Las versiones FR (Fórmula Racing) son las más deportivas de la gama SEAT León y a su vez, las más asequibles de su categoría por su precio, potencia y bajo consumo. Para este año se cambia el modelo, pero los cambios son muy discretos. Está a la venta en cuatro versiones: 2.0 TSI (23.500 €), 2.0 TSI DSG (25.200 €), 2.0 TDI (23.850 €) y 2.0 TDI DSG (25.550 €).
Se discrimina de otro León por sus llantas especiales de 17’‘, logotipos FR, parrillas en panal de nido de abeja, carcasa de los retrovisores en color plateado y el paragolpes trasero, con la parte inferior en gris oscuro, que tiene una doble salida de escape en el lado izquierdo. Ahora lleva un logotipo FR en el morro, en la parte izquierda, muy forzado en mi opinión.
El nuevo León FR tiene el XDS, una emulación de diferencial de deslizamiento limitado, que no es más que una función del ASR que frena la rueda delantera que pierde tracción para limitar el subviraje (el ESP es de serie). Es por tanto un sistema parecido al Q2 de Alfa Romeo, pero ese es de verdad, con un diferencial Torsen.
El motor 2.0 TSI de 211 CV no es más que un TFSI, de un solo turbocompresor. Es decir, no una versión más grande de un TSI (compresor + turbocompresor), aunque comercialmente se denomina así. Sube 11 CV en potencia y ahora declara 233 km/h de punta y 0-100 en 7,2-7,1 segundos (manual/DSG). El consumo homologado es de los más bajos en relación a su potencia, 7,3/7,5 l/100 km (manual/DSG). Con el cambio automático mejora las mediciones de aceleración.
Por su parte, el 2.0 TDI sigue dando 170 CV pero utiliza por primera vez en el compacto español inyección por conducto común (common-rail) para dar mayor suavidad. Da 214 km/h de punta, 0-100 en 8,2/8 segundos (manual/DSG), con un consumo homologado de 5,3/5,7 l/100 km (manual/DSG). Como el TSI, mejora las prestaciones en automático.
Dada la escasa diferencia de precio, el TDI se amortiza instantáneamente, se postula como la compra racional. En cambio, el TSI va más destinado a quien no le importe el consumo ni la rentabilidad y quiera más prestaciones y agrado de conducción. El TSI da 280 Nm entre 1.700-5.200 RPM mientras que el diesel da 350 Nm entre 1.750-2.500 RPM.
Por el interior el FR se distingue por los logotipos cosidos en el respaldo de los asientos. Asímismo tiene un volante distinto parecido al del Ibiza, con la parte inferior en símil metálico y recortado. Adicionalmente a un León normal tiene 2 altavoces más y alarma volumétrica de serie. La suspensión es deportiva y los asientos cubren mejor el cuerpo en las plazas laterales, no así en la plaza central que se puede utilizar para salir de un aprieto y poco más.
Si quieres conocer más detalles del FR, te invito a leer la prueba que hicimos en su momento de la gama anterior, casi todos los comentarios son válidos para el modelo nuevo: parte 1, parte 2, parte 3 y parte 4.
Fuente | SEAT
En Motorpasión | Seat León y Seat Altea 2009, pequeños cambios