Probamos en circuito el Ford Mustang Mach-E GT: un SUV eléctrico con 487 CV que ofrece grandes dosis de diversión
En octubre del pasado año, Ford nos llevó hasta Croacia para poner a prueba la versión de altas prestaciones de su primer modelo de coche 100% eléctrico, el Ford Mustang Mach-E GT. En esta nueva cita con el modelo norteamericano, nos hemos metido con él en circuito, para comprobar si SUV, eléctrico y 487 CV combinan bien sobre el trazado del Circuito de Monteblanco (Huelva).
Cuando probé por primera vez el Ford Mustang Mach-E, supe que la marca del óvalo azul había dado en el clavo con su primer modelo 100% eléctrico. Más allá de la controversia que ha generado el nombre Mustang aplicado a un SUV eléctrico, el Mach-E es un coche muy completo, muy redondo en todos los sentidos, con un precio muy ajustado para lo que ofrece y en definitiva, como dije en su momento, es uno de los mejores Ford de la historia. Sí, eso es mucho decir.
Como suele ser habitual en todos sus modelos, Ford ha desarrollado una versión de altas prestaciones del Mach-E. Se trata del Mach-E GT con el que la cita comenzó en la siempre especial, única y encantadora ciudad de Sevilla.
Entre coches de caballos galopando en silencio
A nuestra llegada a la Estación de Santa Justa, una flota de Mach-E GT nos esperaban dispuestos para hacernos callejear por las calles del centro de la ciudad. Fue toda una experiencia movernos con el silencio y la suavidad que caracterizan a este SUV eléctrico por las calles de Sevilla, donde compartimos calzada con los tradicionales coches de caballos que siguen siendo uno de los grandes atractivos turísticos de la capital hispalense.
No deja de ser curioso el paralelismo entre moverse con un Mustang, con su caballo al galope bien visible en la parte delantera y trasera del coche, entre esos coches de caballos que rodean la Giralda. Pasando entre ellos, y evitando atropellar involuntariamente a turistas anonadados por los encantos arquitectónicos de Sevilla, había que esforzarse para que los viandantes fuesen capaces de sentir la presencia del Mach-E GT con su característico silencio.
Todos, tanto transeuntes como los propios caballos que tiran de los carros se giraban a su paso. La unidad que conducía, con el color Cyber Orange, combinaba perfectamente con los miles de naranjos que se disponen por las estrechas y características calles de Sevilla.
Estéticamente los cambios respecto a la versión normal que había conducido anteriormente, son más que evidentes. El paquete aerodinámico con faldones y bajos más marcados, la parrilla delantera de policarbonato con formas 3D en color gris oscuro o los pasos de rueda perfilados en el mismo color de la carrocería hacen que su presencia sea muy contundente y deportiva.
El inequívoco estilo Mustang, que logra gracias a unas ópticas delanteras de formas muy rasgadas y un capó de formas musculosas y marcadas, gana enteros con las llantas de 20 pulgadas específicas de esta versión, que esconden a su vez unas pinzas de freno Brembo pintadas en rojo y listas para morder los discos de 385 milímetros de diámetro en el eje delantero.
Todo ello combinado con múltiples detalles en color negro, como el techo y las carcasas de los espejos retrovisores hacen que el Mach-E GT sea, sin duda, uno de los SUV con más personalidad del mercado, independientemente de que sean de combustión o eléctricos.
Confort de marcha para atravesar EEUU de costa a costa
El segundo día la jornada comenzaba bien pronto. Las campanas de la Giralda haciendo sonar a las 9 nos indicaban que era el momento de sentarnos en los asientos específicos que equipa esta versión GT, de contorno muy marcado y capaces de recoger muy bien el cuerpo de los ocupantes incluso en los apoyos más pronunciados, algo que no ocurría en el Mach-E GT normal. Salimos a carretera con destino la provincia de Huelva.
Allí, a apenas 50 kilómetros de Sevilla, se encuentra el Circuito de Monteblanco, un trazado en el que habíamos estado anteriormente, pero nunca lo habíamos atacado en un coche eléctrico.
En la ruta por autovía, hay varias cosas que destacan del comportamiento del Mustang Mach-E GT. Por un lado, el coche se mueve con un silencio de rodadura absoluto, lo cual no es sencillo de conseguir en un eléctrico.
Vale que no hay sonido de motor, pero esa ausencia de ruido a veces deja al descubierto otro tipo de sonido que pueden hacer poco agradable la experiencia, como el sonido de la fricción de las pastillas de freno en contacto con los discos, el funcionamiento de los muelles de suspensión o el simple contacto de los neumáticos con el asfalto.
Por suerte en Ford han sabido hacer el trabajo necesario para enmascarar a la perfección todos esos sonidos antinaturales, y el resultado es un coche que ofrece un confort de marcha de primer nivel.
También ayuda el sistema de sonido, desarrollado conjuntamente con Bang & Olufsen. Tiene 10 altavoces que se integran de forma muy natural con las molduras interiores que dan forma a un salpicadero de perfecta factura, presidido por una pantalla vertical gigantesca de 15,5 pulgadas que tiene unos menús rápidos e intuitivos, aunque pueden parecer demasiado completos en un primer momento.
Ayudan las suspensiones, específicas para esta versión. Se trata de unas suspensiones MagneRide que son capaces de ajustar su dureza de forma constante y que consiguen un buen equilibrio entre tensión y comodidad.
En el modo de conducción más tranquilo, llamado Whisper, el Mach-E GT es todo lo rápido y contundente que tu quieras. Si eres cauto con el pedal derecho, podrás circular por autovía a velocidad legal simplemente con tener el pie ligeramente apoyado en el acelerador. Y si por el contrario lo que quieres es una respuesta fuerte e inmediata, solo tienes que pisar con más fuerza. Él se encarga de todo y es capaz de darte mucho más de lo que necesitas.
El reto de meter un SUV de 2,2 toneladas en un circuito
Todo esto son cosas que podíamos esperar de un SUV de su planteamiento, con un precio de 72.754 euros y 487 CV de potencia. Pero Ford está tan convencida de las cualidades dinámicas de su SUV de apellido GT y sello Ford Performance que nos dio la oportunidad, muy exclusiva hasta la fecha, de sacarle el máximo rendimiento en el único entorno donde se puede exprimir a un coche así con seguridad: un circuito.
El trazado de Monteblanco es viejo conocido para nosotros, pero personalmente la última vez que había estado allí fue en el año 2010 al volante de los SL 63 AMG y los SLS AMG de Mercedes. Lógicamente, desde entonces, el sector del automóvil ha evolucionado una barbaridad, y la electrificación de los coches es hoy algo cada vez más común.
Llegamos al circuito al volante de un coche que por carretera nos había demostado ser un SUV de carácter confortable, perfecto para hacer largos viajes en familia y con unos consumos en ese trayecto realmente contenidos, ya que apenas superábamos los 20 kWh.
Pero allí, en pista, el Mustang Mach-E GT debía sacar a relucir su cara más deportiva. Ajusto los reglajes eléctricos de los asientos, selecciono el modo de conducción Active (por encima hay Untamed y Untamed Plus) que le da un punto más de dinamismo sobre el que habíamos utilizado en carretera.
En el carril de salida de boxes acelero a fondo nada más pasar el puesto de comisarios de pista y la respuesta es absolutamente inmediata, bestial y contundente. Tu cabeza se desplaza hacia atrás, pegando la nuca al reposacabezas con una fuerza inaudita.
Pero hay que levantar pronto el pie del acelerador porque cuando pisas a fondo pedal derecho como yo había hecho, los metros pasan muy rápido y en nada estamos encima de la primera curva a la derecha, un giro muy marcado que obliga a emplearnos a fondo sobre los frenos para detener el coche.
Poco a poco mientras nos vamos aprendiendo la variante que se ha configurado de las 26 distintas que ofrece Monteblanco, voy cogiéndole el tacto al Mach-E GT. Desde el primer momento el coche se siente diferente al Mach-E AWD que había conducido anteriormente.
En esta versión se percibe el chasis y la puesta a punto de suspensiones más rígida, con un tacto más directo de la dirección, pero sobre todo es la predominancia del eje posterior la que destaca frente a otros Mach-E.
Este GT tiene dos motores, uno en el eje posterior con más potencia y protagonismo que el del eje delantero, que en realidad hace las funciones más de apoyo en situaciones en las que el eje y los neumáticos traseros no son capaces de digerir toda la potencia.
En total entrega 487 CV de potencia máxima, aunque para desplegar semejante caballería ha de cumplir unos parámetros muy determinados. Si no, la potencia normal es de 465 CV, que no está precisamente mal para un SUV de 4,7 metros como este.
Como buen eléctrico, la potencia está siempre disponible. Así a la salida de las curvas has de ser cauto si quieres respetar las leyes elementales de la física. De lo contrario, lo que conseguirás si das más gas del necesario o si lo pides antes de tiempo, será una respuesta inmediata que hará bailar al eje posterior con un ritmo adictivo.
Curva tras curva, es evidente a la hora de abrir gas y dirección en busca de la salida de la curva, que este coche pide que lo conduzcas al límite haciendo que ese eje posterior se mueva y ayude a redondear las curvas, a manejar las inevitables inercias y en definitiva, a que te lo pases bien.
Porque si bien es cierto que al principio impone tratar de sacarle el máximo partido a este coche, por una dirección que si bien es rápida obliga a "pelearte" con el volante para conseguir inscribirlo en las curvas, una vez que te empiezas a entender con él las cosas van mejor y mejor.
Así pues, cambio al modo Untamed que es el más deportivo para uso en vías públicas. Todo pasa más rápido, el coche responde de forma más inmediata si cabe a los movimientos del acelerador y además cada aceleración va acompañada por un sonido que imita a un V8 aunque demasiado enmascarado. Por suerte se puede activar o desactivar con solo pulsar el comando correspondiente en la pantalla central.
El coche es rápido y va por el sitio, pero las 2,2 toneladas de peso del conjunto se notan. Hay inercias e inclinaciones de la carrocería en los apoyos laterales más pronunciados. Además el coche se mueve, baila ligeramente, pero es un baile armónico y siempre tienes sensación de control sobre lo que está ocurriendo.
El motor trasero síncrono de imanes permanentes está refrigerado por aceite y es capaz de alcanzar el par máximo en medio segundo. Y ese par máximo es mucho, porque entrega 860 Nm, que es un 15% más que el par del hypercar Ford GT.
Por eso permite acelerar de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y ganar velocidad vayas al régimen que vayas con solo pisar el acelerador más o menos. Pero esa facilidad para alcanzar velocidad, con un máximo de 200 km/h de velocidad punta, también lleva a que cuando llegas a las curvas, hayas de hacer trabajar mucho al equipo de frenos.
Encargado a Brembo, si llevas desconectado el One Pedal, el tacto es fantástico ya que apenas notas el trabajo del sistema de regeneración de energía. En su lugar lo que haces es sentir cómo el pedal se acciona de forma progresiva, con buen feeling para modular la intensidad de frenada y cómo esos discos de 385 milímetros detienen esta bestia que se acerca a las curvas como una locomotora con sus 2,2 toneladas de peso queriendo ponerlo en apuros.
Los frenos se fatigan en un uso tan intenso en circuito, especialmente si se opta por una configuración del circuito de las 26 posibles con tantas curvas lentas precedidas de zonas rápidas, las cuales obligan a pisar con fuerza los frenos para poder meterlo en las curvas.
Diversión inesperada con el Ford Mustang Mach-E GT
Después de una mañana de vueltas y más vueltas al Circuito de Monteblanco con el Ford Mustang Mach-E GT he llegado a la conclusión de que este coche es sorprendentemente divertido en este tipo de entornos que por su condición SUV no parecen para los que ha sido diseñado.
Me esperaba que fuese rápido, no en vano tiene 487 CV y también que fuese eficaz, ya que tiene tracción a las cuatro ruedas. Lo que no esperaba, y fue la sorpresa agradable de la jornada, es que hubiese terminado la mañana con la sensación de haber disfrutado como un niño dando vueltas a un circuito con un SUV eléctrico.
El precio del Ford Mustang Mach-E GT es de 72.754 euros y a cambio tendrás uno de los coches eléctricos más conseguidos y equilibrados de cuantos hay hoy en día en el mercado. Ah, y también uno de los mejores Ford de la historia.
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