¿Un coche siempre ha de tener cuatro ruedas? La obra del icónico mecánico e ingeniero francés Christian de Léotard, especializado en vehículos de 6 ruedas, sugiere que no. Muestra de ello es el mítico Renault 5 de seis ruedas que concibió en 1979 para el Dakar. Una obra maestra de la ingeniería que dejó su huella en el automovilismo.
Y no fue la única. Entre las creaciones de este visionario que transformó sus ideas en vehículos únicos de seis ruedas, encontramos desde una Citroën C15 hasta un Mercedes 190. Además, la influencia del francés fue determinante para el desarrollo del mismísimo Mercedes-AMG G63 6x6.
Cristian de Léotard: un visionario al que le gustaban los desafíos
Cristian de Léotard nació en París en 1948 y desde niño mostró una curiosidad innata por el funcionamiento de las máquinas. Su fascinación por la mecánica lo llevó a desmontar y reconstruir juguetes, bicicletas y, más tarde, motores pequeños. A menudo encontraba inspiración en las ferias de ingeniería y las demostraciones técnicas que visitaba con su familia.
Tras terminar sus estudios de ingeniería, pasó por ‘Application des Procédés Tissier (ADPT)’, empresa conocida por sus innovadoras transformaciones de furgonetas Citroën, donde aprendió mucho sobre motores y cajas de cambios. Pero no duró mucho en plantilla, ya que decidió emprender su propio camino fundando ‘Application des Procédés Léotard (ADPL)’ en 1979.
De Léotard no sólo buscaba funcionalidad en sus vehículos; también quería desafiar y revolucionar las normas establecidas. Esto se reflejó en su primer Renault 5 de seis ruedas, concebido especialmente para competir en el Rally París-Dakar, con un chasis reforzado de tubos de acero, tracción 6x6 y un peso que apenas superaba los 980 kg.
El Renault 5 Turbo 6x6 firmado por De Léotard: una máquina sin igual
Según los archivos de SixMania, el Renault 5 6x6 era unos 71 cm más largo que el modelo original, llevaba un tercer eje detrás del eje trasero, contaba con un sistema de tracción total hidrostática y “destacaba por su estabilidad mejorada y una distancia de frenado reducida en un 33 %”.
Esto se traducía en un rendimiento notable en terrenos irregulares y condiciones extremas como para los que estaba concebido. Para que el 6×6 pudiera detenerse en cualquier momento, se le instalaron frenos de disco en todas las ruedas. Hasta entonces, este tipo de sistema (o similares) sólo se asociaban con maquinaria de construcción y vehículos agrícolas.
En cuanto al diseño, justo detrás de las puertas, de Léotard cambió a fondo la silueta del pequeño utilitario de 57 CV, creando una nueva trasera para que el Renault 5 6x6 tuviera mucho espacio para las piezas de repuesto necesarias durante el rally.
Aunque este modelo consiguió debutar en el rally París-Dakar de 1980, cumpliendo con el objetivo inicial, lamentablemente no pudo completar la carrera por un defecto técnico. El coche sigue existiendo y está aparcado en el garaje subterráneo del Museo de artes clásicas (MACM) en Francia.
Normalmente, un fallo así habría hecho que el proyecto del Renault 5 6x6 llegase a su fin, pero no para Christian de Léotard. Este no tardó en recibir solicitudes de la policía francesa, los servicios de bomberos y de salvamento, que vieron en su creación un buen vehículo de servicios para terrenos accidentados. Así, se crearon varios ejemplares más, pero no se sabe a ciencia cierta cuántos y tampoco se conoce los que sobreviven.
El Renault 5 con dos motores y seis ruedas que se quemó en 2002: su creación más célebre
Uno de los más célebres, fue un R5 Turbo reconvertido en un 6x6, que pintó de rojo. Para crear este Renault 5 Turbo 6x6, De Léotard tuvo una idea tan audaz como efectiva: ponerle dos motores. Uno de ellos, el original del R5 Turbo, se puso en la parte trasera y enviaba su fuerza a los dos ejes traseros, mientras que bajo el capó delantero se encontraba el del R5 Alpine de 93 CV.
Cada motor contaba con su propia caja de cambios manual, lo que implicaba dos palancas de cambio junto al conductor. Como lo describió el propio de Léotard, era “como un tren con dos locomotoras”.
Por desgracia, en 2002, un incendio destruyó gran parte de la estructura de este one-off, mientras estaba guardado en un garaje en Nevers, Francia. Cuando de Léotard murió en 2014, aún estaba realizando gestiones con el seguro. Aunque algunos restos fueron rescatados en su día por un coleccionista francés, su restauración completa parece poco probable.
Además del Renault 5 o el R5 Turbo, de Léotard transformó otros modelos icónicos, como el Range Rover y el Mercedes-Benz 'Gelandewagen'. Pero el impacto de su obra se extendió más allá del tiempo: el Mercedes-AMG G63 6x6, producido entre 2013 y 2015, se consideró una continuación del sueño de Léotard, y marcó un hito en la percepción de los todoterreno de lujo.
Este modelo, con su combinación de robustez extrema y acabados de alta gama, capturó la imaginación de un público ávido de exclusividad. Aunque lógicamente Léotard nunca trabajó directamente en su desarrollo, las ideas que introdujo, como la distribución óptima de peso y la tracción mejorada en configuraciones multieje, sirvieron como base conceptual.
En el mercado, el G63 6x6 fue recibido como un ejemplo de innovación técnica y extravagancia, convirtiéndose rápidamente en un símbolo de estatus entre los entusiastas de los todoterrenos. Se fabricó en una tirada ultra-limitada y algunas unidades han superado el medio millón de euros en subasta.
Cristian de Léotard vivió una vida marcada por la creatividad, la audacia y un amor incondicional por los coches. Sus vehículos de seis ruedas no sólo desafiaron las normas de la ingeniería y los convencionalismos, sino que también inspiraron a generaciones de ingenieros y entusiastas.