denuncias por exceso de velocidad, lo que ha supuesto un aumento del 13,3 % en comparación a 2018. El radar más 'multón' del año pasado fue el fijo ubicado en kilómetro 478,1 de la autopista AP-7, en la provincia de Valencia y a la altura de Sagunto, que detectó a 59.428 infractores, lo que supone una media de 163 sanciones diarias.
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