No sabemos sobre estas imágenes mucho más de lo que se deduce de ellas. Corresponden a un Porsche 911 GT3 RS que ha tenido un pequeño encontronazo con un surtidor de una gasolinera BP dentro del Reino Unido. Los daños son cuantiosos, especialmente hablando de este coche.
Se manejan tres teorías para justificar este curioso accidente. La primera teoría dice que nos prohíben usar el móvil, repostar con las luces encendidas o fumar… pero dentro de la gasolinera no hay ni límites de velocidad y prohibiciones expresas de entrar quemando gasolina a tope para demostrar que uno es buen cliente.
La segunda teoría sugiere que el conductor de este deportivo, entusiasmado con sus bajos consumos, tenía prisa por llegar al surtidor, llenar, y comprobar cuántos l/100 km (mpg imperiales en este caso) había conseguido esta vez. Le pudo el entusiasmo y se llevó el surtidor por delante.
La tercera teoría sugiere que para el conductor en cuestión el coche era muy difícil de domar, pues no consiguió llevarlo hasta el surtidor sin reventar el morro. También hay daños en los neumáticos, los faros, capó, sistema de refrigeración… y hasta saltó el airbag. ¡Cómo sería el guantazo!
La teoría de que se trata de un cliente muy descontento con el daño ecológico producido en el Caribe por esta petrolera es muy retorcida, porque el coche sacrificado es demasiado caro, y tenemos que descartar a Matías el Humilde. No creo que se trate de un caso de “me sobra el dinero”.
Tampoco creo que sea por el programa de puntos, con ese coche… es fácil obtenerlos rápido y lograr la batidora o el despertador.
Ahora más de uno se está riendo. Sólo tienes que verte. Tienes una sonrisita en la cara, ¿verdad? Pues sí, es mejor reír que pensar que la gasolinera podía haber saltado por los aires. Eso quizás no habría sido tan gracioso. Si supiese algo más sobre este suceso, dad por seguro que os lo contaría.
Vía | Top Gear, GT Spirit
Fuente | Quattroworld
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