Malas noticias. Los bolsillos de los conductores españoles se van a seguir resintiendo, porque no se esperan bajadas en los precios de gasolina o gasóleo. Las causas son diversas, pero las podemos resumir en tres: cotización euro/dólar, tensión con Irán y aumentos impositivos.
Primero, tenemos que la moneda europea, muy atacada por los mercados, pierde terreno frente al dólar. Eso implica que nos cuesta más comprar el petróleo aunque sea la misma cantidad que antes y el precio en dólares no varíe. Esquivar eso, de momento, no es nada fácil.
Segundo, el Estrecho de Ormuz, al ladito de Irán, se está calentando y no es por el sol. Irán no cae bien ni a Estados Unidos, ni a Israel. Como las acciones diplomáticas no parecen importar a los iraníes, se está empezando a hablar de embargo, ¿y qué significa eso?
Básicamente, que se pondrán muchas pegas, económicas e incluso físicas, para que Irán exporte su crudo. En España dependemos al 14-15% de ese país para nuestro suministro. Libia nos daba menos y todos sabemos lo que pasó desde que en el país subsahariano se montó la que se montó. Antes de eso, estábamos a poco más de 1,10 el litro.
En el caso funesto de que hubiese un conflicto bélico, podemos empezar a ir en bicicleta hasta el Ikea. Los libros de Historia nos recuerdan que la Guerra del Golfo (episodio I) se montó por la subida del barril a 40 dólares, y ahora vale casi el triple. Dios, Alá, o quien sea, no lo quieran, o lo vamos a flipar será un desastre. ¡El barril podría alcanzar los 200 dólares!
En el tercer escalón del dolor, los impuestos. ¿Por qué los valencianos levantan las manos cuando terminan de repostar? Porque ya saben que les van a atracar cobrar más que a los demás españoles. Las arcas públicas valencianas, saqueadas por la mala gestión (dejémoslo ahí) necesitan dinero fresquito: 4,8 céntimos por litro adicionales.
Gravar el combustible, clásica medida recaudatoria
Cataluña y Castilla y León harán lo mismo a partir de marzo. Ahora mismo la gasolina más cara de España se paga en Valencia, donde se ronda la frontera de los 1,5 euros por litro. No solo afecta a los valencianos, sino a cualquiera que consuma productos con origen o destino a la Comunidad Valenciana.
De aquí a marzo, conoceremos los Presupuestos Generales del Estado de 2012, ahora están prorrogados los de 2011. Si se decide subir el IEH, Impuesto Especial sobre Hidrocarburos, habrá más subida. Esa subida, por cierto, no afectaría al GLP, que es la única alternativa razonable en los tiempos que corren.
2011 fue un año muy malo en cuanto a precios del combustible, pero la entrada de 2012 no tiene perspectivas muy optimistas que se diga. Como consumidores, poco podemos hacer, salvo buscar los repostajes más económicos de la zona y procurar ahorrar combustible y utilizar de forma más racional el coche, y usarlo menos.
El actual ejecutivo del Partido Popular, aunque en campaña no dijo nada de subir impuestos, lo acabó haciendo por el mal estado de las cuentas del Estado, peor del esperado. Por lo tanto, la posibilidad de que suba el IEH está ahí, aunque desde canales oficiales no se ha mencionado tal posibilidad.
Por otra parte está la cuestión del gasóleo profesional (lo que se devuelve a los profesionales de impuestos ya cobrados), que se ha reducido debido a normativa europea, prácticamente pagan lo mismo que los particulares. Aunque no usemos combustible, nuestro estilo de vida está asociado a él, por lo que no hay escapatoria posible.
Aunque en Irán se suavice la tensión y que no suba el IEH, mientras el euro siga siendo débil y el barril no baje, podemos ir esperando llegar a 1,40 euros/litro a escala nacional, de media, en poco tiempo. Y lo más seguro es que siga subiendo.
Vía | Cínco Días
En Motorpasión | Guía para entender los precios de los combustibles