BMW M235i Cabrio, probamos el hermano pequeño del M4 Cabrio que casi le empata en sensaciones
¿No te habías dado cuenta de que ya estamos en verano? Mientras media España se ahoga con temperaturas extremadamente altas, inexplicablemente los descapotables comienzan a lucir su mejor silueta, la que deja ver sus líneas más estilizadas con los techos debidamente escondidos en la trasera. Así estarán hasta que llegue el otoño, y como para eso todavía queda bastante tiempo, hemos elegido uno de los últimos descapotables deportivos para esta primera prueba a fondo del mes de julio.
Se trata del BMW M235i Cabrio, la versión más deportiva de la Serie 2 Cabrio, un compacto de tres volúmenes llamado a marcar un antes y un después entre los modelos de altas prestaciones de su segmento y a generar algún problema a sus hermanos mayores de marca. ¿Su secreto? Entre otras cosas, que entrega unos impresionantes 326 caballos de potencia. ¿El resto? Te lo contamos a continuación.
Posicionamiento del BMW M235i Cabrio
El M235i Cabrio es el descapotable de cuatro plazas compacto más potente del mercado, un coche que no tiene ni parece que vaya a tener rivales entre el resto de marcas competidoras en un plazo de tiempo medio-largo.
¿Se atreverá Audi con un RS3 Cabrio? ¿Existirá un Mercedes CLA 45 AMG Cabrio? Por el momento esos dos modelos no parece que vayan a ver la luz, ya que Audi está satisfecha con los 300 caballos del S3 Cabrio y Mercedes está centrada en la comercialización del CLA Shooting Brake y no hay rumores de versiones CLA Cabrio. Así pues, parece que este BMW M235i tiene recorrido y atributos más que de sobra para liderar su propio segmento.
Antes de empezar a exprimirlo como si fuese una naranja, conviene recordar que es el primer BMW descapotable de la línea M Performance, aunque tras probarlo algo me dice que no va a ser el último. Está llamado a continuar con la historia de éxito del Serie 1 Cabrio, un modelo con el que consiguieron conquistar a algo más de 130.000 clientes, una hazaña a pesar de que no existió ninguna versión realmente deportiva firmada por M.
El Serie 2 Cabrio llega pues para sustituirle y superarle en una nueva línea con entidad propia, basada en el Serie 2 Coupé, del cual como es lógico también existe una versión M235i coupé homónima a esta de la cual tenía muy buenas referencias.
Aspecto exterior del M235i Cabrio: los detalles marcan la diferencia
Empezamos diciendo que el BMW M235i Cabrio es un compacto “por los pelos”, ya que mide 4,43 metros de largo, lo que supone 72 milímetros más que el Serie 1 Cabrio al que sustituye, y más de lo que mide cualquier compacto de generaciones anteriores.
Es "más coche" que sus antecesores, y eso se nota cuando lo ves a simple vista ya que su semblante sobre el asfalto es digno de un coche de un segmento superior al de los tradicionales compactos.
No en vano, también ha crecido en otras cotas como el ancho, que ha aumentado en 26 milímetros y la distancia entre ejes, 30 milímetros superior. Además de tener más planta, estos centímetros de más le permiten ofrecer un habitáculo más espacioso y un maletero que gana 30 litros de capacidad con la capota desplegada y 20 con la capota cerrada. Además el hueco para acceder al maletero es 35 mm. más ancho que en un Serie 1 Cabrio y en términos generales, podemos decir que se acerca peligrosamente el Serie 4 Cabrio, al cual las referencias son y serán inevitables a lo largo de toda la prueba.
La línea exterior es, bajo mi punto de vista, de las más acertadas en la actual gama de la marca alemana. Este versión de altas prestaciones viene definida por los pequeños detalles que le diferencian de un Serie 2 Cabrio con paquete de equipamiento M. Hablamos por ejemplo de las llantas específicas de 18 pulgadas de color Ferric Grey.
El sistema de frenos sobredimensionado para detener a esta bestia, también marca las diferencias por unas pizas pintadas en color azul con el logotipo M bien visible. Es uno de los detalles que diferencian a los M Performance del resto.
Las dos salidas de escape en la trasera, pintadas en color negro brillante y dispuestas una a cada lado del coche, también son únicas para este modelo, ya que a diferencia de lo que ocurría en el anterior Serie 1 Cabrio, no existe otra versión con terminación 235i que no sea esta firmada por M.
Los logotipos M235i en el portón trasero o en los umbrales de las puertas, son los otros detalles mínimos que permiten saber si estás ante un auténtico M Peformance o ante un Serie 2 Cabrio "muy pintón", al que tampoco le haría ascos porque creo que es uno de los cabrio más atractivos del mercado.
Capota de lona para dejar ver un interior de magníficos acabados
Soy de los que piensan que los modelos descapotables de cuatro plazas como este o superiores, siempre deberían recurrir a sistemas de capotas de lona, como es el caso. Los techos duros retráctiles, que pueden tener cierto sentido en modelos biplaza como el BMW Z4 o el Mercedes SLK, aplicados a modelos de este tamaño y tres volúmenes, como el Serie 4 Cabrio, condicionan demasiado el diseño. Tanto que no ha habido hasta ahora ningún coche de ese tipo que me haya parecido bonito.
Por eso, y porque los sistemas de techo de lona ahorran peso y requieren menos espacio para esconderse, por suerte en el Serie 2 Cabrio se ha optado por una capota de lona reforzada, como en su hermano mayor el Serie 6 Cabrio, la máxima expresión de la gama de descapotables BMW.
El punto negativo lo encontramos en el tiempo que tarda en abrir y cerrarse, 20 segundos que teóricamente deberían hacerse más llevaderos al poder hacerlo con el coche en marcha hasta 50 km/h. El problema es que es lenta, demasiado lenta para lo que estamos acostumbrados hoy en día. Un Audi S3 Cabrio por ejemplo tarda dos segundos menos y un Porsche 911 Cabrio, por citar otro deportivo de cuatro plazas, lo hace en solo 13 segundos. Parece poca la diferencia, pero os aseguro que cuando lo descapotas todos los días, es mucho. Punto a mejorar.
Una vez que el techo se ha escondido en el compartimento que resta 55 litros al maletero, además de dejar ver la silueta de un precioso, elegante y deportivo compacto de cuatro plazas, dejará ver un interior que es sin duda uno de sus puntos fuertes.
El habitáculo es un ejemplo de calidad en los acabados, aspecto Premium y cuidado por el detalle al máximo nivel. Por ejemplo, las guanteras de las puertas disponen de tres compartimentos separadores para evitar que los pequeños objetos que dejamos ahí se muevan sin control.
El cuadro de mandos, formado por dos relojes analógicos con grafías en color rojo específicas de esta versión, se complementan con una pantalla digital en la que por cierto, cada vez que pones en marcha el coche se dibuja el logotipo M235i para que no olvides que estás al volante de un M Performance.
Por lo demás, el volante M es sencillamente perfecto, tanto por el tacto de la piel que lo cubre como por la posición de las levas del cambio automático de ocho velocidades o por donde van situados los mandos multifunción que integra. Además es bonito. ¿Qué más se puede pedir?
Los plásticos que se reparten por el habitáculo son de calidad y los materiales elegidos para tapizar asientos, recubrir las molduras del salpicadero, como el aluminio Hexagon del túnel central, hacen que el interior de este coche transmita incluso más calidad que la de alguno de sus hermanos mayores, como el Serie 4 Cabrio al que volvemos a tomar como referencia.
A esto hay que sumar que el espacio disponible en las plazas delanteras y traseras es suficientemente amplio como para acoger a cuatro ocupantes, a pesar de los asientos deportivos, con muy buena sujeción lateral pero que no penalizan el confort. En las plazas traseras el espacio es mayor que en el Serie 1 Cabrio. Se nota que ha crecido la distancia entre ejes, ahora el tamaño es ligeramente inferior al de un Serie 4 Cabrio.
Completan la serie de detalles específicos del M235i la abrazadera de color azul en la llave del coche, que por cierto dispone de un hueco específico situado delante de la palanca de cambios para que puedas meterla si no quieres llevarla en el bolsillo.
Un sonido que enamora y recuerda a los antiguos seis en línea de los E36
Basta ya de descripciones, este coche se ha creado para hacer disfrutar a sus ocupantes de un nivel de sensaciones que no ofrecen sus hermanos pequeños de gama, y eso a pesar de que existen versiones como el 228i de 245 caballos capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos.
En el M235i Cabrio se esconde bajo el capó un conocido motor con tecnología M Performance TwinPower Turbo. Se trata del seis cilindros en línea que entrega 326 CV muy arriba, entre las 5.800 y 6.000 RPM.
Por suerte para alcanzar ese régimen con rapidez, cuenta con 450 Nm que empujan con contundencia este pequeño conjunto siempre que lleves el régimen de giro entre las 1.300 y 4.500 RPM. En el caso de la unidad de pruebas eso es fácil de conseguir, ya que en lugar de la caja de cambio manual de seis velocidades de serie, montaba la caja Steptronic deportiva de ocho marchas opcional (2.773 euros), una maravilla que ya habíamos elogiado en las pruebas de otros modelos y que sorprendentemente parece encajar en cualquier coche BMW.
Con ella, el tiempo que tarda en acelerar de 0 a 100 km/h baja dos décimas respecto al manual, parando el cronómetro en 5 segundos. Además han homologado 8,5 l/100 km para las versiones manuales y 7,9 l/100 km para esta con caja opcional, pero ya hablaremos de consumos reales más adelante.
Para poner en marcha esta maravilla de motor que ya conocíamos con algo menos de potencia en el M135i, basta con pulsar el botón situado a la derecha del volante. Nada más hacerlo, el sonido que desprende el vehículo es sencillamente espectacular, capaz de hacerte sentir escalofríos cada mañana.
Es el sonido del motor subiendo rápidamente de temperatura, para que una vez que ya tiene los grados necesarios para que todo funcione sin anomalías, el ritmo de revoluciones se calme para cumplir con las cada vez más estrictas normativas medioambientales.
En el modo Comfort de los tres disponibles, el BMW M235i Cabrio podría considerarse un corderito con piel de lobo, ya que su comportamiento no va en línea con ese aspecto deportivo que luce estéticamente. Este es el modo perfecto para circular en ciudad, difrutando de las bondades del motor de seis cilindros, que tiene un tacto que por mucho que lo intenten, no pueden ofrecer sus rivales de cuatro cilindros.
El motor es una auténtica maravilla, un portento que demuestra que en cualquier régimen de giro tiene la potencia y el par necesario para mover el conjunto con alegría, aunque el modo Comfort no incite a pisarle.
Las suspensiones, aunque tienen un tacto tirando a duro, no penalizan mucho la comodidad de los ocupantes de cualquiera de las cuatro plazas. Saliendo de los semáforos verás como el cambio empieza a meter marchas una tras otra, demostrando que busca circular a bajas revoluciones sin que los decibelios del inconfundible sonido del seis cilindros suban mucho en intensidad.
Los consumos en este modo por ciudad pueden rondar los 10,4 l/100 km como nos hizo a nosotros, pero si quieres bajar de 10 l/100 km siempre puedes optar por pulsar hacia atrás el botón del habitáculo y activar el EcoPro, el cual también recomiendo para viajes en autopista o autovía.
Póngame una de curvas y media de buen asfalto, por favor
Seamos sinceros, el que se compra un compacto descapotable de 326 caballos de corte deportivo como este, no lo hace con el plano racional como primer factor de compra. Este tipo de coches se compra con el corazón, precisamente para hacer cosas como la que vamos a hacer ahora.
El M235i Cabrio todavía es un BMW de tracción trasera como mandan los cánones que siempre ha había defendido la marca muniquesa
Curvas, este coche pide carreteras de curvas y si puede ser con buen asfalto mejor que mejor, ya que no olvidemos que este todavía es un BMW de tracción trasera como mandan los cánones que siempre ha había defendido la marca muniquesa.
Eso fue lo que hice hace tan solo unas horas, salí de la oficina y me fui sin rumbo a hacer algo más de 140 kilómetros por carreteras de montaña, con sus sinuosos trazados y parajes absolutamente desiertos en un martes como hoy. Y os aseguro que todavía tengo una sonrisa dibujada en la cara.
Por la autovía que me alejaba del congestionado centro de Madrid, me doy cuenta de que el aislamiento acústico de la capota no es todo lo bueno que esperaba, ya que se escucha bastante el ruido de rodadura y hay ciertas molestias aerodinámicas.
Lo mejor por tanto es hacer lo que estaba deseando, esconder la capota en la parte posterior del vehículo y disfrutarlo a cielo abierto. Cuando vas descapotado a más de 120 km/h, si no quieres despeinarte y acabar con dolor de cabeza, lo mejor es colocar el paravientos que cubre los asientos posteriores y evita que entre el aire al habitáculo.
Me alejo viendo por el espejo retrovisor interior cómo a mis espaldas se está formando la tormenta perfecta sobre el centro de Madrid. Menos mal que elegí una ruta poco habitual por pueblos de la sierra para esta sesión de fotos, si no fuese así me temo que hubiese tenido que anularla.
Pronto abandono la autovía para encarar una serie de carreteras demasiado rectas para un coche como este. El motor del M235i demuestra por qué se ha optado por un seis cilindros turbo frente a los habituales cuatro cilindros de sus rivales más directos.
El motor es todo dulzura, está muy lleno en toda la banda de revoluciones y es una delicia dejarlo caer de vueltas y ver como nada más pisar el acelerador con ganas, baja dos o tres de las ocho marchas y te pega al asiento mientras recupera con una entereza digna de coches de un segmento superior.
Pronto, mientras dejo la tormenta a la izquierda, comienzo a perderme por una serie de carreteras de curvas delimitadas únicamente por prados teñidos de amarillo por las plantaciones de trigo. Activo el modo Sport y el carácter del coche cambia por completo.
Por norma general lleva siempre engranada una marcha menos que en el modo Comfort, las reacciones a cualquier toque de acelerador son absolutamente inmediatas y el agradable tacto de la dirección se vuelve más directo. Todo sin haber hablado todavía del sonido del motor, que gana varios grados de intensidad.
Es el entorno perfecto para exprimir un poco más las marchas, sin contemplaciones. Subir de vueltas este motor se vuelve una experiencia cercana al orgasmo, especialmente cuando el eje trasero gira empujando el coche al pasar de 3.500 RPM mientras el sonido grueso y hondo del motor se cuela en el habitáculo.
Las rectas las liquida en un abrir y cerrar de ojos, y cuando sueltas el acelerador para elegir el hueco correcto de la trazada en la siguiente curva, emite unos leves pero audibles gorgoteos que me gustan mucho. Son menos palpables que los de un MINI John Cooper Works o un Porsche con escapes deportivos, pero me gustan.
Detener el coche no es problema porque el equipo de frenos detiene sin problemas los 1.620 kilos del conjunto hasta frenando dentro de la curva. En este sentido permite mucho más que otros coches 200 o 300 kilos más pesados. ¿Ves como menos es más?
Tras unos 20 kilómetros a un ritmo endiablado, paro en un camino que sale de la carretera principal para hacer unas fotos. Me quedo admitando la silueta del coche mientras el sol del atarceder incide en su frontal. ¿Es este el capricho que necesito?
Unos cuantos cierres de diafragma y vuelvo a la carretera. Quiero seguir disfrutando de lo que estaba haciendo, porque estas sensaciones solo se viven al volante de coches de muy altas prestaciones. Poco a poco la carretera comienza a hacerse más revirada, con curvas cada vez más lentas y constantes subidas y bajadas.
Me gusta el tacto de la caja de cambios, que aunque no es tan inmediata como una de doble embrague, especialmente en reducciones, si que atiende a nuestras indicaciones con una rapidez más que digna. Frenando fuerte bajo dos marchas para meter el coche en esa curva a derechas. Se detiene sin rechistar y el tacto de la dirección, muy directo, es sencillamente perfecto.
A medida que la curva va abriéndose empezamos a ver la salida. Una larga subida anima a pisar el acelerador a fondo, pero si lo haces demasiado pronto el control de tracción cortará de forma suave la entrada de potencia para que el coche no se ponga de costado. Lo justo, porque tracciona de maravilla gracias al bloqueo del diferencial BMW M Performance.
En la siguiente curva, casi una gemela de esta, decido ser un poco más cauto con el acelerador a la salida de la curva. Entonces me doy cuenta de que el secreto para llevar realmente rápido este coche consiste en ir en la marcha óptima a la salida de las curvas, que suele ser una más de la que tu oído te pide.
El motor está tan lleno de par a bajas revoluciones, que es inevitable tener que adaptarse antes de cogerle el punto. En marchas relativamente largas, acelerar sin pisar a fondo desde muy abajo es un ejercicio de sincronía entre tu oído y tu culo que no soy capaz de describir.
Sientes como la trasera del coche desliza mínimamente al mismo tiempo que el coche tracciona con fuerza, haciendo que los neumáticos y el asfalto se entiendan mejor que Rajoy y Santamaría en Génova. El ritmo sigue incescendo, y el coche parece no tener fin.
El consumo ha subido hasta los 12 l/100 km, pero me da igual. Estoy difrutando de un pequeñajo de 326 caballos y 1.620 kilos igual o más que lo había hecho con su hermano mayor, el BMW M4 Cabrio (prueba) y eso que este cuesta casi la mitad. Y ahora que lo pienso, ¿qué tiene aparte del pedigree ese que no tenga este?
BMW M235i Cabrio: nuestra puntuación
.4
A favor
- Diseño exterior
- Capota de lona
- Motor muy lleno
- Caja opcional de 8 velocidades
- Comportamiento deportivo
En contra
- Cinturones sin acercador
- Aislamiento acústico de la capota
- Lentitud de la capota
- Autoblocante no de serie
- Precio alto
Ficha técnica
Versión probada | Cabrio | |||
Cilindrada | 2.979 cm³ | Tipo de tracción | Trasera | |
Bloque motor | 6 cilindros en línea M TwinPower Turbo | Combustible | Gasolina | |
Potencia máxima (CV @ rpm) | 326 @ 5.800 - 6.000 | Capacidad del depósito | 52 litros | |
Par máximo (Nm @ rpm) | 450 @ 1.300 – 4.500 | Consumo urbano | 10,7 l/100 km | |
Masa en vacío | 1.620 kg | Consumo extraurbano | 6,2 l/100 km | |
Velocidad máxima | 250 km/h | Consumo mixto | 7,9 l/100 km | |
Aceleración 0-100 km/h | 5 segundos | Capacidad maletero | 280 - 335 litros | |
Transmisión | Steptronic 8 marchas (opcional) | Precio | 58.523 euros |
El coche para esta prueba ha sido prestado por BMW. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas
Fotografía | Héctor Ares