En Vigo ha tenido lugar un curioso caso que podría presentar un precedente en cuanto a la señalización de los límites de velocidad. Según se ha hecho eco La Voz de Galicia, una mujer se ha librado de una multa de nada menos que de 900 euros tras haber superado en 27 km/h la velocidad máxima permitida en una avenida.
La razón: no había una señal que especificara la velocidad máxima en ese tramo.
Lo primero que se puede venir a la cabeza es que un conductor debe conocer las velocidades máximas permitidas en cada tipo de vía y por lo tanto la ausencia de una señal no es argumento válido para superar los límites o para alegar desconocimiento.
Sin embargo, en este caso todo apunta a que el Concello de Vigo había rebajado de 50 km/h a 40 km/h la velocidad máxima en la avenida donde la mujer fue cazada por un radar. Recordemos que los ayuntamientos pueden rebajar la velocidad máxima, pero nunca la genérica que marca Tráfico.
En este caso la conductora circulaba a 67 km/h. La multa acabó siendo tan cuantiosa -900 euros- porque no llegó a identificarse ni pagó en los plazos establecidos, convirtiendo la infracción en muy grave.
La mujer recurrió la multa, y el caso llegó a manos de un juez que comenzó a ver que no se trataba de un caso sencillo. Y es que esta misma conductora había sido multada previamente por conducir en este tramo a 64 km/h, pero en esa ocasión pagó dentro de los plazos.
No obstante, tomó fotos para documentar que, en ese punto, no existe señal que limite la velocidad a 40 km/h, por lo que contaba con esta prueba a su favor.
Otro vecino también alegaba que en ese tramo "no ha existido nunca esa señal", recoge La Voz de Galicia, siendo la única que hay una que limita la velocidad a 50 km/h.
Por su parte, el Concello de Vigo tampoco presentó ninguna prueba de que ese tramo estuviera correctamente señalizado, por lo que el Juzgado decidió anular la resolución sancionadora.
