Una de las cosas buenas de que una marca como Volkswagen haya decidido apostar por el mundo de los rallyes, la encontramos en el coche que hoy nos ocupa, el Volkswagen Polo R WRC que hemos tenido ocasión de conducir en España.
Se trata de la versión de calle del coche con el que Sebastién Ogier se ha alzado, en su primer año de participación, con el Campeonato del Mundo de Rallyes. Muchos pensarán que esto que digo es exagerado porque este coche poco tiene que ver con el de carreras, pero os vamos a contar por qué este coche no sólo estéticamente intenta evocar al coche más rápido del mundo sobre carretera...
Obligación FIA de fabricar 2.500 unidades
Lo primero que hay que destacar, es que para que un coche pueda participar en el Campeonato del Mundo de Rallyes, la FIA obliga a la marca a sacar al mercado una edición de al menos 2.500 unidades de ese modelo con el que compite.
Esa es por tanto la cifra a la que se ha ceñido Vokswagen, mientras que otras como Citroën han optado por un coche menos limitado como el DS3 Racing que probamos hace algunos meses (parte 1, parte 2, parte 3 y parte 4).
El Polo R WRC es un coche muy importante para Volkswagen España por un motivo principal: al igual que el resto de Polo, todos se fabrican en la factoría que la marca tiene en Navarra para venderlo luego en 74 países.
Las 2.500 unidades del Polo R WRC ya están fabricadas, y de hecho están a la venta desde el mes de marzo. Según nos contaban los responsables de la marca, ya habían vendido dos unidades, antes incluso de que nadie haya podido probarlo. ¿Alguien decía que este coche no tenía sentido?
Principales cambios del Volkswagen Polo R WRC
Exteriormente, hay que destacar que únicamente estará a la venta en color blanco con los vinilos que evocan al coche de carreras, situados en los laterales y el capó. No habrá más colores, lo cual es lógico si lo que pretenden es que el coche sea un fiel reflejo del modelo de competición.
Llaman la atención las preciosas llantas multiradio “Cagliari” de 18 pulgadas, equipadas con neumáticos 215/35 R18, un perfil muy bajo que te permite tener un feeling del perfil de la carretera de lo más preciso, algo fundamental en un coche con el que se puede ir muy rápido.
Las pinzas de freno van pintadas en un discreto color azul, y muerden discos de 16 pulgadas que claramente son uno de los elementos que le diferencian de un Polo normal y corriente.
Las carcasas de los retrovisores, el difusor trasero que rodea al escape y el alerón situado en la parte superior de la tapa del maletero van pintados en color negro brillante. En el alerón encontramos además en la parte superior la insignia de WRC y la numeración exacta de cada unidad.
No han optado por el 0001/2500 como se hace a veces con otras ediciones limitadas para indicar que tienes uno de los 2.500 que se han fabricado, aquí cada uno tiene su número para que no se te pierda y para que mantenga mejor su valor en el tiempo. A mi me tocó conducir el 0007/2500.
Por último en la trasera se ha optado por ser discretos. Aparte del alerón, que si destaca en el conjunto, tan solo tiene una salida de escape doble situada en el lado izquierdo del coche y una placa metálica con la inscripción WRC situada sobre la tapa del maletero.
Personalmente me gusta mucho el aspecto exterior del coche. Es racing pero sin estridencias ni colores extraños como en el Citroën DS3 Racing, dónde el coche de calle no tiene ni un solo color en común con el coche de carreras.
En el caso del Polo R WRC, si no te gusta la decoración que trae de serie, simplemente tendrías que quitarle los vinilos y tendrás un discreto Polo con un toque deportivo muy acertado.
En el interior encontramos unos asientos deportivos específicos en tela y alcántara, calefactables y con la insignia WRC bordada. No son los asientos de planteamiento más deportivo de cuantos he tenido el placer de posar mi trasero, pero agarran bien y no torturan cuando quieres el coche para usarlo a diario.
El volante multifunción de tres radios también va íntegramente forrado en alcántara, con las costuras en color azul. La posición cero está marcada en la parte superior del aro. Tiene muy buen tacto y un tamaño perfecto, me ha gustado especialmente esta parte. Las agujas del cuentarevoluciones y el velocímetro van en color azul.
Los pedales en aluminio completan un conjunto interior dónde, si bien no hay tantas diferencias respecto a un Polo normal y corriente como en el exterior, si que percibes cierto ambiente racing cuando estás al volante. Eso si, los materiales empleados en el salpicadero, climatizador, y algunas otras piezas no van acordes con un coche que supera con creces los 30.000 euros, ahí se nota su origen humilde y popular.
En cuanto a equipamiento este es standard, no hay opciones disponibles ni creo que hagan falta porque tendrás Climatronic, diferencial XDS, faros Bi-Xenón autodireccionales con luz diurna LED, sensor de aparcamiento trasero y radio con navegación y pantalla táctil de 5 pulgadas y 6 altavoces. Un equipamiento muy alto para un coche cuyo interior está uno o dos puntos por debajo en cuanto a calidad de acabados que su máximo rival, el MINI.
El Polo más potente de la historia
El Volkswagen Polo R WRC es el Polo más potente de la historia. Dentro de la gama actual del Polo, el más potente y deportivo hasta la fecha era el Polo GTI, con 190 caballos de potencia.
Este Polo R WRC va un paso más allá al montar el motor 2.0 TSI de 220 caballos, el mismo motor que lleva el Golf GTI por citar uno. Los 220 caballos de potencia los entrega entre 4.500 y 6.300 RPM, pero lo más destacado si cabe es el par motor de 350 Nm, 100 Nm más que en el caso del Polo GTI y que los entrega entre 2.500 y 4.400 RPM.
Al volante del Polo R WRC
Para la presentación de este modelo, Volkswagen nos citó en Tarragona. No era casualidad la localización, ya que lo que querían es que probásemos el coche por uno de los tramos del inminente Rallye RACC de España que se celebrará en Catalunya, dónde por cierto la marca se puede alzar con el título de constructores con que uno de sus dos pilotos quede al menos séptimo. Vamos, que lo tienen ya en el bolsillo.
Nos habían preparado una bonita ruta de unos 60 kilómetros en total, que incluía además un tramo de regularidad bastante bonito y entretenido del que os hablaré más adelante. Además Luis Moya, miembro actualmente del equipo Volkswagen Motorsport nos acompañó durante toda la jornada.
Continuará...
En Motorpasión | Volkswagen Polo R WRC, presentación y prueba (parte 2)