Probamos el CUPRA Formentor: un SUV de 310 CV que reniega de su naturaleza, está repleto de carácter y brilla dinámicamente

Hoy nos toca probar unos de esos coches especiales. El CUPRA Formentor es el primero de su estirpe, el primer coche de una marca que acaba de emprender una nueva andadura y a la que identidad propia.

Compartiendo gama con los CUPRA Ateca y CUPRA León, este Formentor es un coche especial. Se supone que es un SUV compacto, pero casi podríamos decir que no es un SUV, ni tampoco un coche del segmento C del que deriva. Lo que sí es es el modelo que mejor define a CUPRA: personal, espectacular y con un alma deportiva de 310 CV.

CUPRA Formentor: el primogénito

Cuando SEAT y CUPRA decidieron separar sus caminos para convertir a la segunda en una marca independiente en 2019 hubo quienes pensaron que no tenía mucho sentido, para qué excindir una submarca si iban a ofrecer más o menos los mismos coches. Un año después llegó el CUPRA Formentor y disipó todas las incógnitas.

CUPRA se posiciona por encima de SEAT como una marca semi-premium, con un espíritu claramente deportivo y un nivel de prestaciones por encima de la firma nativa de Martorell. En base a estos principios han desarrollado un coche específico para CUPRA y que hay que reconocer que les ha quedado muy redondo.

El CUPRA Formentor es un coche de estilo SUV que se articula sobre la plataforma MQB-EVO del Grupo Volkswagen y que comparte con el SEAT León.  Partiendo de ahí la firma ha concebido un coche de estilo SUV pero con rasgos de compacto deportivo y unas dimensiones que lo sitúan a caballo entre los dos mundos.

Con unas cotas de 4,45 metros de largo por 1,84 de ancho y 1,51 de alto, es sólo 8, 4 y 5 cm más grande que un León en las mismas medidas. No es de extrañar entonces que para ser un SUV no luzca como tal, porque si lo comparamos con un Ateca las evidencias son aún más palpables.

Con una anchura idéntica, es más bajo y también más largo que el Ateca, lo que le hace parecer considerablemente más atlético que un SUV tradicional, pero donde lo han bordado en CUPRA ha sido con el diseño.

El CUPRA Formentor  en persona es un coche imponente. El primer coche realizado en exclusiva por la marca combina rasgos de SUV y de deportivo para crear una apariencia musculosa y marcadísima. Es un coche con un carácter muy personal y lo comprobamos fácilmente al ver las miradas de quienes se cruzaron con él e incluso nos pararon para preguntarnos.

El frontal es alto, al estilo SUV y con los faros LED de la casa incluidos de serie con la característica firma lumínica. Entre ellos una parrilla tirando a grande de formas suaves, entramado abierto y el generoso logotipo de CUPRA en el frontal. Por debajo el paragolpes tira de poderío con unas prominentes tomas laterales y una angulosa zona inferior que incluye un pequeño splitter.

De la parte frontal no tengo claro si me gustan o no me gustan los faros antiniebla redondeados. Quedan como un poco fuera de lugar en el diseño marcado y anguloso, aunque a decir verdad acaban pasando desapercibidos y dando un punto más de personalidad al conjunto.

La carrocería se ve tensa gracias a unos nervios marcadísimos, destacando los del capó que nacen del extremo de los faros y unen el pilar A, y los situados en los hombros sobre los pasos de rueda. Y hablando de ruedas, de serie el Formentor viene equipado con llantas de 19 pulgadas y neumáticos en medidas 245/40-19, donde lo mejor es el diseño atrevido de las llantas negras con detalles en bronce a juego con los logotipos.

La caída del techo con cierto estilo coupé le da un punto de dinamismo extra antes de llegar a la parte trasera. Un gran alerón de techo cubre una luneta muy inclinada y que termina sobre la línea que une ambos pilotos traseros creando un conjunto sofisticado y llamativo. El resto de la zaga es bastante discreto, salvo por el difusor con las cuatro salidas de escape.

Otro de los detalles que lo delatan como un SUV que reniega de su categoría es la matrícula trasera, colocada en el paragolpes, no en el portón, aunque de una forma que en cierto modo simula estar integrada en la puerta del maletero.

Un interior para marcar diferencias

Si pasamos al interior, también vemos que el Formentor es un coche en el que CUPRA se ha intentado diferenciar de SEAT, aunque con matices. La distribución de los elementos y su reparto es idéntico al del SEAT León. La diferenciación viene de la mano de unos materiales muy distintos.

Por partes, empezamos por el salpicadero. La distribución se hace en forma de escalera con una pieza superior muy marcada acabada en un material blandito. En realidad es plástico blando, aunque la marca simula que es tapizado a través de una textura y una falsa unión con costuras también falsas.

De puerta a puerta y pasando de manera parabólica por debajo del parabrisas, nos ha gustado la sutil tira de iluminación ambiental queda muy bien integrada, cambia de color y, además, puede lanzarnos avisos en colores de alerta si por ejemplo tenemos un vehículo en la posición de ángulo muerto.

Por debajo se coloca una moldura plástica que simula ser una manera muy oscura con beta y que queda realmente bien, pero sobre todo agradecemos que no hayan recurrido al negro piano. Gracias, CUPRA. Lo que sí tenemos son varias piezas lacadas en color gris como en los contornos de los aireadores, donde además se insertan también detalles en bronce CUPRA.

Este mismo patrón cromático se repite en el volante. Se trata de un aro de tamaño medio forrado en piel negra, con los laterales perforados y la parte inferior achatada. Un volante propio de CUPRA y que es muy resultón, además de incluir dos pulsadores bajo los radios horizontales: el izquierdo con el logo CUPRA para los modos de conducción y el derecho para el contacto.

En la zona central encontramos una gran pantalla panorámica para el sistema de infoentretenimiento. Es un módulo como el que estrenó el SEAT Tarraco y que incluye el nuevo software con Android Auto, Apple CarPlay y reconocimiento de voz con comandos naturales y control gestual para algunas funciones.

La pantalla es una superficie táctil de 12 pulgadas con una resolución alta y gráficos modernos aunque de funcionamiento un tanto confuso. Los menús agrupan también el control del sistema de climatización para dejar un salpicadero sin apenas botones.

En cuanto a la capacidad de procesamiento de este sistema esperábamos un poco más. En la unidad que hemos podido probar encontrábamos un notable lag a la hora de manejar las funciones incluso con pulsaciones que no reconocía o asimilaba de forma retardada, empañando la experiencia de uso.

Por delante del volante se coloca una segunda pantalla con un cuadro de mandos digital de buena resolución, varias opciones de visualización y aspecto moderno, incluyendo modos para la conducción deportiva con indicadores de fuerzas G y hasta cronómetro para rodar en circuito. Los mandos del volante no son especialmente intuitivos y requieren de un proceso de adaptación superior a la media.

Aparte, no nos ha gustado que para realizar operaciones muy sencillas como cambiar los flujos de aire de la climatización o resetear el ordenador de abordo haya que aprenderse una serie de pasos que son completamente prescindibles y que perjudican la atención en la carretera.

Pasa un poco lo mismo con los botones táctiles colocados bajo la pantalla y destinados a regular la temperatura y el volumen del audio. Son superficies planas y duras que no dan feedback, por lo que algo tan simple como subir un par de grados el climatizador implica un nivel de atención demasiado alto.

Siempre podemos recurrir al reconocimiento de voz para realizar operaciones sencillas, y no todas. Pese a que puede entender lenguaje natural, al final acabas teniendo que aprenderte los cuatro comandos que sí entiende para no entrar en una conversación exasperante.

Los asientos son sin duda protagonistas en este interior con unas piezas de estilo deportivo que recogen muy bien el cuero. Son unos asientos impresionantes con el cabezal integrado y el logotipo de la marca en relieve. A decir verdad y pese a su estética no son para nada incómodos. Al contrario, son muy mullidos, amplios y agradables.

La habitabilidad es buena y queda mucho espacio disponible entre los asientos delanteros, con un hueco con plataforma inalámbrica, dos tomas USB tipo C (que no entiendo por qué no ponen USB estándar) y una pequeña pero profunda guantera con tapa. También hay casi un palmo de altura con el asiento regulado para una estatura de 170 cm.

Las plazas traseras son amplias en general, con mucho espacio para las piernas gracias a la nueva plataforma con mayor batalla y una altura razonable. Los respaldos están bastante inclinados y donde sí pierde algún punto es en la anchura disponible, pues es escueta. La plaza central no es cómoda ni por la configuración del asiento ni por el túnel de la transmisión y el módulo de la climatización.

El habitáculo es amplio y acogedor en líneas generales, y muy llamativo con esta combinación de colores en tapicería azul y contrastes en bronce a juego con el exterior. Muy personal, aunque posiblemente no del gusto de todo el mundo. Los materiales se han cuidado y ofrecen una percepción satisfactoria, aunque podría serlo un poco más pues estamos hablando de una marca que quiere posicionarse en un nivel semi-premium.

Un SUV que se disfruta en marcha

Al arrancar el CUPRA Formentor despertamos al archiconocido motor de gasolina 2.0 turbo del Grupo Volkswagen que ha sido llevado en esta ocasión hasta los 310 CV de potencia máxima y 400 Nm de par motor.

Con estas cifras y después de haber conducido hace poco el SEAT León ST CUPRA R, esperábamos que el rugido de este Formentor al arrancar fuera poderoso, pero lo cierto es que pasa bastante desapercibido. Es un coche bien aislado y diría que quizá demasiado para la vocación deportiva de la marca, apenas transmite. Con una salvedad.

CUPRA ha recurrido a darle emoción al Formentor a través de tres niveles de intensidad de sonido seleccionables desde el cuadro de mandos. Unos niveles que pasan de dejar el ruido natural del coche a impostar un sonido digital que no está bien conseguido.

Suena demasiado gordo, casi como a motor V8, con demasiada presencia y, además, a destiempo cuando arrancamos. Cuando se pone en marcha el motor lo escuchamos perfectamente y un segundo después el sistema empieza a soltar el ruido artificial por los altavoces. Un recurso un tanto manido y ejecutado de forma poco elegante.

Dejando este punto al margen, el CUPRA Formentor es un coche que va realmente bien. Haciendo una conducción normal y gracias a la transmisión automática DSG de doble embrague y siete relaciones es un coche muy agradable, cómodo y polivalente. Brilla por estar bien aislado y por un comportamiento muy neutro.

Ahora bien, en su interior encierra cinco modos de conducción: Comfort, Sport, CUPRA, Offroad e Individual. Aquí es donde nos damos cuenta de las posibilidades que ofrece este SUV compacto deportivo, pues son casi infinitas.

Habiéndolo recogido justo después de la macronevada que azotó Madrid, el CUPRA Formentor nos ayudó a transitar por zonas notablemente afectadas por la nieve y el hielo. El modo Offroad y su tracción integral 4Drive se convirtieron en grandes aliados para pasar por zonas por las que creíamos que iba a ser imposible al ir calzado con neumáticos Bridgestone Turanza T005 de verano.

En el modo Confort es un coche agradable para el día a día y para viajar que no resulta seco de reacciones ni con un comportamiento nervioso, pero la cosa se va poniendo interesante cuando pasamos al modo Sport y luego al CUPRA, explorando todo el potencial del modelo.

Cada modo actúa sobre la configuración de las suspensiones, el tacto de la dirección, el reparto de tracción, la respuesta del motor, el sonido, la climatización y el asistente de control de crucero. Todos los modos son preestablecidos a excepción del Individual, donde por ejemplo podemos seleccionar la regulación más radical pero sin el sonido artificial.

A nivel de chasis el CUPRA Formentor incluye de serie el Dynamic Chassis Control y es quizá donde más notamos las diferentes regulaciones de los modos al poder endurecer la suspensión en 15 niveles. También la dirección se vuelve más pesada gracias a una desmultiplicación progresiva mecánica con asistencia variable, eso sí, transmite poco.

Metidos en harina el Formentor es un coche que puede ser muy rápido por un lado porque tiene un motor que se siente muy lleno en bajos y medios y que estira bien aunque sin deslumbrar arriba, y porque ofrece una gran sensación de control y seguridad con esta combinación de chasis y tracción integral.

La caja de cambios se controla mediante el nuevo mando by-wire del grupo, con un selector reducido a la mínima expresión y que nos permite elegir entre D y S, o manual si usamos las levas del volante (de plástico). Con ella nos vuelve a pasar lo que en otros coches del estilo que ya hemos probado y es que pese a su carácter deportivo, cuando en modo manual llegamos a la línea roja la caja de cambios sube sola de marcha, por lo que la única leva que utilizaremos será la izquierda para controlar las reducciones.

La dirección es precisa e incita a tirar el coche con decisión en las curvas. En ese momento notamos cómo la carrocería cede ante la fuerza centrífuga de manera comedida hasta que encuentra el apoyo de manera rápida y nos permite girar con un buen paso por curva antes de volver a apretar el acelerador.

A la hora de frenar el CUPRA Formentor ha reforzado su equipamiento con unos discos delanteros de 310 mm pero que opcionalmente pueden crecer hasta los 370 mm con material Brembo. Su tacto es directo y muy efectivo, con un pedal duro de recorrido corto y que no desfallece. Eso sí, chirrían habitualmente.

CUPRA Formentor: la disrupción de CUPRA

Teniendo en cuenta el carácter diferenciacor del Formentor, CUPRA ha hecho un gran trabajo con un coche que dinámicamente está muy bien conseguido, tiene personalidad propia y destaca por una estética atrevida que se sale de la norma en el mundo SUV. Es un SUV sin llegar a serlo y con un comportamiento que casi es el de un coche compacto equivalente.

Quizá el mayor problema del Formentor no lo tenga el Formentor, sino el León, y es que compartiendo plataforma y mecánicas, el SUV es bastante más atractivo a ojos de un público mainstream. Realmente, para alguien que no viva con el cronómetro en la mano no se me ocurren ventajas para recomendar un CUPRA León equivalente (300 CV y sólo tracción delantera) antes que un CUPRA Formentor.

Las diferencias de peso o consumo sí pueden ser relevantes, pero para hacer una comparación directa en cifras reales habrá que esperar aún. Un consumo que en el caso del Formentor se cifra en 8,5 litros cada 100 km homologados y que nos ha dejado en nuestro caso ha sido de 9,9 litros a los 100 km.

A nuestro parecer es un consumo tirando a alto pero razonable para un coche de más de 300 CV, tracción integral, constitución SUV y un peso de 1.644 kg. También es cierto que se puede bajar esta cifra en un uso cotidiano y con más tacto sobre el pedal derecho.

La practicidad se remata con un maletero que cubica 420 litros (ampliable a 1.475 litros plegando los asientos traseros). No es un maletero especialmente grande pero es 40 litros más amplio que el del León, lo que no es es demasiado cómodo pues el plano de carga está muy alto y es incómodo para subir objetos pesados.

Y para cerrar con el análisis de este coche al que teníamos muchas ganas nos toca hablar del precio. El CUPRA Formentor VZ 2.0 TSI de 310 CV, tracción 4Drive y cambio DSG de siete relaciones parte de 44.920 euros, que suben hasta los 52.403 euros en la versión Launch Edition.

En breve llegarán las versiones más asequibles con el motor de 150 CV, desde 29.670 euros. Sin duda que van a ayudar a elevar las cifras de ventas de la marca pero, sinceramente, desvirtúan un poco el espíritu de exclusividad y deportividad de la marca.

Como buen coche perteneciente a una submarca que apunta a premium, el precio es relativamente elevado, pero es considerablemente más barato que los rivales de la competencia a los que se quiere enfrentar. Es el caso del BMW X2 M35i (57.951 euros), el Mercedes-AMG GLA 35 4MATIC (63.950 euros), el Range Rover Evoque P300 (61.930 euros) o el Jaguar E-Pace 2.0 300 CV (74.000 euros).

Con el CUPRA Ateca 2.0 TSI de 300 CV, 4Drice y DSG casi empata a precio, por 44.840 euros, pero es un coche más antiguo en todos los aspectos.

Ahora la suerte está echada. CUPRA ha iniciado un camino propio e independiente con el Formentor y a la vista del producto que ha conseguido y de la atención que ha despertado, no parece que les vaya a ir mal.

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