Nada más llegar al Aeropuerto de Lisboa, un buen escuadrón de Porsche Boxster S y alguna que otra sorpresa nos esperaban para que los condujésemos por las variopintas carreteras portuguesas. En la ruta que Porsche había programado, había zonas de autopista, carreteras nacionales y otras de curvas en las que podríamos sacar conclusiones claras sobre como se comporta el coche.
Todos los coches de la presentación eran Porsche Boxster S, equipados con la caja de cambios opcional PDK. Todavía no habían llegado los Boxster normales, los más accesibles de la gama, así que vamos a hablar un poco de él también aunque no lo hayamos probado.
Lo primero que hay que destacar, es que el nuevo Porsche Boxster es mejor que su antecesor en todos los sentidos. El motor deriva directamente del que lleva el Boxster S. En el anterior modelo cubicaba 2,9 litros, pero gracias al downsizing éste cubica 2,7 litros. “¿Ha dicho gracias?”. Si, seguid leyendo y entenderéis porqué…
El motor del nuevo Porsche Boxster cubica 2.706 cm3 frente a los 2.893 cm3 del anterior. Menos cubicaje no equivale a menos potencia, ya que entrega 10 caballos más que el anterior, alcanzando la nada despreciable cifra de 265 caballos a 6.700 RPM.
Lo que si se reduce levemente es el par motor, que pasa de 290 Nm a 280 Nm en una banda más amplia de utilización ahora, que va desde las 4.500 hasta las 6.500 revoluciones. Y ya que hablamos de reducir, fijémonos en los consumos, porque ahí realmente es dónde más diferencias se aprecian.
Con la caja de cambios manual, el nuevo Porsche Boxster reduce sus consumos un 12,8% respecto al anterior, lo que supone pasar de los 9,4 l/100 km a los 8,2 l/100 km. Si montamos la caja de cambios secuencial de siete velocidades PDK, los consumos se reducen un 15,4%.
Pasa de los 9,1 l/100km a los 7,7 l/100km, una cifra ridícula si tenemos en cuenta que estamos hablando de un roadster deportivo que se sobrepasa el cuarto de millar de caballos. Elementos como el Start&Stop o la navegación “a vela” entre otros, ayudan a conseguir éstos consumos tan reducidos.
La navegación “a vela” se inicia soltando lentamente el pedal del acelerador o cambiando manualmente a una marcha superior cuando ya está engranada la marcha más alta que se debe llevar a la velocidad a la que se circula. Y finaliza acelerando, frenando o cambiando de marcha manualmente. Con este sistema el coche circula durante un tiempo con la propia inercia, consumiendo por tanto cero.
Pero no me voy a extender mucho más hablando del Porsche Boxster normal, ya que no lo pude probar. Muchas de sus soluciones técnicas también se aplican al Boxster S que conduje durante más de 250 km, así que solo unas breves pinceladas para acabar con éste.
El Porsche Boxster acelera de 0 a 100 en 5,7 segundos, y su precio es de 52.790 euros. Además con sus 1.310 kilos de peso Porsche asegura que es el roadster más ligero de su segmento.
Algunos datos sobre el Porsche Boxster S
Si los datos del Porsche Boxster te han parecido buenos, ahora viene el plato fuerte. En la presentación teníamos para probar los Porsche Boxster S, que son las versiones más potentes y por tanto las más deportivas.
Comenzamos hablando del motor, que es el mismo del anterior Boxster S pero debidamente modificado para que sea más eficiente y potente al mismo tiempo. Mantiene los 3.436 cm3, pero la potencia aumenta cinco caballos hasta alcanzar los 315.
El par motor se mantiene estable, tiene 360 Nm que ahora están disponibles entre las 4.500 y 5.800 RPM. Y como había ocurrido en el caso del Boxster básico, los consumos se reducen considerablemente. Con la caja manual baja un 10,2% hasta quedarse en 8,8 l/100 km de media, un litro cada cien kilómetros menos que en el antiguo.
Si optas por la caja de cambios PDK, la eficiencia mejora un 14,9 % y se queda en 8 l/100 km. Si tenemos además en cuenta que con la caja PDK las emisiones de CO2 también se reducen considerablemente y eso se traduce en pagar menos impuestos, la fórmula mágica hace que el cambio PDK solo te cueste 605 euros más que el manual, con el consiguiente ahorro de consumo.
Por ello y por lo bien que funciona la caja de cambios PDK, la mayoría de los compradores del nuevo Porsche Boxster S lo configurarán con ella en lugar de con la manual de seis velocidades. Todo encaja con esta caja.
Conduciendo el Porsche Boxster S con PDK
Pero me voy a dejar ya de datos teóricos y voy a hacer lo que de verdad tenía ganas de hacer, contaros como va el Porsche Boxster S. Encontrar la posición de conducción era fácil, ya que el Porsche saben hacer los reglajes perfectos en asiento y columna de dirección para que con un par de ajustes te sientas a gusto.
Pongo en marcha el motor girando la llave que se sitúa a la izquierda del volante. Hay tradiciones que no se deben perder, y ésta es una de ellas. El sol brillaba, y la temperatura superaba ligeramente los 20 grados a pesar de que estábamos a primera hora de la mañana.
Así pues, también descapoto el coche. Me sorprendió lo poco que se tarda, esos 9 segundos se pasan volando cuando sabes que a continuación toca disfrutar los 315 caballos que entrega el motor. El primer tramo de la ruta eran unos 70 kilómetros de autopista.
Lo primero que noté como ya dije en la parte anterior, es que descapotado el viento se cuela inevitablemente en el habitáculo. Es cierto que rodaba a unos 120 km/h, pero es fácil despeinarse y de ahí que decidiese ponerme la gorra que Porsche sutilmente nos había dejado en el asiento.
La unidad de pruebas venía muy equipada. Aparte de las precisoas llantas de 20 pulgadas de las que ya hablamos antes, también llevaba el paquete Sport Plus. Con él, tan solo hay que pulsar una tecla situada en la consola central y se establece la respuesta del acelerador y las suspensiones más deportivas.
Primero decidí pisarle a fondo con el coche configurado en modo normal, el que teóricamente es más tranquilo. Por autopista, dejé que en marchas largas el motor bajase considerablemente de vueltas, y pisé a fondo sin contemplación.
El sonido del motor bóxer se cuela en el habitáculo al mismo tiempo que el coche acelera de forma muy lineal y progresiva. Es una aceleración contundente pero constante al mismo tiempo, y eso me gusta. No hay turbos de por medio ni moderneces por el estilo.
La aguja del cuentarevoluciones sube y parece no tener fin, y es que corta a 7.000 revoluciones. Hasta llegar a ellas, cada marcha parece infinita precisamente por esa elasticidad que muestra el motor y que tanto se agradece.
La caja de cambios PDK, funciona de maravilla. Tanto en modo automático como llevándola en secuencial, responde a tus órdenes de forma tan inmediata que a veces piensas que se va a adelantar a lo que estás pensando.
Y si hablamos de inmediatez, eso es lo que ocurre cuando activas el modo Sport Plus. Aparte de que las suspensiones se convierten en auténticas piedras que transmiten hasta la más mínima irregularidad del asfalto, la respuesta del acelerador es mucho más inmediata y la caja de cambios PDK cobra carácter deportivo, casi de carreras al estirar al máximo las marchas y evitar reducciones salvo cuando es completamente necesario.
Unas curvas que le sientan muy bien
No, no me he vuelto loco y voy a volver a hablar de las líneas de su carrocería. No olvidemos que las líneas rectas predominan en el diseño del Porsche Boxster. Voy a hablaros de como se comporta en curvas, en carreteras reviradas dónde más se puede disfrutar un coche así.
Después de esos más de 70 kilómetros de autopista que se pasaron más rápido de lo que pensaba (las Autobahn autopistas portuguesas son una maravilla), tocaba un tramo de unos 40 kilómetros hasta la siguiente parada. Viendo en el navegador la ruta, me gustó que se veían curvas, tramos sinuosos dónde el Porsche Boxster S de verdad nos iba a demostrar de lo que era capaz.
Ya en carretera lo había notado, pero en la carretera de curvas fue una constante. Hablo de la sensación de ligereza que transmite el conjunto. En todo momento tienes la sensación de ir conduciendo uno de los coches más ágiles y sencillos de meter en las curvas que he conducido en mi vida.
Luego, echándole un vistazo al dossier entendí el porqué de ésta sensación. El Porsche Boxster normal pesa solo 1.310 kilos, y el Boxster S pesa 1.320 kilos. Con la caja de cambios PDK este último se va hasta los 1.350 kilos. Toda la nueva generación del Porsche Boxster ha bajado entre 25 y 35 kilos respecto a sus antecesores, y eso a pesar (nunca mejor dicho) de que tiene un equipamiento más completo.
Para que nos hagamos una idea de la importancia que ha tenido el ahorro de peso en la construcción del coche, basta con decir que más del 46% de la carrocería del Porsche Boxster está construída en aluminio, utilizando el acero en el resto de partes.
Según la marca alemana es el roadster más ligero de su segmento (el siguiente le supera en más de 100 kilos), y eso se aprecia de forma positiva al volante. No cuesta nada meterlo en las curvas, y la nueva dirección electromecánica obedece de forma fiel tus movimientos.
Pude rodar bastante rápido por las zonas de curvas, y aunque el asfalto muy rugoso y con constantes agujeros me hacía pasarlo mal pensando en las precisoas llantas de 20 pulgadas, lo que más me sorprendió fue lo bien puesto a punto que estaba el coche.
Si llegabas demasiado rápido a las curvas, pisabas con más fuerza el pedal izquierdo y los discos de freno, los mismos que lleva el 911, se encargan de que pares antes del susto. Si a la salida de las curvas pisabas a fondo, los 315 caballos de potencia se encargaban de que salieses a toda velocidad y con mucha tracción hacia la siguiente curva.
Y sobre todo, lo que más me sorprendió es que a pesar de que rodamos bastante rápido durante éste trayecto y el siguiente, a pesar de que tratamos de buscarle las cosquillas en varias ocasiones e incluso descolocarlo de atrás a la salida de alguna curva, no lo conseguimos.
El coche va tan por el sitio, que es casi imposible sacarlo de sus casillas. Es más, me atrevo a decir que el chasis soportaría perfectamente un motor mucho más potente, que no me extrañaría que llegase en algún momento.
Por lo de pronto, ya han conseguido bajar con él (con el equipamiento más deportivo posible) de los 8 minutos en el mítico Nürburgring Nordschleife, un tiempo que no está al alcance de todos. Concretamente ha hecho 7:58.
Otra cosa que me sorprendió, es que los consumos se mantuvieron muy fieles a las cifras oficiales que declaraba Porsche. Tengo ganas de hacerle una prueba en profundidad para tratar de adivinar cual es la fórmula mágica que tiene Porsche para poder hacer coches deportivos con éstos consumos que ya me sorprendieron en el Porsche 911 Turbo Cabrio, en el Porsche Panamera S Hybrid y que me han vuelto a sorprender ahora.
El precio del Porsche Boxster S
¿Qué es lo que tienes que pagar por uno de los mejores roadsters del mercado? Pues muy sencillo, el Porsche Boxster S cuesta 67.135 euros, y olvídate de que lleve mucho equipamiento opcional aparte de las llantas de 19 pulgadas que son de serie.
Porsche tiene un catálogo de opciones que incluye entre otros los frenos carbono cerámicos por algo más de 8.000 euros, la suspensión adaptativa PASM por 1.593 euros, el paquete Sport Chrono por 2.256 euros y un sin fín de cosas más que te permiten tener por poco dinero más un Porsche Boxster S capaz de poner en serios aprietos al 911.
¿Pero es capaz de ganar el nuevo Porsche Boxster S al también nuevo Porsche 911? Eso os lo descubriré en breve.
Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
En Motorpasión | Porsche Boxster, presentación y prueba en Lisboa (parte 1)